Muchos temas y pocos consensos en la conferencia ambiental R¨ªo+20

R¨ªo+20, la conferencia organizada por las Naciones Unidas para analizar e intentar resolver los grandes temas de la defensa del planeta, 20 a?os despu¨¦s de Eco92, que tambi¨¦n se ha hab¨ªa celebrado en la capital carioca, ha iniciado los trabajos y se abre oficialmente el pr¨®ximo mi¨¦rcoles con una mezcla de esperanza y miedo y bajo la sombra de la crisis global.

La esperanza la nutre la fuerte representaci¨®n de 128 pa¨ªses, las miles de propuestas llegadas a los responsables de tomar decisiones, entre ellas las propuestas de cien academias de ciencias de todo el mundo, miles de ONG ambientalistas movilizadas, todos preocupados con nuestro planeta y los efectos que un crecimiento no sostenible pueda acarrear como un plus de infelicidad para pa¨ªses tanto desarrollados, como en desarrollo.

El miedo y las preocupaciones de la opini¨®n p¨²blica est¨¢n basados en las primeras noticias que ofrecen los medios. El diario O Globo, que dedica todo un cuaderno especial a R¨ªo+20, informa de que la Conferencia "tiene m¨¢s de 20 grandes temas sin acuerdo". Y que problemas fundamentales como clima, energ¨ªa y pobreza tiene divididos a los diplom¨¢ticos de los pa¨ªses ricos y emergentes.

Ha ca¨ªdo como un jarro de agua fr¨ªa, por ejemplo, la ausencia a un encuentro de esta envergadura planetaria, nada menos que los presidentes Barck Obama. Angela Merkel y David Cameron. La impresi¨®n es que los pa¨ªses desarrollados est¨¢n m¨¢s preocupados con sus pol¨ªticas locales, sus reelecciones y con la crisis econ¨®mica, que con desaf¨ªos ambientales que afectan a la humanidad en su totalidad. Y podr¨ªa ser el peso de la crisis econ¨®mica que atenaza a Europa y a los Estados Unidos, la que acabe frustrando las muchas esperanzas puestas en R¨ªo+20.

Por ejemplo, en el documento de 81 p¨¢ginas preparado para la discusi¨®n, figuran 835 corchetes, es decir, temas que quedan pendientes para ser resueltos en una segunda fase, es decir, sobre los que no existe acuerdo.

Si el tema de fondo de R¨ªo+20 sigue siendo c¨®mo conseguir un "crecimiento sostenible" para el planeta, que tenga en cuenta no s¨®lo los efectos puramente econ¨®micos sino tambi¨¦n el grado de felicidad de las personas, llegando incluso a pensar en cambiar los actuales criterios para establecer el PIB de los pa¨ªses, no cabe duda que la crisis en curso en Europa y en Estados Unidos, que est¨¢ ya afectando a los pa¨ªses emergentes como China y hasta a Brasil, pesa sobre la Conferencia.

Hoy todos se preocupan con el crecimiento para crear empleo y ante ese grave problema, el adjetivo de ¡°sostenible¡± corre peligro de quedar en segundo plano. Quiz¨¢s por ello, la presidenta brasile?a, Dilma Rousseff, anfitriona de R¨ªo+20, envi¨® un mensaje a las naciones desarrolladas y ricas que se resisten a comprometerse con las metas ambientales.

"Nosotros consideramos que el respeto al medio ambiente no se da en fase de expansi¨®n del ciclo econ¨®mico. Para nosotros una posici¨®n a favor de crecer, incluir, preservar y conservar es parte intr¨ªnseca de una concepci¨®n de desarrollo", afirm¨®.

Roussef est¨¢ convencida que es posible conjugar el crecimiento con la sostenibilidad ambiental y ha presentado el ejemplo de Brasil, pa¨ªs que, seg¨²n la mandataria, "a¨²n respetando el medio ambiente y promoviendo la inclusi¨®n social, creci¨® un 40% en los ¨²ltimos diez a?os y ha generado 18 millones de empleos".

Hay sin embargo qui¨¦n ha resaltado las contradicciones de Brasil, que a¨²n proclamando su empe?o en un crecimiento sostenible, favorece la industria del autom¨®vil, con disminuci¨®n de impuestos y proyecta hidroel¨¦ctricas fara¨®nicas que podr¨ªan poner en peligro el equilibrio de la selva amaz¨®nica ya tan martirizada.

Por el momento, R¨ªo+20 se ha empezado a mover entre la ilusi¨®n de nuevas decisiones a nivel mundial y un cierto desencanto viendo, como subraya la prensa, que en la Conferencia "sobran termas y faltan consensos", sobre todo de los que m¨¢s pesan a la hora de las decisiones finales.