¡°Tenemos la ciencia, falta el dinero¡±
La Conferencia del Sida llama a dar tratamiento a todos los infectados al margen de su estado El descenso de casos invita al optimismo
La ciudad de Washington est¨¢ preparada para recibir la XIX Conferencia Internacional del Sida que tendr¨¢ lugar en la capital de Estados Unidos del 22 al 27 de julio. Hoteles, comercios, museos y ciudadanos esperan con excitaci¨®n a las m¨¢s de 25.000 personas provenientes de m¨¢s de 40 pa¨ªses que acudir¨¢n esos d¨ªas a la cita. El optimismo reina. Los datos de los ¨²ltimos informes de Onusida reflejan una disminuci¨®n en el n¨²mero de casos (del 20% en adultos desde 2001, aunque todav¨ªa en 2011 hubo 2,5 millones de nuevas infecciones; un descenso del 24% en los ni?os en dos a?os, hasta los 330.000). Pero, sobre todo, por primera vez se tiene la impresi¨®n de que existen las herramientas para detener la epidemia, a falta de una curaci¨®n o vacuna. ¡°Tenemos la ciencia, falta el dinero¡±, resume la directora de la ONG espa?ola Salud por Derecho, Vanessa L¨®pez. M¨¦dicos sin Fronteras ha titulado llamativamente su correo previo al encuentro ¡°Problemas de financiaci¨®n cuando el ¨¦xito est¨¢ a la vuelta de la esquina¡±.
¡°Estamos m¨¢s cerca que nunca de erradicar esta enfermedad. Vivimos en un escenario impensable tan solo unos a?os atr¨¢s¡±, ha se?alado Elly Khadira, presidente de la Sociedad Internacional de Lucha contra el Sida (IAS por sus siglas en ingl¨¦s), en un comunicado.
?Qu¨¦ ha sucedido para que los mensajes, normalmente lastimeros de estos encuentros, hayan cambiado de esta manera? Dos son los descubrimientos o certezas cient¨ªficas que animan estos pensamientos. Y a las dos ha respondido la Organizaci¨®n Mundial de la Salud (OMS) con sendos documentos que suponen un respaldo a ambas propuestas. En el primero, del 18 de julio, se recoge lo que ya es una evidencia a gritos: la mejor manera de prevenir que el virus se siga extendiendo es medicar a las personas infectadas desde el principio, desde que tienen su primer resultado positivo en un an¨¢lisis.
Pedir esto es todo un reto. Pese a las buenas noticias, todav¨ªa solo recibe medicaci¨®n la mitad de las personas que deber¨ªan. Y eso con los criterios actuales. En el mundo hay 34,2 millones de personas con el VIH. Y los f¨¢rmacos llegan solo a unos ocho millones, que se calcula que son la mitad de los que los necesitan. Por eso, la OMS, aunque defiende la teor¨ªa de que lo mejor es tratar a todo el mundo, va con pies de plomo, y lo que dice es que ¡°el uso estrat¨¦gico de los antirretrovirales podr¨ªa acabar con la transmisi¨®n del VIH¡±.
¡°Cada a?o, en los pa¨ªses de ingresos bajos y medianos m¨¢s de un mill¨®n de personas empiezan a tomar medicamentos antirretrovirales¡±, informa Margaret Chan, directora general de la OMS en el informe. ¡°Pero por cada persona que empieza a tratarse, otras dos contraen la infecci¨®n. Una mayor ampliaci¨®n del uso de estos medicamentos con un criterio estrat¨¦gico podr¨ªa cambiar radicalmente la situaci¨®n. Tenemos datos de investigaci¨®n indicativos de que los mismos medicamentos que utilizamos para salvar vidas y mantener sanas a las personas infectadas pueden tambi¨¦n ayudar a impedir que estas transmitan el virus y, de esta manera, a disminuir las probabilidades de que contagien a otros¡±.
