"Deb¨ª hab¨¦rmelo cargado: mi madre estar¨ªa viva"
El hijo de Rosario preferir¨ªa estar preso en la c¨¢rcel Paqui Rom¨¢n recuerda el calvario que vivi¨® su hermana
"Mi hermana vivi¨® un aut¨¦ntico infierno. Todos lo sab¨ªamos; lo sab¨ªa Yoli, su hija, y tambi¨¦n Patxi, el peque?o, de 27 a?os. Pero... ". Pero. Cuesta terminar la frase. Rosario Rom¨¢n, de 55 a?os, fue acuchillada por su expareja, Freddy Apolo, de 42 a?os y origen ecuatoriano, en Hernani (Gipuzkoa) el pasado 3 de julio. El agresor tambi¨¦n hiri¨® a su hija, Yolanda S¨¢nchez Rom¨¢n, de 30 a?os, que salv¨® su vida gracias a la intervenci¨®n de un joven marroqu¨ª. Rosario era cocinera en la Policl¨ªnica de San Sebasti¨¢n y "le encantaba la playa", recuerda su hermana, Paqui Rom¨¢n, sentada en la terraza de un bar de la localidad vasca, a la que emigraron hace 50 a?os. La familia es de origen andaluz.
"A mi hermana todav¨ªa no se le hab¨ªa ido del todo el acento andaluz. Ya ves que yo soy euskaldun cien por cien, pero ella, como mi madre, todav¨ªa lo conservaba", cuenta su hermana. Paqui habla con voz firme y las ideas claras.
La misma actitud que le acompa?¨® durante esos primeros d¨ªas de julio de funerales, homenajes y concentraciones contra los cr¨ªmenes sexistas -el mismo d¨ªa que Freddy Apolo asesin¨® a Rosario, un hombre mataba en Zaragoza a su mujer, de 28 a?os.
Paqui Rom¨¢n explica el porqu¨¦ de su entereza: dice que no se puede permitir que su hijo, de 11 a?os, llore o tenga miedo a salir a la calle. "Sea como sea, hay que tirar adelante. No puedo dejar que me vean llorar. Me acuerdo de que mi hijo me dec¨ªa: 'Ama, te ha visto por la tele y si sale de la c¨¢rcel va a ir a por ti". El agresor hab¨ªa amenazado a varias mujeres de la familia.
Ella ten¨ªa miedo y lo denunci¨® alguna vez, pero despu¨¦s se retract¨®.?Era cocinera, amaba la playa y a¨²n conservaba su acento andaluz
Paqui es la tercera de cinco hermanos. Recuerda con los ojos empa?ados pero sin dejar que una l¨¢grima se deslice por sus mejillas o se quiebre su voz.
La familia de Rosario, consciente de los malos tratos que su hermana mayor recib¨ªa tras una relaci¨®n de siete a?os con sus idas y venidas, hab¨ªa denunciado en m¨¢s de una ocasi¨®n el acoso al que le somet¨ªa Freddy Apolo sin ning¨²n resultado. Y despu¨¦s del crimen, han ido descubriendo episodios de amenazas y malos tratos que desconoc¨ªan por completo.
Rosario hab¨ªa denunciado a su pareja en alguna ocasi¨®n, pero se retract¨®. "Ten¨ªa mucho miedo, hab¨ªa amenazado a toda su familia y pens¨® que lo ¨²nico que pod¨ªa hacer era quitar las denuncias", aclara Paqui. En una ocasi¨®n, el hijo menor de Rosario lleg¨® a agredir a Freddy Apolo.
"Le dio con un casco de moto en la cabeza", relata su t¨ªa. Un episodio que se resolvi¨® retirando denuncias mutuas entre el agresor y la familia de la fallecida. Tal era la desesperaci¨®n de Patxi, la rabia que sent¨ªa por no poder hacer nada, que en m¨¢s de una ocasi¨®n, ha comentado a la familia: "Me lo tendr¨ªa que haber cargado. Yo estar¨ªa en la c¨¢rcel, pero mi madre estar¨ªa viva".
Antes de despedirse, Paqui Rom¨¢n abre un monedero que fue de su hermana y que ella se ha quedado como recuerdo; ense?a un par de fotos: "Mira qu¨¦ guapa era".
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