El alcohol causa m¨¢s estragos en la sociedad que las drogas ilegales

La ¨²ltima palabra sobre drogas no est¨¢ dicha. La ¨²nica clasificaci¨®n cierta y casi universal es la que las divide entre sustancias legales e ilegales. Y cada vez hay m¨¢s expertos que ponen en entredicho esta divisi¨®n. Uno de ellos es David Nutt, ex miembro del grupo asesor sobre estupefacientes del Gobierno brit¨¢nico (fue despedido en octubre de 2009 tras defender sin ¨¦xito revisar la clasificaci¨®n del cannabis). Y su ¨²ltimo trabajo, que ha publicado en The Lancet, est¨¢ destinado a levantar pol¨¦mica. En ¨¦l afirma que el alcohol es la droga m¨¢s da?ina, por delante de la hero¨ªna y el crack (una forma muy poco elaborada de la coca¨ªna), si se tiene en cuenta su efecto social, en especial sobre el entorno del usuario, adem¨¢s del da?o a la salud.

Se midieron los peligros de conflicto familiar o caer en la delincuencia

En Espa?a se calcula que un 5,5% de la poblaci¨®n es bebedora de riesgo

Nutt ha usado 16 indicadores para su clasificaci¨®n, que van desde la mortalidad que causa una sustancia hasta el impacto econ¨®mico. Una treintena de expertos los ha evaluado y les ha dado un peso relativo, de manera que una hipot¨¦tica sustancia con riesgo m¨¢ximo en todas las categor¨ªas sumar¨ªa una puntuaci¨®n de 100. El sistema ya fue ensayado por Nutt en 2007, pero entonces solo us¨® nueve indicadores. Aquella clasificaci¨®n daba el primer puesto a la hero¨ªna, y el quinto al alcohol. Pero en el nuevo trabajo es el alcohol el que ocupa el primer puesto.

La novedad ahora es que ha aumentado los indicadores hasta dar m¨¢s peso a los factores sociales (riesgo de causar v¨ªctimas por un accidente cuando se est¨¢ bajo el efecto de una sustancia, problemas de convivencia familiar, posibilidad de delinquir debido al estado de adicci¨®n) que a los personales (mortalidad, da?os mentales, p¨¦rdidas personales de casa o de relaciones). Y es al introducir este nuevo sistema de medidas cuando se produce el vuelco. Este enfoque ya lo hab¨ªa ensayado Nutt hace tres a?os, pero entonces las variables sociales representaban un tercio de la puntuaci¨®n final. Ahora les da el 54% del peso.

De hecho, si se toma solo el enfoque del da?o para el propio usuario, el crack se considera la sustancia m¨¢s peligrosa, con 37 puntos sobre 46, seguida de la hero¨ªna (34) y las metanfetaminas (32). El alcohol se queda con 26. Pero al introducir los otros factores la clasificaci¨®n da un vuelco. Para Nutt y su grupo de expertos el alcohol es la sustancia que tiene m¨¢s impacto social, lo que le da 46 puntos sobre 54. Esta puntuaci¨®n duplica la de la hero¨ªna (21) y casi triplica la del crack (17). La cuarta sustancia que m¨¢s da?o social causa seg¨²n este trabajo es el tabaco, que ocupa el sexto puesto en la clasificaci¨®n general con 26 puntos.

Los investigadores no explican c¨®mo asignaron los valores a cada sustancia, pero est¨¢ claro que la cantidad de consumidores es un factor clave. El alcohol es, con diferencia, la sustancia m¨¢s consumida en la Uni¨®n Europea, y en Espa?a. La ¨²ltima encuesta sobre drogas del Ministerio de Sanidad, con datos de 2007, indica que un 73% de la poblaci¨®n lo hab¨ªa consumido en el ¨²ltimo a?o. Y, lo que es peor, un 5,5% de la poblaci¨®n se considera bebedor de riesgo, una categor¨ªa que se aplica a quienes toman m¨¢s de cinco cervezas o dos copas de licor al d¨ªa.

La nueva clasificaci¨®n elaborada por Nutt tambi¨¦n aumenta el riesgo del tabaco. En 2007, ocupaba el puesto noveno de las 20 sustancias analizadas, mientras que en 2010 est¨¢ ya en el sexto. Curiosamente, estando su consumo relacionado con un importante n¨²mero de muertes -m¨¢s de 53.000 al a?o en Espa?a, v¨¦ase la p¨¢gina 36-, en esta lista pesan m¨¢s los factores sociales (el coste sanitario o el da?o a otros). Ambas sustancias legales estaban, tanto en 2007 como ahora, entre las 10 m¨¢s peligrosas, por delante del cannabis, el ¨¦xtasis o el LSD. Que una sustancia tenga una puntuaci¨®n baja no quiere decir que no tenga riesgo, recalca, sino que este es menor (la lista sirve, sobre todo, para comparar, ya que no es un valor absoluto).

Los autores son los primeros en reconocer que hay inconsistencias entre este trabajo y el de 2007. Para empezar, las sustancias estudiadas no son las mismas, aunque coinciden 15 de 20 -cambian seg¨²n las modas y la importancia que se les da-. En la de este a?o se ha separado la coca¨ªna del crack, y han entrado las metanfetaminas, la mefedrona, el butano (que algunos inhalan) y las setas alucin¨®genas. Aun as¨ª se?alan que el ¨ªndice de correlaci¨®n es de 0,7 sobre 1, lo que no est¨¢ tan mal en un estudio cualitativo.

Adem¨¢s, para recalcar su validez, se?alan que la correlaci¨®n con un trabajo similar hecho en Holanda -y considerado una referencia mundial- es de 0,8.