La Iglesia mira cara a cara a las v¨ªctimas de abusos sexuales
Un simposio sin precedentes re¨²ne a la jerarqu¨ªa y a los afectados en Roma El Papa pide una ¡°profunda renovaci¨®n en todos los niveles¡±
El Vaticano parece dispuesto a terminar de una vez con el ¡°silencio c¨®mplice¡± de la Iglesia cat¨®lica con respecto a la pederastia. Los superiores de una treintena de ¨®rdenes religiosas y representantes de 110 conferencias episcopales de todo el mundo participan desde el lunes hasta el jueves en un simposio, organizado por la Pontificia Universidad Gregoriana de Roma, para prevenir y atajar los abusos a menores por parte de los cl¨¦rigos. Nada m¨¢s llegar, recibieron un mensaje muy contundente del Papa. Les dec¨ªa que la pederastia es ¡°una tragedia¡±, que la curaci¨®n de las v¨ªctimas tiene que ser la ¡°preocupaci¨®n prioritaria¡± de la comunidad cristiana y que la Iglesia necesita ¡°una profunda renovaci¨®n en todos los niveles¡±. Hay adem¨¢s dos se?ales que subrayan hasta qu¨¦ punto Benedicto XVI parece implicado en la batalla. La primera es la participaci¨®n en su nombre del cardenal William J. Levada, prefecto de la Congregaci¨®n para la Doctrina de la Fe, quien admiti¨®: ¡°En los ¨²ltimos diez a?os nos han llegado 4.000 denuncias de abusos, que han puesto de manifiesto la inadecuada e insuficiente respuesta can¨®nica¡±. Otro aspecto importante es que el primer testimonio ser¨¢ el de Marie Collins, una mujer irlandesa que padeci¨® de ni?a los abusos de un sacerdote. Ser¨¢ su sufrimiento el que abra el simposio.
El cardenal Levada abre la jornada con una irlandesa que fue vejada
Durante d¨¦cadas, la Iglesia ha amortajado con el silencio el m¨¢s sucio de los cr¨ªmenes. El que un adulto, protegido adem¨¢s por una sotana y la confianza de los que le rodean, comete sobre un menor inocente e indefenso. Los casos de Holanda ¡ªm¨¢s de 20.000 v¨ªctimas desde 1945¡ª, Irlanda ¡ªm¨¢s de 25.000 entre los m¨¢s desfavorecidos¡ª o Alemania ¡ªlos ni?os del coro de Ratisbona sufr¨ªan acosos de forma sistem¨¢tica¡ª constituyen solo un doloroso ejemplo de una realidad terrible y mundial. Benedicto XVI, seg¨²n se?alan los organizadores del simposio, est¨¢ decidido a fijar como una prioridad de su pontificado la ¡°tolerancia cero¡± contra los abusos. Un empe?o dif¨ªcil por cuanto existen todav¨ªa pr¨ªncipes de su Iglesia ¡ªentre ellos el cardenal espa?ol Antonio Ca?izares¡ª que en declaraciones p¨²blicas no muy lejanas sit¨²an la pederastia casi como una an¨¦cdota ¡ª¡°lo que haya podido pasar en unos cuantos colegios¡±¡ª en comparaci¨®n con ¡°los millones de vidas destruidas por el aborto¡±.
De ah¨ª que, como primera medida, el Papa haya ordenado a los suyos romper el silencio. El encuentro de Roma es sin duda la mejor prueba. El poderoso cardenal estadounidense William J. Levada tiene la misi¨®n de recordar a los participantes en el simposio ¡ªtitulado Hacia la curaci¨®n y la renovaci¨®n¡ª que fue el Pont¨ªfice quien, en una carta cursada el 16 de mayo de 2011, reclam¨® a todas las conferencias episcopales del mundo medidas para atajar el problema. Porque, como declar¨® el lunes a Radio Vaticano el arzobispo Charles Scicluna, la Iglesia tiene ¡°el deber¡± de colaborar con las autoridades para combatir la pederastia. El malt¨¦s Scicluna, promotor de justicia de la Congregaci¨®n para la Doctrina de la Fe, se muestra tajante: ¡°Los abusos a menores no solo son un pecado, sino tambi¨¦n un delito. Y adem¨¢s de colaborar con las autoridades, tenemos que asegurar la mejor protecci¨®n a los menores. Lo primero que hay que hacer es comprender bien el problema, el triste fen¨®meno de esos abusos sexuales contra los m¨¢s peque?os, para actuar con determinaci¨®n¡±. El mensaje del Papa incid¨ªa en la protecci¨®n a los menores: ¡°Todo acto de caridad, incluso hacia el m¨¢s peque?o de nuestros hermanos, es un acto de caridad hacia Dios¡±.
