El Fondo Mundial contra el Sida lucha por salir de la crisis
Un informe externo sugiere que se reorganice y que extreme los controles financieros de las ayudas
El Fondo Mundial contra el Sida, la Tuberculosis y la Malaria lucha para salir de la crisis de credibilidad en la que se ha encontrado por la disminuci¨®n de aportaciones y unos esc¨¢ndalos en pa¨ªses beneficiarios. Un equipo internacional propone que refuerce sus controles financieros y una reordenaci¨®n para seguir siendo operativo.
El trabajo, que han dirigido el exsecretario de Sanidad (el equivalente a ministro) de EE UU Michael O. Leavitt y el expresidente de Botsuana Foestus Mogae supone una revisi¨®n de todo el trabajo del fondo, desde que recibe una petici¨®n de ayuda hasta que la eval¨²a despu¨¦s.
El Fondo naci¨® hace nueve a?os para luchar contra las tres enfermedades infecciosas m¨¢s importantes (no solo por su n¨²mero, sino por su impacto) de los pa¨ªses pobres. Desde entonces, seg¨²n sus c¨¢lculos, ha conseguido que 3,2 millones de personas reciban tratamiento antiviral (aproximadamente un tercio de las que lo necesitan), que se hayan diagnosticado y tratado 8,2 millones de tuberculosis y que se hayan distribuido 190 millones de mosquiteras para impedir la picadura del insecto que causa la malaria.
Pero en los ¨²ltimos a?os su carrera ascendente se ha visto amenazada por una serie de esc¨¢ndalos en pa¨ªses que recib¨ªan las ayudas (Mal¨ª, Mauritania, Zambia y Yibuti), lo que tuvo una consecuencia important¨ªsima para la organizaci¨®n: que donantes como Espa?a o Alemania suspendieran sus aportaciones.
Este mediod¨ªa, su presidente Simon Bland, ha explicado las tres l¨ªneas maestras del cambio que los expertos proponen. La primera es facilitar el sistema de concesiones de ayudas, eliminando la burocracia y con una mayor implicaci¨®n de la organizaci¨®n y de los pa¨ªses receptores en su implantaci¨®n y control. Entre ellos, cambiar el sistema de evaluaciones para centrarse m¨¢s en la calidad de lo conseguido que en la cantidad de lo aportado.
La segunda es reforzar el liderazgo de sus cuadros directivos, para evitar que haya situaciones como una guerra interna entre el jefe de la inspecci¨®n y el equipo director.
La tercera es cambiar el sistema de evaluaci¨®n de riesgos. En el informe se ha elaborado una tabla que mide el grado de necesidad de los pa¨ªses con el riesgo de transparencia y control que suponen.
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