Expertos de EE UU recelan de la utilidad del cribado de c¨¢ncer de pr¨®stata

La controvertida prueba de detecci¨®n de c¨¢ncer de pr¨®stata en sangre (el an¨¢lisis que mide el ant¨ªgeno prost¨¢tico espec¨ªfico, PSA) sigue bajo los focos de la comunidad cient¨ªfica. En este caso las dudas llegan del Grupo de Trabajo de Servicios Preventivos de EE UU (USPSTF por sus siglas en ingl¨¦s). En un art¨ªculo publicado esta semana en la revista Annals of Internal Medicine, este grupo de expertos desaconseja el test debido al gran n¨²mero de falsos positivos que arroja.

El 80% de los resultados positivos en esta prueba son err¨®neos, seg¨²n asegura este trabajo, lo que deriva en pruebas innecesarias para los hombres que en realidad no padecen c¨¢ncer. La raz¨®n principal de esta decisi¨®n, seg¨²n los expertos, es que los efectos secundarios de las posibles (y agresivas) pruebas de diagn¨®stico complementarias, como son las biopsias, o los tratamientos derivados de los resultados de la PSA, como el tratamiento de radioterapia y la cirug¨ªa, pueden ser muy da?inos para el individuo. Las secuelas m¨¢s comunes son la impotencia y la incontinencia.

Por todas estas cuestiones, en Espa?a no se recomienda la prueba como cribado debido a su falta de imprecisi¨®n. Este an¨¢lisis mide la presencia del ant¨ªgeno en sangre, que es baja en hombres j¨®venes sanos. Sin embargo, unas tasas elevadas, aunque sirven de referencia para alertar sobre una posible neoplasia, no indican que necesariamente haya un tumor en curso. Tambi¨¦n pueden significar la presencia de otra enfermedad de la pr¨®stata. Incluso existe un cierto porcentaje de pacientes con c¨¢ncer de pr¨®stata y valores de PSA normales.

Por todo ello, se trata de una prueba discutida. Y cada vez hay m¨¢s voces que no la recomiendan. El grupo de estudio estadounidense ha llegado a esta conclusi¨®n tras la revisi¨®n de dos trabajos, uno europeo y otro norteamericano, en los que fueron estudiados un total de 250.000 hombres y cuya evaluaci¨®n no lleg¨® a determinar si la prueba evitaba futuras muertes por c¨¢ncer de pr¨®stata. La PSA se practica en EE UU desde hace m¨¢s de dos d¨¦cadas y aunque la prevalencia de los casos ha disminuido del 50% al 30%, varias asociaciones norteamericanas ya hab¨ªan dado la voz de alerta sobre lo impreciso de este an¨¢lisis.

El c¨¢ncer de pr¨®stata es el segundo tipo de tumor maligno m¨¢s diagnosticado en hombres en los EE UU. La mayor¨ªa de los casos tienen un buen pron¨®stico incluso sin tratamiento, relata el informe. La probabilidad de morir con esta enfermedad es de 2,8%, es raro padecerla antes de los 50 a?os y muy pocos fallecen antes de los 60. El 60% de las muertes se producen en personas mayores de 75 a?os. En Espa?a, es el tumor m¨¢s frecuente en hombres, por delante de las neoplasias de pulm¨®n y colon, aunque presenta una menor mortalidad. Seg¨²n la Asociaci¨®n Nacional de Urolog¨ªa, se detectan m¨¢s de 18.800 casos al a?o.

Entre los beneficios de usar pruebas de prevenci¨®n est¨¢n la reducci¨®n de las muertes por c¨¢ncer, el aumento de a?os en la supervivencia y el descenso de la aparici¨®n de problemas a?adidos como las met¨¢stasis, dice el estudio. La otra cara de la moneda son los efectos secundarios de los tratamientos de cirug¨ªas, radioterapia y biopsias. No solo en el caso de sobrediagn¨®stico. Tambi¨¦n porque en casos de aparici¨®n tard¨ªa (los m¨¢s frecuentes), su lenta evoluci¨®n hace innecesarias las medidas terap¨¦uticas agresivas.

El c¨¢ncer de pr¨®stata es el tumor m¨¢s frecuente en hombres en Espa?a, por delante de las neoplasias de pulm¨®n y colon

A pesar de la decisi¨®n tomada esta semana respecto a esta prueba, la ley federal en Estados Unidos establece que los seguros m¨¦dicos deben seguir ofreciendo esta opci¨®n a los pacientes. Incluso, si algunos hombres deciden hac¨¦rsela, pueden. Aunque el estudio puntualiza que los m¨¦dicos deben ser los encargados, entonces, de comunicar a sus pacientes los riesgos y beneficios de dicho an¨¢lisis.

La mayor organizaci¨®n estadounidense de pacientes de c¨¢ncer de pr¨®stata insisti¨® en 2010 que, a pesar de las dudas, la PSA segu¨ªa siendo la mejor prueba existente para detectar este tipo de neoplasia.