Representantes de ¨®rdenes religiosas pedir¨¢n perd¨®n p¨²blicamente
Exactamente lo contrario, al menos hasta ahora, de lo que ha venido haciendo la Iglesia. De hecho, miles de v¨ªctimas se han ido a la tumba en silencio, despu¨¦s de vivir toda la vida con su secreto, guard¨¢ndolo como una verg¨¹enza, porque en muchos de los casos sus victimarios les trasladaron la responsabilidad del pecado. Seg¨²n ha trascendido, Marie Collins, la mujer irlandesa v¨ªctima de abusos en su ni?ez, se mostr¨® en principio reacia a participar en un seminario organizado por el Vaticano a trav¨¦s de la Pontificia Universidad Gregoriana. Pero luego pens¨® que, entre sus oyentes, no solo estar¨ªan sacerdotes llegados de todo el mundo y expertos en psicolog¨ªa o derecho. Sino tambi¨¦n altos representantes de la curia. Como muestra de que el prop¨®sito de enmienda es real y no fingido, los representantes de algunas ¨®rdenes religiosas en cuyo seno se han cometido abusos pedir¨¢n durante el simposio p¨²blico perd¨®n a las v¨ªctimas.
Unas v¨ªctimas que, desgraciadamente, no son patrimonio del pasado. El propio arzobispo Scicluna ha advertido de que ¡°el problema sigue siendo muy extenso, tambi¨¦n en ?frica o en Asia, donde no hay sensibilidad social para rechazar los abusos¡±. ¡°Nuestro objetivo¡±, se?ala un responsable de la organizaci¨®n, ¡°es combatir la pederastia en la Iglesia desde el frente m¨¢s eficaz y tambi¨¦n m¨¢s doloroso: desde dentro de la propia Iglesia¡±.
Una lacra mundial
Francia. Jean-Lucien Maurel, director de una escuela en Aveyron (Francia) entre 1994 y 1996, fue condenado por violar a tres ni?os en marzo de 2000.
Reino Unido. El l¨ªder de la Iglesia cat¨®lica en Inglaterra y Gales, el arzobispo Cormac Murphy-O'Connor, reconoci¨® su error en julio de 2000 por autorizar que el ped¨®filo Michael Hill trabajara como obispo. En 1997, Hill fue encarcelado por abusar de nueve ni?os durante dos d¨¦cadas.
Estados Unidos. Pol¨¦mica en 2004 tras conocerse el informe sobre abusos encargado por la Conferencia de Obispos Cat¨®licos. M¨¢s de 10.600 personas formularon denuncias. Las archidi¨®cesis de Los ?ngeles y Chicago acordaron pagar casi 500 millones de euros a m¨¢s de 500 v¨ªctimas desde 1940.
Irlanda. Mayo de 2009. Un informe detalla d¨¦cadas de violencia sexual a menores en los orfanatos, reformatorios y escuelas propiedad o dirigidas por miembros de la Iglesia cat¨®lica.
Alemania. Marzo de 2010. El arzobispo de Ratisbona informa de las vejaciones de cuatro educadores durante 15 a?os a miembros del coro de voces blancas que dirigi¨® Georg Ratzinger, hermano del Papa, entre 1964 y 1993.
Holanda. Un informe concluy¨® en 2011 que entre 10.000 y 20.000 menores fueron abusados por la Iglesia cat¨®lica desde 1945.
Espa?a. Hay ocho curas condenados y al menos 12 denunciados.
B¨¦lgica. Dos exobispos son sospechosos de abusos continuados.
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