Los obispos de EE UU llaman a la rebeli¨®n contra la reforma sanitaria de Obama

En la homil¨ªa del domingo, los curas norteamericanos llamaron a la insurrecci¨®n. Una semana despu¨¦s de que el Gobierno de Barack Obama ratificara una norma seg¨²n la cual exigir¨¢ a organizaciones caritativas, hospitales y universidades de afiliaci¨®n religiosa que cubran los gastos de anticonceptivos a sus empleados, numerosos obispos y p¨¢rrocos cat¨®licos emplearon sus p¨²lpitos para criticar duramente la medida. Pidieron adem¨¢s a los fieles norteamericanos que se unan a una campa?a de presi¨®n sobre el Capitolio, para que ¨¦ste detenga los planes de la Casa Blanca.

¡°Al tomar esa decisi¨®n, la Administraci¨®n ha apartado a un lado la primera enmienda de la Constituci¨®n de Estados Unidos, negando a los cat¨®licos la libertad fundamental y primordial de nuestra naci¨®n, la de la libertad religiosa. Como resultado, a menos que se logre anular esa decisi¨®n, los cat¨®licos nos veremos obligados a violar nuestra conciencia o negar la cobertura sanitaria a nuestros empleados¡±, dijo el obispo de Phoenix, Thomas Olmsted, en una carta le¨ªda en las 92 parroquias que dependen de ¨¦l el domingo. ¡°No podemos cumplir -y no cumpliremos- con esa ley injusta¡±.

Hay en Estados Unidos unos 50 millones de cat¨®licos, aproximadamente un 25% de la poblaci¨®n, seg¨²n diversos estudios. Un an¨¢lisis de la Universidad Cat¨®lica de Am¨¦rica mantiene que 15 millones de ellos acuden semanalmente a misa. Numerosas parroquias leyeron cartas similares a la del obispo Olmsted en la pasada misa dominical. Adem¨¢s, llamaron a los fieles a participar en una campa?a de env¨ªo de cartas al Capitolio, para que los congresistas aprueben una enmienda a la constituci¨®n que ilegalice el aborto y, con ¨¦l, m¨¦todos anticonceptivos como la p¨ªldora del d¨ªa despu¨¦s.

El cardenal Donald Wuerl, arzobispo de Washington, se reuni¨® el 19 de enero con Benedicto XVI en el Vaticano, para expresarle la profunda preocupaci¨®n de los curas norteamericanos por lo que calific¨® de ¡°ataques contra la libertad religiosa¡± por parte del Presidente Obama. Los calific¨® de ¡°grave amenaza contra el testimonio p¨²blico y moral de la Iglesia, presentada por un secularismo radical que encuentra una mayor presencia en las esferas pol¨ªtica y cultural¡±, seg¨²n el arzobispado de Washington.

El Departamento de Sanidad de EE UU aprob¨® el pasado mes de agosto una normativa, dentro de la reforma sanitaria de Obama, por la cual obliga a organizaciones caritativas, centros m¨¦dicos y universidades a ofrecer a sus empleados p¨®lizas de seguro que cubran m¨¦todos anticonceptivos. Ante la presi¨®n de la conferencia episcopal y otros grupos religiosos, el Gobierno abri¨® un plazo de reconsideraci¨®n de la norma, que cerr¨® el pasado 20 de enero. Entonces, la Secretaria de Sanidad, Kathleen Sebelius dijo que manten¨ªa el requerimiento. S¨®lo quedar¨¢n exentos de ella los templos y las escuelas religiosas de primaria y secundaria.

¡°Hemos tomado esta decisi¨®n despu¨¦s de una consideraci¨®n muy pormenorizada, dadas las objeciones que algunos han expresado, relativas a la libertad religiosa¡±, dijo entonces Sebelius. ¡°Creo que esta norma mantiene el equilibrio adecuado entre el respeto a la libertad religiosa y un mayor acceso a los m¨¦todos de prevenci¨®n¡±. Aun as¨ª, Sebelius decidi¨® darle a las organizaciones religiosas m¨¢s tiempo para implementar la nueva norma. Deber¨¢n ofrecer la cobertura de anticonceptivos a partir de agosto de 2013, un a?o despu¨¦s de lo inicialmente previsto. La medida incluye tambi¨¦n m¨¦todos de esterilizaci¨®n, como las vasectom¨ªas y el ligamiento de trompas.

Una de las organizaciones que m¨¢s activamente se ha opuesto a esa exigencia es Catholic Charities of America, una red de 171 organizaciones cat¨®licas de caridad, que cada a?o ofrece servicios m¨¦dicos y sociales a 10,3 millones de personas. Es una gran red que gestiona hospicios, hospitales y comedores, entre otros, y que emplea a 70.000 personas. Ha amenazado al Gobierno con el cierre de numerosas instalaciones, con los consiguientes despidos masivos. Se trata de un prospecto da?ino, dado el desempleo del 8,5% en EE UU y que en el pa¨ªs no hay una red p¨²blica nacional de hospicios u hospitales para indigentes.