Esta es la base de la nueva aproximaci¨®n a la pandemia, y una meta impl¨ªcita. Ahora, la OMS recomienda tratar a las personas cuando su nivel de leucocitos CD4 cae por debajo de 350 unidades por mililitro de sangre (lo normal en una persona sana es que tenga de 800 a 1.200). Es el mismo criterio que se usa en Espa?a. Lo que va a hacer la organizaci¨®n es revisar esto, y subir el l¨ªmite a 500. Algo que probablemente ocurrir¨¢ el a?o que viene.
La base de esta escalada es clara: las personas bien tratadas consiguen que sus leucocitos suban a niveles normales, con lo que quedan a salvo de las infecciones oportunistas (bacterias, virus, hongos y par¨¢sitos de los que una persona sana se defiende sin problema, pero que en los m¨¢s afectados causan infecciones y tumores).
La OMS anuncia un plan para extender gradualmente los antivirales
Pero en esta epidemia tan monitorizada hay otro indicador que es el que da la clave de la transmisibilidad: la llamada carga viral. Este par¨¢metro mide las copias de virus que hay en la sangre. Y las personas que tienen la infecci¨®n controlada consiguen que ese n¨²mero sea de pr¨¢cticamente cero. La conclusi¨®n es sencilla: si no hay virus, no se puede contagiar.
Esta es la base de los ¨²ltimos trabajos cient¨ªficos y la revoluci¨®n del planteamiento. Tanto, que en pa¨ªses donde la disponibilidad de la medicaci¨®n es universal (o lo era como en Espa?a, donde a partir de septiembre los inmigrantes en situaci¨®n irregular no la tendr¨¢n), los expertos hablan ya de otro criterio: la carga viral poblacional. Enrique Ortega, expresidente de Seisida (Sociedad Espa?ola Interdisciplinaria del Sida) explica que es un concepto de salud p¨²blica destinado a medir la infecci¨®n oculta, las personas con VIH que no se han hecho la prueba.
En los pa¨ªses donde el sistema sanitario no puede ofrecer un acceso generalizado, la OMS plantea ir poco a poco. Para empezar, dando la medicaci¨®n a todas las personas que tengan parejas sin el virus, para evitar que se lo transmitan; a las embarazadas con VIH y a ¡°los grupos de poblaci¨®n en riesgo¡±, un concepto que va, seg¨²n la localizaci¨®n, desde j¨®venes gais a mujeres dedicadas a la prostituci¨®n o usuarios de drogas. Y, en todos los casos, ¡°sin tener en cuenta el estado del sistema inmunitario¡±.
Hay 34,2 millones de personas candidatas a ser medicadas
La OMS indica que esto supondr¨ªa aumentar ¡°de 15 millones a 23 millones la cantidad de personas que deben ser tratadas en los pa¨ªses de ingresos bajos y medianos. A corto plazo, ello aumentar¨¢ el costo de proporcionar el tratamiento; pero algunos estudios pronostican que a los 10 a?os de la inversi¨®n los beneficios econ¨®micos del tratamiento temprano igualar¨¢n, y probablemente superar¨¢n, los costos del programa¡±.
La directora de Derecho a la Salud lo tiene claro. ¡°Si tratamos, podemos empezar a vislumbrar el final de la pandemia¡±.
Claro que esto no afectar¨ªa solo a los pa¨ªses de menos ingresos. En Espa?a, donde se calcula que hay unas 150.000 personas con VIH, recibe tratamiento aproximadamente la mitad, por lo que habr¨ªa que duplicar la partida. E intensificar la prueba para que las personas que no saben que est¨¢n infectadas (un tercio en Espa?a, aproximadamente) puedan beneficiarse de la medicaci¨®n.
