Los activistas antinucleares alemanes no logran frenar al tren 'castor'

Tras 109 horas el tren cargado de residuos nucleares franceses lleg¨® a su destino. Los activistas lo intentaron todo, pero en torno a las cinco de la ma?ana del lunes el convoy entr¨® en la estaci¨®n de Dannenberg, al norte de Alemania, seg¨²n la agencia AFP.

Las escaramuzas entre polic¨ªas y manifestantes retrasaron un tiempo r¨¦cord el avance del tren al cementerio provisional de Gorleben, al norte del pa¨ªs. El tren, conocido como castor por el acr¨®nimo ingl¨¦s de Contenedor de Almacenamiento y Transporte Radioactivo, transporta 2.500 toneladas de residuos nucleares. Su trayecto por las v¨ªas alemanas ha resultado el m¨¢s lento de los 12 transportes llevados a cabo entre el centro de reprocesado de combustible de La Hague, en Francia, y su destino final. La etapa m¨¢s conflictiva han sido los ¨²ltimos kil¨®metros antes de que el tren lleguara a Dannenberg, donde los contendedores dejan las v¨ªas y son depositados en camiones que los llevan a Gorleben. El domingo, un grupo de campesinos de la regi¨®n ha bloque¨® las v¨ªas con una pir¨¢mide de hormig¨®n de 600 kilos de peso, que la polic¨ªa tard¨® horas en apartar del camino.

Las noticias desde la zona han sido confusas. Durante el fin de semana, 20.000 polic¨ªas trataron de mantener despejados los ra¨ªles, desalojando una larga serie de sentadas y tratando de evitar otras tentativas de sabotaje. Como ya ocurri¨® en el transporte de 2010, un grupo de activistas llam¨® a quitar la grava sobre la que descansan las v¨ªas ferroviarias, para impedir as¨ª el avance del tren. El convoy de 2010 fue enormemente pol¨¦mico, porque se puso en marcha cuando el Gobierno planeaba alargar la vida ¨²til de las nucleares alemanas. Tard¨® 92 horas en llegar a su destino.

El masivo movimiento antinuclear alem¨¢n ve en los castores la encarnaci¨®n de los riesgos de la tecnolog¨ªa at¨®mica. Devuelven a Alemania los restos de combustible nuclear usado que sus centrales nucleares enviaron a La Hague y a Sellafield (Gran Breta?a) para su reprocesamiento. La basura radiactiva, que ser¨¢ peligrosa durante miles de a?os, debe descansar en Gorleben hasta que Alemania designe un cementerio nuclear definitivo para estos peligrosos deshechos.

Protestas recurrentes

Los seiscientos metros de contenedores sobre ra¨ªles son, a?o tras a?o, motivo de grandes movilizaciones ciudadanas que desaf¨ªan el fr¨ªo del norte alem¨¢n. Siempre se registran episodios violentos y cargas policiales con decenas de heridos. Este a?o, los enfrentamientos empezaron ya el jueves, un d¨ªa despu¨¦s de que el tren se pusiera en marcha. El a?o pasado, la polic¨ªa pareci¨® perder el control sobre los manifestantes en varios tramos del transporte. Seg¨²n las informaciones que llegan ayer de la regi¨®n, este a?o se han aplicado con m¨¢s contundencia de lo habitual. Cerca de la localidad de Dahlenburg, diversos testigos presenciales describieron una carga de polic¨ªas a caballo en la que los funcionarios "se arriesgaron a provocar heridas graves" a los manifestante arrollados. Todo indica que las fuerzas del orden han optado por una estrategia de intimidaci¨®n agresiva para evitar escenas ca¨®ticas como las de 2010. Obtuvieron el resultado contrario.

Este duod¨¦cimo castor ha sido tambi¨¦n el ¨²ltimo de deshechos altamente radioactivos que provenga de La Hague. Alemania prohibi¨® en 2005 que el combustible usado se env¨ªe a plantas de reprocesamiento. Sin embargo, adem¨¢s de las miles de toneladas que ya hab¨ªan mandado a La Hague, las nucleares alemanas tambi¨¦n enviaron casi mil toneladas de residuos a la planta de Sellafield, al norte de Inglaterra. Estos regresar¨¢n entre 2014 y 2017 con una nueva serie de castores. Adem¨¢s, Gorleben espera 170 castores con material menos peligroso precedente de La Hague, que llegar¨¢n hasta 2024. Todo esto, a la espera de que Alemania designe un gran cementerio nuclear definitivo para todos los residuos. Entonces empezar¨¢ una serie de transportes a gran escala de todos los residuos almacenados hasta ahora. Cada uno de estos transportes cuesta decenas de millones de euros al Estado. El de 2010, 35 millones. Que se quedar¨¢n cortos este a?o.