¡°Antes el sida mataba en seis meses; ahora se puede vivir 50 a?os m¨¢s¡±
El director del Instituto de Alergias y Enfermedades Infecciosas de EE UU repasa los avances en la investigaci¨®n del VIH
Hace m¨¢s de 20 a?os, en julio de 1981, el Centro para el Control y Prevenci¨®n de Enfermedades de Estados Unidos publicaba un documento sobre una nueva y misteriosa enfermedad en el pa¨ªs, una patolog¨ªa que tiempo despu¨¦s se bautiz¨® como S¨ªndrome de Inmunodeficiencia Adquirida. El doctor Anthony Fauci, director del Instituto Nacional de Alergias y Enfermedades Infecciosas de Estados Unidos (NIAID, en sus siglas en ingl¨¦s) desde 1984, recuerda esta ¨¦poca como si fuera ayer. Entonces, sus pacientes no sobreviv¨ªan m¨¢s all¨¢ de los seis meses. Han pasado m¨¢s de 30 a?os y la investigaci¨®n ha dado pasos de gigante, aunque siguen sin ser suficientes para vencer definitivamente al virus. Fauci nos recibe en la Conferencia Internacional que est¨¢ teniendo lugar en Washington, DC para hablar sobre el pasado, el presente y el futuro del VIH.
Pregunta: ?C¨®mo recuerda aquellos primeros a?os de confusi¨®n, cuando apareci¨® el primer caso de la enfermedad?
Respuesta: Cuando le¨ª los primeros informes provenientes de Los ?ngeles y San Francisco sobre peque?os grupos de hombres gais que estaban desarrollando una enfermedad horrible solo sab¨ªamos que se transmit¨ªa entre personas y que era sexual. Pero no sab¨ªamos lo que era. Recuerdo en ese momento estar muy preocupado porque, si realmente era una infecci¨®n de transmisi¨®n sexual que estaba matando gente, iba a cambiar la idea universal que se ten¨ªa del sexo alrededor del mundo. Que esto realmente se pod¨ªa convertir en un problema global. Porque el sexo es lo que nos da identidad a los seres humanos, c¨®mo vivimos, c¨®mo nos procreamos.
P: ?C¨®mo vivi¨® la experiencia como m¨¦dico, como investigador, como ser humano?
R: Cuando vimos que el virus comenz¨® a extenderse aqu¨ª [en Estados Unidos], donde fue reconocido por primera vez [aunque hab¨ªa habido casos anteriores en ?frica], fueron a?os terribles. Un periodo que denomino los a?os oscuros porque cualquier persona de la que me ocupaba, mor¨ªa. No pod¨ªamos hacer nada. Los enfermos solo viv¨ªan de seis a ocho meses y no cont¨¢bamos con ning¨²n tratamiento, salvo algun medicamento para paliar aquellas patolog¨ªas que surg¨ªan tras la infecci¨®n. No sab¨ªamos ni siquiera lo que era para poder desarrollar terapias. Eso vino despu¨¦s. Aunque desde el principio ya sospech¨¢bamos que al ser una enfermedad de transmisi¨®n sexual, el cond¨®n y la disminuci¨®n de los encuentros sexuales iban a jugar un papel fundamental en la prevenci¨®n.
P: Y aqu¨ª estamos, 30 a?os despu¨¦s. ?C¨®mo ha sido la evoluci¨®n del problema desde el punto de vista humano y cient¨ªfico?
R: Hasta llegar aqu¨ª, ha sido un continuo ensayo - error. Empezamos a desarrollar prevenciones del tipo biol¨®gico, medicamentos que no solo pudieran aliviar las patolog¨ªas derivadas de la infecci¨®n sino a la propia enfermedad. Las malas noticias son el haber descubierto que los pacientes estadounidenses no est¨¢n solos y que la cifra ha llegado a los 60 millones de infectados en todo el mundo: los 30 millones de muertos y los 30 que siguen infectados en la actualidad. Al principio de la d¨¦cada de los ochenta nadie sospechaba que esto se iba a convertir en un problema tan enorme. Yo escrib¨ª un ensayo en 1982 en el que avisaba de que ten¨ªamos que estar alerta, pero jam¨¢s pens¨¦ que esto iba a suceder.
P: ?Y las buenas noticias? Porque habr¨¢ buenas noticias, ?no?
Si la gente piensa que se pueden olvidar de otros m¨¦todos de prevenci¨®n como los condones, est¨¢n cometiendo un gran error
R: S¨ª que las hay. La ciencia ha acelerado las cosas. Ahora contamos con tratamientos. No han surgido de repente, sino que hemos tenido que ir probando; algunos han sido buenos por alg¨²n tiempo y otros no. Luego hemos probado a mezclar dos f¨¢rmacos y hasta ahora trabajamos con una combinaci¨®n de tres que han surgido tras un gran abanico de combinaciones. Contamos con 30 medicamentos para combatir el virus. Tratamos a gente que antes hubiera vivido seis meses y que ahora, gracias a la medicaci¨®n, si empiezan a tratarse con 25 o 30 a?os, pueden vivir unos 50 a?os m¨¢s. Lo que equivale a una esperanza de vida normal.