La otra novedad es m¨¢s pol¨¦mica, pero se abre paso: la aprobaci¨®n en EE UU a principios de esta semana del primer f¨¢rmaco capaz de proteger (siquiera parcialmente) a una persona de contraer el virus. Esto permite atacar la infecci¨®n desde un aspecto hasta ahora no considerado. Ya no se trata de mejorar la situaci¨®n de los infectados hasta cronificar su estado, ni de que se conviertan en personas no infecciosas. El resto, sobre todo quienes est¨¢n m¨¢s expuestos, tambi¨¦n pueden protegerse por si una negligencia, un despiste o una situaci¨®n forzada les pone en situaci¨®n de riesgo.
Las parejas de personas con VIH deber¨ªan recibir profilaxis
La OMS tambi¨¦n lo apoya, seg¨²n un documento que hizo p¨²blico el jueves. En el texto, se centra en dos grupos de poblaci¨®n. ¡°En aquellos pa¨ªses donde la transmisi¨®n del VIH ocurre dentro de parejas serodiscordantes [con un miembro infectado y otro no], si estas pueden ser identificadas y necesitan medidas de prevenci¨®n adicionales [se entiende que aparte del preservativo], la administraci¨®n diaria de una profilaxis preexposici¨®n puede ser considerada para el miembro de la pareja no infectado¡±, se?ala el texto. La OMS matiza que se trata de una ¡°recomendaci¨®n condicionada¡± basada en unas ¡°pruebas de gran calidad¡±.
Pero este organismo va m¨¢s all¨¢. Y hace una recomendaci¨®n al mismo nivel para ¡°pa¨ªses donde la transmisi¨®n del VIH ocurre entre hombres y mujeres transexuales que tienen sexo con otros hombres y necesitan otras opciones para la prevenci¨®n del VIH¡±.
Esta recomendaci¨®n es m¨¢s criticada. El propio Ortega indica que en el caso de las parejas serodiscordantes, es preferible tratar al infectado porque de esa manera se matan dos p¨¢jaros de un tiro: se mejora su salud y se evita que transmita el virus a su pareja.
Hay asuntos b¨¢sicos, como la falta de jeringuillas, que a¨²n fallan
L¨®pez, de Salud por Derecho, cree que ¡°hay que romper tab¨²es¡± en el acceso. No es una frase m¨¢s. Es dif¨ªcil pensar que los 70 pa¨ªses que castigan penalmente la homosexualidad vayan a poner en marcha programas para que los gais que tienen relaciones de riesgo reciban medicaci¨®n. Y lo mismo puede decirse de los que penalizan el consumo de drogan por v¨ªa intravenosa, como muchos del sureste asi¨¢tico y el este de Europa. Dif¨ªcilmente pondr¨¢n en marcha programas de intercambio de jeringuillas o de medicaci¨®n para los infectados.
La propia OMS es consciente de ello. Ayer mismo, a trav¨¦s de Twitter, difund¨ªa un llamamiento a los pa¨ªses para que facilitaran programas de intercambio de jeringuillas y de metadona a los consumidores de hero¨ªna.
Pero ¡ªincre¨ªblemente¡ª hay m¨¢s noticias positivas. La m¨¢s llamativa (y quiz¨¢ menos concreta) es un llamamiento de la premio Nobel Fran?oise Barre-Sinoussi que afirma que en este momento ya se pueden establecer los pasos para la curaci¨®n del sida. Con motivo de la conferencia, la cient¨ªfica francesa ha puesto en marcha una estrategia cient¨ªfica mundial bautizada como Towards an HIV Cure (Hacia una cura del VIH) cuyo objetivo es no ya tratar, sino eliminar el virus. Se basa en que ya se sabe lo suficiente sobre el virus y lo que hay que hacer. Bas¨¢ndose en el caso del alem¨¢n que fue curado despu¨¦s de que una agresiva quimioterapia seguida de un trasplante de m¨¦dula dejara su cuerpo libre del pat¨®geno, los objetivos son centrarse en perseguir el virus en los lugares (reservorios) donde se refugia (sistema linf¨¢tico, cerebro). Porque la caracter¨ªstica de este agente ¡ªy lo que lo hace imposible de erradicar de momento¡ª es que puede estar latente a?os.
