El lado oscuro de la F¨®rmula 1 en India
Cientos de campesinos a los que el Gobierno expropi¨® la tierra viven en chabolas en una aldea cercana al circuito donde se celebrar¨¢ la carrera este fin de semana
Este fin de semana se correr¨¢ el primer Gran Premio de la F¨®rmula 1 en India. El equipo Force India ser¨¢ el anfitri¨®n en el flamante nuevo circuito Buddh International, que cost¨® 280 millones de euros y que est¨¢ en Noida, una ciudad sat¨¦lite de Nueva Delhi. A la inauguraci¨®n pondr¨¢n ritmo Lady Gaga y Metallica. Lujo, derroche y ostentaci¨®n en un intento m¨¢s de India de demostrar al mundo que se est¨¢ convirtiendo en una superpotencia.
Con tal encandilamiento pocos ver¨¢n el backstage. S¨®lo detr¨¢s de la valla, del lado contrario de la entrada principal, se encuentran las chabolas de los cientos de campesinos a los que se les expropi¨® la tierra. El Gobierno apel¨® a una antigua ley establecida durante la colonia brit¨¢nica que recurre al "bien com¨²n" y que no requiere de ning¨²n consentimiento de los due?os.
"Yo no quer¨ªa vender, me lo quitaron a la fuerza, me pagaron s¨®lo 675 rupias (9.72 euros) por metro cuadrado, muy por debajo del mercado", cuenta Ravinder Nagar, se?alando lo que era su tierra y ahora forma parte del circuito. Se escuchan muchas historias parecidas en Atta Gujaran, una aldea de 6.000 personas. "El Gobierno nos dijo que quitaba las tierras porque iba a traer industria y al menos ten¨ªamos la esperanza de as¨ª tener empleo. Pero no es verdad: nos quedamos sin manera de ganarnos la vida", explica Javgir Sharma, campesino de la zona. Tambi¨¦n los campesinos sin tierra, los peones, fueron afectados: ya no tienen fuente de empleo.
Los lugare?os no hab¨ªan o¨ªdo nunca hablar de la F¨®rmula 1. Ni se les hab¨ªa pasado por la cabeza asistir a una carrera. Los billetes cuestan entre 40 y 500 euros y un trabajador corriente en India gana unos 150 euros al mes. Peor lo tiene un pe¨®n: su sueldo diario oscila entre los 2,8 y 3,2 euros. Se enteraron que la F¨®rmula 1 trataba de carreras de coches cuando el circuito se construy¨® en la mitad del camino entre su aldea y Dankor, el pueblo m¨¢s cercano. Ah¨ª est¨¢n los hospitales, colegios y las tiendas de las que se abastecen. "Antes camin¨¢bamos un kil¨®metro y medio y est¨¢bamos ah¨ª. Ahora tenemos que rodear el circuito. Son 10 kil¨®metros hasta Dankor y no hay transporte p¨²blico. Quedamos aislados", lamenta Sharma. Tambi¨¦n se les expropiaron terrenos comunes, como el ¨¢rea de cremaci¨®n, el estanque y un espacio para que los ni?os jugaran.
Cambio dr¨¢stico
La vida de los campesinos sufri¨® un cambio dr¨¢stico. Estaban acostumbrados a ir tirando de sus cosechas, y cuando recibieron el dinero de la indemnizaci¨®n vivieron en un sue?o de grandeza. Construyeron grandes casas o compraron veh¨ªculos de lujo.
Pero el sue?o dur¨® poco: despu¨¦s de dos a?os, a algunos se les est¨¢ terminando. Nagar admite tristemente que casi se lo ha acabado: compr¨® un cuatro por cuatro, que ahora casi ni puede usar porque no se puede permitir ni la gasolina. Est¨¢ estacionado al lado de su tractor y de sus bueyes, que ahora, sin tierra, ya no tienen uso. Las mujeres se quejan de que muchos de los hombres se han vuelto alcoh¨®licos. "Dos de mis hijos se pasan el d¨ªa bebiendo. Y nosotras no tenemos ni siquiera trabajo", cuenta una mujer del pueblo.
"Se est¨¢ llevando a los campesinos al l¨ªmite de la supervivencia. Y su situaci¨®n no es sostenible porque no pueden ganarse la vida", dice Rupesh Verma, doctor en Econom¨ªa y representante de los campesinos desplazados. Han presentado una demanda contra el Gobierno, pero no habr¨¢ ninguna resoluci¨®n hasta mucho despu¨¦s de que este fin de semana se corra el Gran Premio.
"Estamos sufriendo una expropiaci¨®n en gran escala de la tierra por parte del Gobierno y hay obvios nexos de corrupci¨®n con los constructores, Jaypee Greens", asegura Verma. Los campesinos est¨¢n recibiendo 9,7 euros por metro cuadrado y se est¨¢ vendiendo por 144 por lo menos. "Y algo que no tiene sentido: son s¨®lo tres d¨ªas de carreras que no da empleo para los habitantes de la zona", dice el activista, quien a?ade: "Quieren mostrar que India est¨¢ brillando, que est¨¢ creciendo. Pero la realidad es que s¨®lo unos cuantos est¨¢n brillando. Muy pocos se est¨¢n convirtiendo en s¨²per ricos y el resto est¨¢ siendo privado de sus recursos".
Noida es un caso especial del "pueblo de los deseos", como rezan los anuncios a la entrada de la localidad. En el estado de Uttar Pradesh, vecino a Nueva Delhi y gobernado por la intocable Kumari Mayawati, la tierra se est¨¢ expropiando a gran escala. El circuito de la F¨®rmula 1 es solo una parte del proyecto llamado Jaypee Greens Sports City, que incluye un estadio de hockey, otro de cr¨ªquet y un campo de golf.
En la polvareda que rodea el circuito, los campesinos se juntan a hablar. Algunos dicen que intentar¨¢n interrumpir la carrera entrando al circuito. Otros les persuaden: con toda la seguridad privada que habr¨¢, ser¨¢ imposible. En las gradas estar¨¢ solo el peque?o porcentaje de indios que pueden permitirse pagar la entrada. La F¨®rmula 1 llega a una India que corre a dos velocidades muy distintas.
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