P: ?Adem¨¢s de los f¨¢rmacos, c¨®mo funcionan m¨¦todos de prevenci¨®n como la circuncisi¨®n?
R: La circuncisi¨®n es un buen m¨¦todo desde el punto de vista anat¨®mico. Cuando se retira la piel exterior del pene, en la superficie aparece una mucosa que no es tan resistente como la piel normal de tus brazos o piernas, es muy fina y fr¨¢gil, y es muy propensa a sufrir lesiones microsc¨®picas que el ojo humano no alcanza a ver. Pero en cambio es una puerta muy accesible de entrada para el virus. Adem¨¢s, las c¨¦lulas que est¨¢n inmediatamente en contacto con el pene son c¨¦lulas muy expuestas y que facilitan que la infecci¨®n pase al cuerpo. Si eliminamos esta piel externa, la otra se convierte en piel normal y m¨¢s resistente.
P: La semana pasada la Agencia del Medicamento estadounidense (FDA por sus siglas en ingl¨¦s) aprob¨® el f¨¢rmaco Truvada como m¨¦todo de prevenci¨®n. A muchas personas en Europa les preocupa c¨®mo ser¨¢ el acceso a esta medicaci¨®n. Mientras que aqu¨ª, gracias a la Obamacare, los seguros cubren este tipo de tratamiento, en el viejo continente la mayor¨ªa de los sistemas de salud son p¨²blicos, por lo que su distribuci¨®n depende del Gobierno. ?En medio de una crisis financiera de tales condiciones, ser¨¢ posible para ellos acceder al f¨¢rmaco?
R: No lo s¨¦, no puedo responder preguntas que se refieren a financiaci¨®n europea. Lo ¨²nico que puedo decir es que la gente tiene que tener claro que este medicamento es solo para aquellos con un alto riesgo de infecci¨®n. Y lo segundo, nunca debe ser usado como un sustituto de otros m¨¦todos preventivos, tiene que ser un complemento de estos. Si la gente piensa que se pueden olvidar de otros m¨¦todos como los condones, est¨¢n cometiendo un gran error.
P: ?Cree que la prueba r¨¢pida de detecci¨®n del VIH casero realmente va a prevenir nuevas infecciones?
Cualquier persona de la que me ocupaba, mor¨ªa. No pod¨ªamos hacer nada.
R: Por supuesto que s¨ª. Existe un estigma real en la sociedad sobre esta enfermedad. Hay gente que no se hace el test porque no quiere ir a una farmacia o a una cl¨ªnica por verg¨¹enza o por miedo a que le apunten con el dedo. Est¨¢ probado que ofrecerles la opci¨®n de poder hacerse la prueba en la intimidad de su casa es positivo ya que supera los efectos negativos y la necesidad de consejo que pudiera provocar un resultado positivo de VIH en la prueba. Adem¨¢s en la caja existe un tel¨¦fono al que los usuarios pueden llamar para recibir consejo cl¨ªnico las 24 horas, los siete d¨ªas de la semana.
P: Tras todos los m¨¦todos preventivos que hemos revisado, ?cree usted posible que alguna vez terminemos con la pandemia del VIH?
R: Acabar con la pandemia se refiere sobre todo a un concepto epidemiol¨®gico, que implica que no nazca ning¨²n ni?o infectado, que se produzca una reducci¨®n importante en la incidencia y que todo el mundo que est¨¦ infectado tenga acceso al tratamiento. El resultado matem¨¢tico de esta ecuaci¨®n dar¨ªa un vuelco importante a la situaci¨®n actual y la pandemia acabar¨ªa. No s¨¦ cu¨¢nto tiempo llevar¨¢ conseguirlo, porque depende de que los Gobiernos puedan ofrecer recursos y que las personas sean responsables con sus tratamientos. Muchas cosas tienen que suceder a la vez para que ocurra. Eso s¨ª, esperemos que sea lo antes posible.
P: Volviendo a Estados Unidos, esta semana la secretaria de Estado, Hillary Clinton, ha anunciado que su Gobierno donar¨ªa 150 millones de d¨®lares m¨¢s a la lucha contra el sida. ?A qu¨¦ actividades se van a destinar de forma espec¨ªfica?
R: Lo vamos a destinar a problemas de alta necesidad. Unos 40 millones ser¨¢n dirigidos a los programas para la circuncisi¨®n, 80 millones en seguir luchando para que las mujeres con sida sean respetadas y se las trate con dignidad ¨CClinton tiene un gran inter¨¦s en este punto¨C y 30 millones en programas educativos.
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