Vuelos de Guinea a ?vila sin aeropuertos

La migraci¨®n de las aves est¨¢ llena de titulares grandilocuentes, pero reales, que casi siempre pasan desapercibidos: ¡°400.000 cig¨¹e?as y rapaces atraviesan el estrecho de Gibraltar rumbo a sus zonas de cr¨ªa¡±; ¡°Un ¨¢guila calzada recorre 3.500 kil¨®metros entre Guinea y ?vila en su migraci¨®n prenupcial¡±; ¡°Casi 700 millones de peque?os p¨¢jaros atraviesan o se asientan en la pen¨ªnsula Ib¨¦rica durante su viaje primaveral¡±. Y lo m¨¢s importante: el control y la informaci¨®n derivados de este seguimiento ayudan a conocer mejor el comportamiento de miles de especies y a establecer pol¨ªticas efectivas de conservaci¨®n y protecci¨®n.

Este fin de semana se celebra el D¨ªa Mundial de las Aves Migratorias, una buena oportunidad para conocer con m¨¢s detalle este fen¨®meno que mueve a miles de millones de ejemplares por todo el planeta en dos oleadas: la prenupcial, que concluy¨® hace poco con la llegada a los lugares de reproducci¨®n; y la postnupcial, la que comienza a finales del verano en busca de latitudes m¨¢s benignas para pasar el invierno. La Sociedad Espa?ola de Ornitolog¨ªa (SEO/BirdLife) organiza m¨¢s de una decena de citas por toda Espa?a en este sentido, incluida la presentaci¨®n de su Club Aventureros para ni?os. Por ejemplo, habr¨¢ ocasi¨®n de acercarse a los avatares de las seis ¨¢guilas calzadas marcadas con emisores sat¨¦lite GPS dentro del programa La migraci¨®n de las aves, en el que colabora la Fundaci¨®n Iberdrola.

La migraci¨®n mueve a miles de millones de aves en dos oleadas: la prenupcial y la postnupcial

El aguililla calzada 02 sali¨® el 6 de marzo de 2012 de su lugar de invernada en Guinea y tras 48 d¨ªas, 3.560 kil¨®metros y seis pa¨ªses atravesados (Guinea, Mali, Mauritania, Argelia, Marruecos y Espa?a), lleg¨® a Madrigal de las Altas Torres (?vila) el 22 de abril de 2012. Toda esta informaci¨®n, y m¨¢s, est¨¢ disponible casi en tiempo real en la p¨¢gina web del programa. Ana Bermejo, del ?rea de Estudios y Seguimiento de Avifauna de SEO/BirdLife, supervisa diariamente los resultados de este novedoso sistema de geolocalizaci¨®n y seguimiento remoto. ¡°La informaci¨®n que recibimos es muy valiosa, porque hasta ahora sab¨ªamos d¨®nde y c¨®mo protegerla en Espa?a, pero desconoc¨ªamos qu¨¦ le pasaba en sus lugares de invernada y, por tanto, si el que no volviera aqu¨ª o lo hiciera en malas condiciones respond¨ªa a problemas que sufr¨ªa en ?frica, por ejemplo la sequ¨ªa; de esta manera, se enfocan mejor los esfuerzos de conservaci¨®n¡±, comenta.

Las seis ¨¢guilas calzadas a las que se instal¨® el GPS el pasado a?o, antes de su marcha, han vuelto. Ahora falta por saber si lo han hecho los 15 abejarucos, 30 carriceros tordales y otros 15 autillos a los que, tambi¨¦n dentro del proyecto, se les instal¨® otro sistema que requiere la recaptura del animal para obtener la informaci¨®n. S¨ª se sabe que Trigo, Sahel y Vega, tres alimoches, han llegado igualmente a las hoces del r¨ªo Riaza (Segovia) tras casi veinte d¨ªas de vuelo desde el sur de Mauritania. Se trata de otro proyecto similar v¨ªa sat¨¦lite que impulsa WWF/Espa?a junto a la Fundaci¨®n Biodiversidad que tiene a esta ave carro?era como protagonista y del que tambi¨¦n se obtiene informaci¨®n diaria del periplo migratorio.

Si hay que hablar de tradici¨®n en el estudio de este fen¨®meno hay que bajar al estrecho de Gibraltar

Pero si hay que hablar de tradici¨®n en el estudio de este fen¨®meno hay que bajar a las costas del estrecho de Gibraltar, donde los voluntarios de la Fundaci¨®n Migres llevan 10 a?os contando a ojo el paso de millones de aves, especialmente rapaces y cig¨¹e?as. Seg¨²n Alejandro Onrubia, coordinador del programa Migres, ¡°los dos ¨²ltimos a?os se ha estabilizado el paso de rapaces y cig¨¹e?as en unas 400.000 en total; y por el contrario se ha detectado un descenso paulatino de aves m¨¢s peque?as, como vencejos, con pasos que suponen hasta una octava parte menos de los registros que tenemos de hace 30 o 40 a?os¡±. La explicaci¨®n no reside solo en una posible merma de ejemplares, sino tambi¨¦n en el cambio de los patrones migratorios.

Lo apunta Ana Bermejo -¡°hace 30 o 40 a?os se iban todas las cig¨¹e?as y ahora, en cada censo, detectamos que se quedan m¨¢s individuos¡±- y lo corrobora Alejandro Onrubia: ¡°Los vencejos, pero tambi¨¦n pinzones, jilgueros, verderones y verdecillos, tienden a quedarse en sus zonas de cr¨ªa o a realizar peque?as migraciones, es decir, que ejemplares del norte de Europa llagan hasta el sur de Francia o el norte de Espa?a, pero no vuelven a pasar por el Estrecho¡±. El cambio clim¨¢tico, que propicia inviernos m¨¢s benignos, y los cambios en el uso del suelo y los recursos (proliferaci¨®n de vertederos) motiva que muchas aves se piensen dos veces lo de migrar, teniendo en cuenta la gran cantidad de energ¨ªa que emplea en los viajes y los contratiempos a los que deben hacer frente. En el norte, en los pasos de los Pirineos, otro programa, Lindus, corrobora esta tendencia.

Otra ¨²ltima curiosidad que apunta Onrubia y que propicia un intenso debate en la actualidad es que la afinaci¨®n de los m¨¦todos de seguimiento de la migraci¨®n ofrece cifras de especies por encima de las estimadas en los censos de zonas de cr¨ªa. Cita el caso de los milanos negros y los halcones abejeros: ¡°Contamos m¨¢s aqu¨ª de las estimaciones para toda Europa¡±. Pero el m¨¢s notorio es el de las pardelas baleares (tambi¨¦n supervisan el paso de aves marinas que van del Mediterr¨¢neo al Atl¨¢ntico Norte), una especie catalogada en peligro cr¨ªtico de extinci¨®n. ¡°En el ¨²ltimo conteo salieron 23.000 hacia el Atl¨¢ntico por el Estrecho y, sin embargo, las cifras de cr¨ªa est¨¢n en torno a las 3.000 parejas¡±. Son las cosas del Estrecho, por donde pasan hasta 40 millones de peque?as aves de los 700 millones que anualmente emprenden la aventura migratoria.