La gran mancha blanca de Saturno alcanza el tama?o de la Tierra
Es una gigantesca tormenta, originada por el calor interno del planeta, que ha sorprendido a los cient¨ªficos, ya que se ha adelantado nueve a?os a lo previsto
La gran mancha blanca de Saturno, un fen¨®meno meteorol¨®gico ¨²nico en el Sistema Solar, es una tormenta que llega a alcanzar pr¨¢cticamente el tama?o de la Tierra. La ¨²ltima se desencaden¨® a finales del a?o pasado en el planeta de los anillos y sorprendi¨® a los cient¨ªficos porque no la esperaban hasta dentro de nueve a?os, ya que el fen¨®meno se ha venido produciendo regularmente cada a?o saturnino, equivalente a 29,5 a?os terrestres.
El fen¨®meno, que fue observable durante dos meses, indujo perturbaciones en el planeta que acabaron por formar un anillo de nubes blancas rode¨¢ndolo por completo. Un equipo de astr¨®nomos, liderados por el especialista espa?ol Agust¨ªn S¨¢nchez-Lavega, ha estudiado con detalle esta gran mancha blanca de Saturno de 2010 y presenta ahora sus resultados en la revista Nature, que ha elegido una impactante imagen del planeta de los anillos con la mancha para la portada de su edici¨®n de esta semana. Un segundo art¨ªculo, liderado por Georg Fischer, se ocupa de las emisiones de las descargas de los rel¨¢mpagos de la tormenta.
"La gran mancha blanca ha afectado profundamente, como no se sab¨ªa antes, a la atm¨®sfera del planeta por encima de sus capas de nubes, cambiando composici¨®n y temperatura (hasta 15 grados cent¨ªgrados), de lo que informamos en un art¨ªculo anterior publicado en Science", explica S¨¢nchez-Lavega (Universidad del Pa¨ªs Vasco) a EL PA¨ªS. "M¨¢s all¨¢ de la curiosidad cient¨ªfica, estos estudios permiten contrastar los modelos que tenemos para explicar la formaci¨®n de tormentas en muy diferentes condiciones. Las atm¨®sferas de otros planetas constituyen laboratorios naturales en los que estudiar la meteorolog¨ªa y el clima del nuestro".
Los primeros signos de la tormenta fueron detectados por astr¨®nomos aficionados japoneses con telescopios en la Tierra el 5 de diciembre del a?o pasado. Era un punto blanco emergente en el hemisferio Norte de Saturno, explican los investigadores en Nature. Pr¨¢cticamente al mismo tiempo, la sonda espacial Cassini, de la NASA, capt¨® actividad el¨¦ctrica asociada a la tormenta. "La mancha inicial creci¨® r¨¢pidamente en tama?o y brillo, extendi¨¦ndose desde unos 3.000 kil¨®metros hasta unos 8.000 en una semana". Dos semanas despu¨¦s de que se desencadenara la tormenta, se ve¨ªa como una mancha blanca compacta seguida de una cola de nubes brillantes expandi¨¦ndose hacia el este. En 55 d¨ªas, esa cola hab¨ªa rodeado todo el gran Saturno, convirti¨¦ndose en una perturbaci¨®n de escala planetaria.
El adelanto de la gran mancha blanca (rompiendo la regularidad que se hab¨ªa registrado desde que hace 130 a?os se realizan observaciones regularmente de Saturno con telescopios), y para lo que lo que los cient¨ªficos no tienen explicaci¨®n, es una sorpresa, pero tampoco es normal que siga activa. "A fecha de hoy, m¨¢s de seis meses despu¨¦s de la erupci¨®n de la tormenta, su foco original, aunque debilitado, sigue activo, lo que representa una sorpresa may¨²scula y un desaf¨ªo en la comprensi¨®n de estos violentos sucesos meteorol¨®gicos", a?ade S¨¢nchez-Lavega, director del Grupo de Ciencias Planetarias de su universidad y un especialista de reconocido prestigio internacional.
El origen energ¨¦tico de este tipo de fen¨®menos se encuentra en las profundas nubes de agua, a unos 250 kil¨®metros por debajo de las nubes visibles de amon¨ªaco. Las observaciones sin precedentes que se presentan en Nature del crecimiento de la tormenta confirman esta hip¨®tesis anterior presentada por los autores. Una vez formada la gran mancha blanca se desencadena la perturbaci¨®n que, con la ayuda de los vientos, circunda todo el planeta.
El equipo de la Universidad del Pa¨ªs Vasco ha utilizado modelos inform¨¢ticos para investigar la tormenta y la perturbaci¨®n a escala planetaria y su conclusi¨®n es que "la tormenta y la perturbaci¨®n subsiguiente exigen que los vientos se extiendan en profundidad hasta las nubes de agua, es decir, all¨ª donde no llega la iluminaci¨®n solar". "Si es as¨ª, este trabajo confirmar¨ªa lo que apuntado en trabajos anteriores nuestros sobre J¨²piter y Saturno, y que se?alan que los vientos tendr¨ªan su origen en la fuente interna de calor".
Colaboran con S¨¢nchez-Lavega en estas investigaciones varios cient¨ªficos espa?oles de la Universidad Europea Miguel de Cervantes, en Valladolid; el Observatorio Esteve Duran en Seva, Catalu?a; y el Observatorio de Calar Alto, en Almer¨ªa. Adem¨¢s, participan en el trabajo especialistas de Francia y del Reino Unido. "Esta cuarta portada en Nature representa un premio al esfuerzo persona, vocaci¨®n y entusiasmo que la gente del Grupo de Ciencias Planetarias viene dedicando a la investigaci¨®n", se?ala el director de dicho grupo. Adem¨¢s, los cient¨ªficos destacan con agradecimiento la labor de los astr¨®nomos aficionados que han contribuido tomando im¨¢genes del fen¨®meno en Saturno.
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