La Nobel Barre-Sinoussi plantea directamente la curaci¨®n del sida
M¨¢s modesto, y pensando m¨¢s a corto plazo, el m¨¦dico espa?ol Ortega se?ala otros avances que se pueden conseguir. ¡°Est¨¢n las vacunas, sobre todo las terap¨¦uticas [las que se dan a las personas ya infectadas para que puedan controlar la infecci¨®n] y los nuevos tratamientos. Los que hay ahora son muy buenos, pero hay que pensar en otros que se puedan suspender una temporada. Eso supondr¨ªa un ahorro y un alivio para los pacientes¡±, dice.
Hay m¨¢s. Las otras vacunas, las que impedir¨ªan la transmisi¨®n a personas sanas, siguen estando lejos. Quiz¨¢ antes ¡ªen 2014¡ª haya buenos resultados de los anillos vaginales con antivirales (que se siguen llamando de manera general microbicidas, aunque ya hace a?os que est¨¢n lejos de ese concepto inicial de cremas o geles).
Como se ve, todo un arsenal, parte de hechos verificados y parte de promesas o esperanzas. Y, en el otro brazo de la balanza, frente a este cargad¨ªsimo platillo, un problema: el dinero. ¡°No se puede frenar la inversi¨®n en la ciencia¡±, dice tajante Vanessa L¨®pez. Porque todos estos proyectos ¡ªaumentar los tratamientos, investigar en vacunas, en microbicidas¡ª cuestan. ¡°El caso de Espa?a es muy significativo. Ha pasado de ser el cuarto o el quinto donante mundial al Fondo Mundial a no dar un euro. Hace cinco meses que el ministro de Exteriores, Jos¨¦ Manuel Garc¨ªa-Margallo, anunci¨® que Espa?a ser¨ªa otra vez donante, y seguimos esperando¡±.
La conferencia vuelve a EE UU porque ya deja entrar a los infectados
Las ONG barruntan que es posible que el Gobierno aproveche la conferencia para anunciar la cifra. Fuentes del Ejecutivo confirman que hay intenci¨®n de aportar, aunque no a niveles de antes de la crisis. Entonces, el expresidente Rodr¨ªguez Zapatero lleg¨® a ofrecer al Fondo 150 millones al a?o. Los comentarios son que, en este momento, la oferta ser¨¢ mucho m¨¢s modesta, de unos 10 millones. Menos del 7%. Pero todo un s¨ªmbolo. Muy lejos, eso s¨ª, de los m¨¢s de 8.000 millones que sigue dando EE UU, el primer donante, entre sus planes propios y las aportaciones al Fondo. El pa¨ªs ha decidido asumir el liderazgo. Y que la conferencia se celebre en Washington, la capital es toda una se?al.
Hac¨ªa 22 a?os que esta conferencia no se celebraba en Estados Unidos. La ¨²ltima vez fue en la ciudad de San Francisco, en 1990, en un momento en el que todav¨ªa los viajeros portadores del VIH ten¨ªan su entrada prohibida en el pa¨ªs. Esta medida fue anulada por los legisladores del Gobierno del exmandatario republicano George W. Bush en 2008 y firmada por el presidente Barack Obama en octubre de 2009, quien afirm¨® que aquella determinaci¨®n se hab¨ªa tomado ¡°m¨¢s de 20 a?os atr¨¢s, en una decisi¨®n basada en el miedo m¨¢s que en los hechos¡±.
Ahora vuelve adonde se descubri¨® el sida, y donde se genera la mayor¨ªa de la ciencia y el dinero que combaten la enfermedad. Falta por ver si el pr¨®ximo 27, cuando el encuentro se clausure, sigue el optimismo.
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