La eterna contradicci¨®n sobre el consumo de alcohol

El consumo de alcohol es objeto de numerosos estudios de car¨¢cter sociol¨®gico y sanitario. Estas investigaciones suelen llamar la atenci¨®n sobre el abuso de alcohol. Pero, de otro lado, tambi¨¦n evidencian los beneficios de un consumo moderado. Estas dos caras del alcohol llegan al debate social, y a la poblaci¨®n en general, en muchas ocasiones, de forma sesgada y contradictoria. Situaci¨®n que genera confusi¨®n e incluso alarma entre los consumidores.

Entre los casos m¨¢s recientes que ilustran este clima de confusi¨®n, podemos remitirnos al estudio brit¨¢nico publicado por la revista cient¨ªfica The Lancet titulado Drug harms in the UK: a multicriteria decisi¨®n analysis. Un controvertido estudio, cuya principal conclusi¨®n es que "el alcohol es peor que la hero¨ªna y el crack, siendo la droga m¨¢s perjudicial para el individuo y la sociedad entre 20 sustancias analizadas." Sin entrar a analizar la metodolog¨ªa y fiabilidad del informe, esta afirmaci¨®n nos lleva inmediatamente a una primera y preocupante reflexi¨®n: el consumidor puede banalizar los efectos del consumo de drogas como la hero¨ªna o el crack. Si s¨®lo trasciende que las drogas son menos da?inas que el alcohol, y su consumo est¨¢ generalizado y aceptado socialmente, ?qu¨¦ puede pensar un consumidor sobre las consecuencias del consumo de hero¨ªna? Y, ?C¨®mo llega este mensaje a colectivos de riesgo como los menores de edad?

Este informe es s¨®lo una muestra de las contradicciones existentes en el debate social sobre el consumo de alcohol, cuesti¨®n de permanente actualidad y creciente calado social.

Punto de partida

El punto de partida para clarificar este debate es diferenciar entre un consumo por parte de menores y el consumo adulto. Dentro de este ¨²ltimo grupo, hay que distinguir entre lo que es un consumo moderado y lo que supone un abuso o consumo indebido de bebidas alcoh¨®licas. Cuando se trata de menores de edad, es necesario tener muy presente que cualquier consumo de bebidas con contenido alcoh¨®lico es un consumo indebido. En cambio, en personas adultas ha de diferenciarse entre un consumo moderado, prudente y responsable y un consumo indebido en colectivos de riesgo (conductores, embarazadas...) o abusivo.

De los beneficios a los perjuicios

Hecha esta salvedad, nos acercamos a dos posturas cient¨ªficas perfectamente v¨¢lidas que coexisten y no son excluyentes, pero que tambi¨¦n generan cierto desconcierto en la poblaci¨®n.

Por un lado, est¨¢ m¨¢s que demostrado que el consumo en exceso de alcohol es perjudicial para la salud. De hecho, un abuso del mismo puede causar, entre otras, enfermedades hep¨¢ticas, tumorales, neurol¨®gicas y cardiovasculares. Igualmente, est¨¢ presente en graves problemas sociales como muertes por accidente de tr¨¢fico o violencia de g¨¦nero.

De otro lado, hay diversos trabajos que muestran los efectos beneficiosos de un consumo moderado de alcohol sobre la salud. Entre otros, disminuye el riesgo de padecer enfermedades coronarias; aumenta la capacidad de resistencia a los catarros o puede ayudar a retrasar la osteoporosis. Igualmente, desde el punto de vista social, un consumo responsable est¨¢ ligado a nuestra cultura y forma de ocio.

Esta doble perspectiva se traduce en una confrontaci¨®n a la hora de formular mensajes en torno al consumo de alcohol. La clave de esta aparente contradicci¨®n nos lleva de nuevo a la diferenciaci¨®n entre un consumo abusivo y un consumo responsable. Son los h¨¢bitos lo que relacionan el consumo de alcohol con el beneficio o con el perjuicio. Por este motivo no se debe caer en la f¨¢cil discriminaci¨®n y criminalizaci¨®n del producto en s¨ª, sino que hay que educar en el consumo, entendiendo ¨¦ste como moderado y responsable.

Consumo responsable

El alcohol, a diferencia de las drogas, admite un consumo responsable que no entra?a riesgo para la salud. Su consumo responsable, sensato y moderado por adultos es perfectamente compatible con una vida saludable. Incluso, la comunidad cient¨ªfica ha corroborado que, consumido con moderaci¨®n, tiene determinados efectos beneficiosos. Entre los m¨¢s conocidos, los beneficios del etanol o alcohol de origen agr¨ªcola, presente en todas las bebidas con contenido alcoh¨®lico, en la prevenci¨®n de enfermedades cardiovasculares.

Este tipo de consumo, definido como responsable es mayoritario en nuestro pa¨ªs. Seg¨²n la ¨²ltima Encuesta Domiciliaria Sobre Alcohol, s¨®lo el 3,4% de los espa?oles realiza consumos de alcohol considerados de riesgo por la OMS, la cifra m¨¢s baja desde 1997. Se concluye que el 96,6% de los espa?oles realiza un consumo considerado responsable y moderado. Con ello, Espa?a se sit¨²a en los tramos m¨¢s bajos de la UE en cuanto a porcentaje de consumidores abusivos, siendo Irlanda el pa¨ªs con mayor n¨²mero de consumidores abusivos y Bulgaria el del menor.

La generalizaci¨®n de un consumo responsable, se explica en gran medida por factores culturales como nuestra forma ocio compartido y el disfrute de las relaciones sociales. As¨ª, el disfrute del ocio en general y en particular de las bebidas alcoh¨®licas se distingue en Espa?a, mayoritariamente, por la moderaci¨®n y el estilo mediterr¨¢neo en el consumo. Los espa?oles buscamos sobre todo la experiencia, el enriquecimiento de las amistades, la socializaci¨®n, y no el consumo por el consumo. Esto explica que cerca del 70% de las bebidas espirituosas se consuman en establecimientos de hosteler¨ªa, lo que proporciona unas pautas l¨²dicas, de sensatez, moderaci¨®n y sociabilidad en el consumo que aleja a nuestro pa¨ªs de otras pautas mucho m¨¢s abusivas.

Arturo Fern¨¢ndez Cruz es catedr¨¢tico y jefe del Servicio de Medicina Interna de la Universidad Complutense de Madrid y presidente del Comit¨¦ Cient¨ªfico de la Fundaci¨®n Alcohol y Sociedad.