400 afganas v¨ªctimas de violencia, encarceladas por "crimen moral"
La mayor¨ªa de las mujeres internas en centros juveniles o prisiones cumplen condena por abandonar hogares en los que eran maltratadas, violadas o prostituidas
Es duro ser mujer en Afganist¨¢n. A la miseria material y cultural que a¨²n sufren la mayor¨ªa de los afganos, se suma en el caso de las f¨¦minas la maldici¨®n tribal te?ida de barniz de religioso de ser depositarias del honor familiar. El menor desliz, real o percibido por los varones, acaba con ellas muertas o, en el mejor de los casos, en prisi¨®n. Human Rights Watch (HRW) denuncia que hay "400 mujeres y ni?as encarceladas por delitos contra la moral" y pide a EE UU y otros pa¨ªses donantes que presionen al Gobierno de Hamid Karzai para que deje de castigar a las v¨ªctimas y persiga a sus agresores.
Un "delito contra la moral" en Afganist¨¢n es oponerse a un matrimonio forzado, ser violada o quejarse de la violencia dom¨¦stica. As¨ª lo deja claro el demoledor informe que HRW hizo p¨²blico el mi¨¦rcoles. A lo largo de 120 p¨¢ginas, Tuve que escaparme: mujeres y ni?as encarceladas por ¡®delitos contra la moral¡¯ en Afganist¨¢n recoge entrevistas con 58 afganas en tres prisiones y tres centros de detenci¨®n juvenil. La mayor¨ªa de las menores y la mitad de las adultas est¨¢n privadas de libertad por ese tipo de acusaciones.
Parwana S. no es su verdadero nombre, pero es como HRW identifica a una chica de 19 a?os acusada de "escaparse" tras huir de un marido y una suegra que la golpeaban. "Intentar¨¦ ser independiente y divorciarme de ¨¦l. Odio la palabra ¡®marido¡¯. Mi h¨ªgado est¨¢ totalmente negro por su culpa¡ Si hubiera sabido [que terminar¨ªa en] la c¨¢rcel y dem¨¢s, me hubiera suicidado saltando al r¨ªo", conf¨ªa a los investigadores.
Es solo un ejemplo de la desesperaci¨®n. HRW denuncia que las afganas llevan todas las de perder ante el sistema judicial. Aunque ¡°escaparse¡± de casa sin permiso no es un delito en el C¨®digo Penal afgano, el Tribunal Supremo ha instruido a los jueces para que traten como delincuentes a las mujeres y ni?as que huyen.
La polic¨ªa las detiene ante la mera queja de su marido o un familiar. Incluso cuando son ellas las que acuden a pedir protecci¨®n ante el maltrato dom¨¦stico, terminan detenidas y condenadas a largas penas con el ¨²nico fundamento de "confesiones" obtenidas sin la presencia de un abogado. Mujeres violadas o forzadas a prostituirse son rutinariamente acusadas de zina (relaciones sexuales fuera del matrimonio), un delito castigado con 15 a?os de prisi¨®n.
"Resulta sorprendente que diez a?os despu¨¦s del derrocamiento de los talibanes, las mujeres sigan siendo encarceladas por escapar de la violencia dom¨¦stica o de un matrimonio forzado", ha declarado el director ejecutivo de HRW, Kenneth Roth.
HRW reconoce los grandes avances que Afganist¨¢n ha realizado en la ¨²ltima d¨¦cada en materia de educaci¨®n, mortalidad infantil, empleo e incluso el papel de la mujer en la vida p¨²blica y las instituciones de gobierno. Sin embargo, la mentalidad sigue anclada en el pasado. Seg¨²n la ONU, entre el 60% y el 80% de los matrimonios afganos son forzados por el padre o los varones de la familia sobre ni?as que rara vez han alcanzado los 16 a?os.
Una reciente declaraci¨®n del Consejo de Ulemas, la m¨¢s alta instituci¨®n isl¨¢mica del pa¨ªs, reitera la prohibici¨®n de entregar a las hijas a otra familia como forma de resolver una disputa, se muestra en contra de los matrimonios forzados y reafirma el derecho de las mujeres a heredar y ser propietarias de bienes. Pero tambi¨¦n subraya su sumisi¨®n al var¨®n al establecer que no deben viajar sin un chaper¨®n, ni mezclarse con hombres en clase o en el trabajo, adem¨¢s de respetar el hiyab, o cobertura isl¨¢mica.
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