¡°El periodismo primero dispara y luego pregunta¡±
El periodista acaba de publicar un libro sobre el asesinato del alcalde de Fago en 2007
¡°Creo que se podr¨ªa hacer algo m¨¢s¡±, sostiene Carles Porta. A sus 49 a?os, hace ya siete que dej¨® el periodismo de trinchera, del d¨ªa a d¨ªa, pero le preocupa lo que ve. ¡°El periodismo se ha convertido en un espect¨¢culo, y dentro del show no hay nada mejor que un muerto¡±. Hoy se gana la vida como productor, pero sigue tent¨¢ndole la informaci¨®n. Por eso, cuando recibi¨® una llamada para que se acercase a Fago, donde acababa de ser asesinado un alcalde, cogi¨® carretera y manta.
Luego se pas¨® cinco a?os inmerso en el tema, a la caza de la realidad, que intent¨® aprehender en una decena de libretas de colores, que despliega sobre el escritorio de su casa. Entre notas, cartas, documentos, anotaciones... se le pasa la hora. La mesa est¨¢ reservada a las dos y son casi las tres. ¡°Va, vamos¡±, repite por tercera vez. Ha elegido un restaurante de confianza, delante de su casa. Xavi, due?o del Genial, le ha guardado una mesa con vistas.
Porta, casado y con dos hijos adolescentes, se empecin¨® en contar la ¡°verdad de al menos una parte¡± en el crimen de Fago. Visit¨® 60 veces al asesino, se entrevist¨® con su hermana, ley¨® las 2.000 p¨¢ginas del sumario... Y escribi¨®, ¡°sin hacer una sola pregunta¡±, Fago (La Campana), donde queda en entredicho la culpabilidad de Santiago Mainar, condenado por matar al alcalde. ¡°La mejor pregunta es el silencio¡±, dice. ¡°?Qu¨¦ haremos?¡±, le interrumpe Xavi. ?l lo deja en sus manos, que provee copiosamente a los comensales.
Porta empez¨® jovenc¨ªsimo en el diario Segre. ¡°Hice informaci¨®n comarcal, sucesos, tribunales... Hasta deportes, escribiendo las cr¨®nicas de partidos en los que yo jugaba, en el Mollerussa¡±. Una experiencia ¡°impagable¡±, dice. Coge con las manos los palitos de pan y el queso y bebe relajadamente del vino de Tom¨¤s Cusin¨¦ que ha elegido ¡°porque est¨¢ bueno y es de un amigo¡±. Luego pas¨® por TV-3, viaj¨® a Bosnia, Ruanda, Kosovo... Fue el primero en entrevistar al padre de Romario, el exjugador del Bar?a, cuando le secuestraron en 1994 en R¨ªo de Janeiro. Y poco a poco fue desarrollando esa obsesi¨®n por la realidad. Convenci¨® al Ayuntamiento de Barcelona para que le permitiese dar una c¨¢mara a una joven que se pasaba el d¨ªa en la calle con sus colegas. Con ese material, mont¨® el reportaje Huyendo del futuro. Para hablar de las consecuencias de un fuego que arras¨® la Catalu?a central en 1998, opt¨® tambi¨¦n porque la hija menor del matrimonio Duocastella grabase el d¨ªa a d¨ªa de su familia, que vio su casa devorada por las llamas. Luego, provey¨® de c¨¢maras a 20 chavales y lo cont¨® en Efecte mirall.
Han cambiado las cosas desde entonces. Menciona Twitter, las prisas... ¡°Se est¨¢ dando m¨¢s importancia a la rapidez que a la verdad¡±, lamenta. ¡°En el periodismo hoy, primero se dispara y luego se pregunta¡±, a?ade, cogiendo con la mano la r¨²cula de la ensalada de tomate y queso. ¡°Tenemos que tener la certeza de que lo que contamos es verdad, no solo la verdad formal¡±, contin¨²a, sobre las fuentes oficiales. Pero aclara que no quiere ¡°dar lecciones¡± ni ¡°pontificar¡±. Por la mesa ha desfilado ya de todo: jam¨®n, caracoles, pulpo, at¨²n... ¡°?Postres?¡±, regresa Xavi. Porta resopla. Antes que Fago, escribi¨® Tor: 13 casas y tres muertos, basado tambi¨¦n en un crimen que ocurri¨® en 1995, con la misma obsesi¨®n por contar lo que de verdad pas¨®. Sobre su ¨²ltima obra, afirma: ¡°La intuici¨®n me dice que Mainar pudo tener algo que ver, pero ¨¦l no dispar¨®¡±.
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