Un compa?ero del acusado de matar a Mari Luz declara que le dijo que "hab¨ªa estado con una chiquilla"
Nuevos testimonios inciden en la personalidad extra?a del acusado
En la tercera jornada de juicio por el caso Mari Luz, la ni?a desaparecida en Huelva en enero de 2008 y cuyo cad¨¢ver fue encontrado 54 d¨ªas despu¨¦s en las marismas onubenses, uno de los siete testigos que han comparecido hoy en la Audiencia ha explicado que el pederasta Santiago del Valle, acusado del asesinato de la menor y quien ha declarado que novio a la ni?a, adem¨¢s de ser "muy raro", "como salido de un hospital", le cont¨® que hab¨ªa estado con "una chiquilla".
El testigo, compa?ero del ciclo formativo de grado medio de Gesti¨®n Administrativa del IES San Sebasti¨¢n de Huelva, en el que se matricul¨® Del Valle en noviembre de 2007 -tras ser expulsado del Colegio Diocesano, donde asisti¨® 10 d¨ªas en octubre a un m¨®dulo de comercio- ha declarado que el acusado "desaparec¨ªa del recreo cuando le atra¨ªa una chica" y despu¨¦s volv¨ªa "como si nada". En una ocasi¨®n se jact¨® de haber "estado con una chiquilla", aunque, a?adi¨®, "no me dijo la edad que ten¨ªa".
El compa?ero de clase, donde s¨®lo estudiaban tres hombres y los dem¨¢s eran alumnas de entre 17 y 20 a?os, polic¨ªa en Per¨² -su pa¨ªs de origen-, explic¨® que la llegada de Del Valle al instituto provoc¨® "sorpresa en muchos compa?eros, ya que era una persona que llamaba la atenci¨®n, porque parec¨ªa reci¨¦n salido de un hospital".
Este hombre, que comparti¨® aula con Del Valle, tambi¨¦n ha dicho que "una vez, una compa?era se quej¨® a la tutora de que le hab¨ªa molestado". Y ha agregado: "Santiago era muy altivo, siempre contradec¨ªa al profesor y hablaba de una hija suya que siempre le ped¨ªa dinero y de una mujer muy buena que le hac¨ªa buena comida, potajes y eso".
Otro testimonio destacado de la ma?ana, adem¨¢s del de varios vecinos del Torrej¨®n que cre¨ªan haber visto a la ni?a aquel d¨ªa, ha sido el de una prima segunda de la menor, Lidia Rodr¨ªguez, de unos 30 a?os. La testigo ayud¨® a la polic¨ªa en las labores de b¨²squeda el mismo 13 de enero, d¨ªa de la desaparici¨®n de la peque?a. Rodr¨ªguez entr¨® en la casa de los Del Valle sobre las 20.00 y narr¨® lo que encontr¨® en esa "casa siniestra: "La mujer, Isabel, estaba gritando cosas contra los gitanos y Santiago dijo algo as¨ª como 'yo no voy a comerme ning¨²n marr¨®n".
Despu¨¦s Rosa del Valle, tambi¨¦n acusada por el asesinato de Mari Luz, sin pronunciar palabra, baj¨® con los agentes de polic¨ªa a la calle y abri¨® su coche para que lo inspeccionaran. La prima de la peque?a pudo ver, junto a la polic¨ªa, que "el maletero estaba reci¨¦n limpio y hab¨ªa unos cartones muy grandes y unas botas de agua que empapaban los cartones". En este coche es donde, seg¨²n la declaraci¨®n autoinculpatoria de Santiago del Valle en marzo, trasladaron a la menor (viva o muerta), introducida en un carrito de la compra, a las afueras de Huelva. En la declaraci¨®n de Rosa del Valle tambi¨¦n reconoce que llev¨® a su hermano, con un carrito de la compra del que desconoc¨ªa su contenido, a Carrefour. A Rosa, seg¨²n el auto, le pareci¨® raro que quisiera ir un domingo a Carrefour y lloviendo, pero, seg¨²n su relato, al final accedi¨®. Entonces vio a su hermano cargar el carro en el maletero y lo dej¨® a las afueras de la ciudad. La testigo de esta ma?ana, prima de Mari Luz, destac¨® lo impoluto que estaba el maletero. "Me dio la impresi¨®n de que estaba reci¨¦n limpio y no hab¨ªa nada de nada dentro, salvo unas botas de agua".
La sesi¨®n ha comenzado a las 9.30 con el testimonio de Pilar Garc¨ªa, hermana de la mujer de Santiago del Valle, Isabel Garc¨ªa. La cu?ada del presunto asesino ha reconocido que no le hablaba desde que se enter¨® de los abusos cometidos a su hija, por lo que ¨¦l y su esposa Isabel fueron condenados. La testigo ha asegurado que en el matrimonio se hac¨ªa "lo que decid¨ªa" Santiago del Valle ya que su hermana estaba "algo dominada" y que en su casa se hac¨ªa "lo que ¨¦l dec¨ªa".
A la salida de los juzgados, Juan Jos¨¦ Cort¨¦s ha afirmado que su mujer, Irene Su¨¢rez, "ya no puede m¨¢s". "Ten¨ªa que explotar y ha explotado", dijo refiri¨¦ndose a la reacci¨®n de ayer de su mujer, cuando, durante la salida de los acusados, se lanz¨® al veh¨ªculo policial gritando "asesinos", "asesinos". Cort¨¦s intent¨® disuadirla pero no lo consigui¨®. Entonces regresaron a las puertas de la Audiencia y la madre de Mari Luz comenz¨® a gritar ante los medios de comunicaci¨®n que "la culpa de todo esto lo tiene la Justicia". Hoy Cort¨¦s ha reconocido que preferir¨ªa no declarar ante el tribunal el ¨²ltimo d¨ªa -como est¨¢ planeado-, porque no puede con su tristeza y quiere que todo "acabe ya".
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