Los municipales denuncian que las protestas en Lavapi¨¦s amparan delitos
El principal sindicato del colectivo rechaza las concentraciones de vecinos para evitar arrestos en el barrio madrile?o
La Secci¨®n Sindical de Madrid del Colectivo Profesional de Polic¨ªa Municipal (CPPM), el principal sindicato del sector, ha criticado las ¨²ltimas concentraciones en contra de la actuaci¨®n policial en el barrio madrile?o de Lavapi¨¦s porque considera que amparan los delitos. Los municipales alegan en un comunicado que las dos detenciones que grupos de vecinos trataron de impedir enfrent¨¢ndose a los agentes eran perfectamente legales, ya que uno de ellos quer¨ªa colarse en el metro y no ten¨ªa papeles y el otro est¨¢ acusado de tr¨¢fico de drogas.
El sindicato ha criticado los dos incidentes registrados en apenas una semana en el barrio m¨¢s multicultural de Madrid. El primero fue el 5 de julio, cuando centenares de personas, entre vecinos y miembros del15-M, se manifestaron contra la detenci¨®n de Aboulay Seyk, un vendedor ambulante de nacionalidad senegalesa que seg¨²n los empleados del Metro se hab¨ªa colado en el suburbano. Sin embargo, los vecinos aseguraban que trataban de arrestarlo por ser un inmigrante sin papeles. Los vecinos del barrio denuncian que las redadas contra inmigrantes sin papeles y motivadas por el aspecto f¨ªsico son habituales en la zona. En todo caso, Seyk no los tiene.
Acusaciones de racismo
El d¨ªa 12, m¨¢s de lo mismo. Unos 200 vecinos se concentraron en una protesta improvisada contra la Polic¨ªa Municipal. El conflicto comenz¨® a ¨²ltima hora de la tarde cuando agentes municipales detuvieron a un habitual del barrio en la calle Olivar por un presunto delito de tr¨¢fico de drogas. Un testigo de aspecto subsahariano, Matar, cont¨® que los incidentes comenzaron minutos antes de las diez de la noche, cuando los polic¨ªas intentaron sacar de la plaza a un grupo de unos 15 africanos, en un principio para pedir sus tarjetas de residencia.
Seg¨²n este joven, los agentes detuvieron a uno de ellos, por lo que otro decidi¨® enviar un mensaje de texto a un amigo para solicitar la colaboraci¨®n vecinal y evitar la detenci¨®n. Fuentes de la Polic¨ªa Municipal, en cambio, aseguran que llevaban dos d¨ªas siguiendo a un hombre, un senegal¨¦s de 26 a?os, que est¨¢ acusado de un delito contra la salud p¨²blica por la venta de droga al por menor. Los agentes se encontraban efectuando la detenci¨®n cuando fueron rodeados por un grupo cada vez m¨¢s numeroso de ciudadanos, que les increparon para que se marcharan. "Fuera del barrio, fuera del barrio", les gritaban. Ante la nueva protesta, los agentes llamaron a las Unidades Centrales de Seguridad -una suerte de antidisturbios de la Polic¨ªa Municipal- a los que los vecinos rodearon e increparon al grito de "racistas".
Algunos de los que protestaban llegaron a lanzar objetos contra veh¨ªculos y efectivos policiales, lo que provoc¨® que los polic¨ªas amagaran con cargar en dos ocasiones. Mientras, una joven ped¨ªa a los ciudadanos que se abstuvieran de tirarles nada, para evitar mayores incidentes. Tras vivirse algunos momentos de tensi¨®n, los agentes se retiraron entre los aplausos de los presentes, muchos de los cuales grabaron im¨¢genes con sus tel¨¦fonos m¨®viles.
temen que se reproduzcan en otros lugares
A juicio del CPPM, "no se puede consentir que presuntos delincuentes queden amparados bajo el paraguas de determinados movimientos". En la nota, expresa su preocupaci¨®n por el surgimiento de reivindicaciones que "nada tienen que ver con problemas sociales y s¨ª con delitos que no pueden dejarse impunes". Tambi¨¦n se ha defendido de la principal queja de estos vecinos, que acusan de "racista" a la polic¨ªa. "Los polic¨ªas no entendemos de lugar de nacimiento, defendemos la legalidad en contra de quien la infringe", subraya la nota.
La secci¨®n sindical de la Polic¨ªa ha destacado el continuo trabajo de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad para "mejorar considerablemente" la seguridad ciudadana en la zona y ha recordado que la mayor¨ªa de los vecinos aplaude las intervenciones policiales que tienen como objetivo "velar por la seguridad y el bienestar de todos los ciudadanos". Una de las inquietudes del CPPM es que en un futuro inminente este tipo de protestas se reproduzcan en otros lugares, por lo que han hecho un "llamamiento a la calma a este tipo de movimientos ante las garant¨ªas jur¨ªdicas que tienen todos los ciudadanos en Espa?a".
Estos incidentes han servido al PP para cargar contra el Gobierno. El secretario general del PP de Madrid, Francisco Granados, llega incluso a ver una conspiraci¨®n en estos enfrentamientos. A su juicio, son un "ensayo o entrenamiento" de cara a las elecciones generales del pr¨®ximo a?o, "el d¨ªa en que Mariano Rajoy sea presidente del Gobierno". Granados asegur¨® tras el primer caso que estos sucesos "son una muestra m¨¢s de la divisi¨®n del Estado de Derecho" que, a su entender, propicia el Ejecutivo al dejar "la calle en manos de personas que est¨¢n incumpliendo la ley" y que se "manifiestan sin el permiso conveniente". "Al Gobierno se le ha ido la calle de las manos", sentenci¨®, para a?adir: "Cuando se deja la calle en manos de unos pocos ocurre el desmadre generalizado, y ya empiezo a dudar si no es de manera premeditada". Su sucesora en la Consejer¨ªa de Presidencia y Justicia, Regina Pla?iol, discrep¨® de Granados al mantener que la actuaci¨®n de la polic¨ªa en Lavapi¨¦s fue "sensata".
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