Power Balance, al borde de la quiebra
La empresa que comercializa las llamadas 'pulseras milagro' tendr¨¢ que pagar 42 millones de euros por publicidad enga?osa a consumidores de EE UU y podr¨ªa declararse en bancarrota, seg¨²n la web 'TMZ'
Power Balance, la empresa que comercializa en todo el mundo unas pulseras a las que atribuye efectos beneficiosos para la salud y que han lucido en sus mu?ecas numerosos famosos, tendr¨¢ que indemnizar con 57 millones de d¨®lares (42 millones de euros) a un grupo de consumidores estadounidenses que el pasado mes de enero presentaron una demanda contra la compa?¨ªa por publicidad enga?osa. La noticia ha sido adelantada por la web por TMZ, que afirma tambi¨¦n que la empresa se va a declarar en bancarrota alegando que no puede hacer frente a indemnizaciones millonarias. Este punto lo ha confirmado la empresa en un comunicado en el que anuncia que se ha acogido voluntariamente al concurso de acreedores. Pero seguir¨¢ vendiendo pulseras, como tambi¨¦n han dejado claro a trav¨¦s de su cuenta de Twitter, donde haciendo honor a s¨ª mismos han aprovechado para promocionar su ¨²ltimo producto con el ya famoso "holograma": un protector bucal para deportistas.
La pulsera, una banda de silicona o neopreno con un holograma, se vende en EE UU por 30 d¨®lares (unos 22 euros), y en Espa?a lleg¨® a venderse por 42 euros. Seg¨²n se dec¨ªa en el propio envoltorio de la pulsera, este tiene efectos beneficiosos sobre el equilibrio, la fuerza y la elasticidad. El proceso en EE UU contra Power Balance se inici¨® en enero pasado, cuando un grupo de consumidores que se sintieron enga?ados presentaron una demanda colectiva contra la compa?¨ªa argumentando que las pulseras no ten¨ªan m¨¢s poder que el que se puede esperar de un simple trozo de goma. El caso es dirimido ahora en la corte federal de Santa Ana, en Los ?ngeles. En diciembre pasado, Josh y Troy Rodarmel, hermanos en la treintena residentes en California y fundadores de la empresa, se vieron forzados a admitir que "el equilibrio, la fuerza y la flexibilidad" atribuidos al producto no ten¨ªan base cient¨ªfica: "Hemos asegurado en nuestra publicidad que las pulseras Power Balance mejoran la fuerza, el equilibrio y la flexibilidad. Admitimos que no hay pruebas cient¨ªficas cre¨ªbles que apoyen nuestras afirmaciones y, por tanto, hemos incurrido en conducta enga?osa en contra de la secci¨®n 52 de la Ley de Pr¨¢cticas Comerciales de 1974. Si usted siente que ha sido enga?ado por nuestras promociones, queremos pedirle disculpas sin reservas y ofrecerle un reembolso completo".
En noviembre de 2010, la Junta de Andaluc¨ªa impuso una sanci¨®n administrativa a la empresa que se tradujo en una multa de 15.000 euros por publicidad enga?osa tras la demanda presentada en abril de ese a?o por la asociaci¨®n de consumidores Facua, que consider¨® la sanci¨®n "rid¨ªcula", teniendo en cuenta que Power Balance podr¨ªa haber vendido m¨¢s de 300.000 pulseras en Espa?a por un coste de entre 35 y 42 euros. Un mes despu¨¦s, en Italia, la Autoridad Garante de la Competencia y el Mercado impon¨ªa una multa de 350.000 euros, 23 veces m¨¢s, tambi¨¦n por publicidad enga?osa, a los fabricantes de las pulseras milagro.
El Instituto Nacional del Consumo (perteneciente al Ministerio de Sanidad), alertado por periodistas y asociaciones de consumidores, mand¨® a principios de 2010 una directiva a las comunidades aut¨®nomas (que son quienes tienen competencia para prohibir o no su venta) alertando de que las pulseras hologr¨¢ficas incurren en publicidad enga?osa. Al no ser un producto sanitario, no son competencia del Ministerio de Sanidad.
La semana pasada, Facua denunciaba ante las autoridades sanitarias a varias empresas que comercializan los collares cu¨¢nticos, que se presentan como fabricados con minerales seleccionados por su propiedades curativas naturales. Las empresas denunciadas son Q-Link, Dalimara Quantum, Quantum Science y Cinco Estrellas. Tambi¨¦n se asegura que estos collares "aislan radiaciones" y, como con las pulseras milagro, sus creadores han utilizado para publicitarlos a estrellas del deporte y la televisi¨®n, "as¨ª como a supuestos m¨¦dicos para avalar sus poderes", dice Facua.
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