Los cables no son para el verano
En vacaciones nos desenchufamos, pero no nos desconectamos Crece el uso de m¨®viles y tabletas Los adolescentes no apagan el tel¨¦fono ni cuando duermen
¡°Un Tom y Jerry, un Pingu y un Pepa Pig¡±. Es la raci¨®n de dibujos que Clara ha establecido para las vacaciones de sus hijas Adela, de cinco a?os, y Blanca, de dos. Ha llegado el verano y con ¨¦l las largas vacaciones de los ni?os que, en plena crisis, se presentan m¨¢s caseras que nunca. Los Ayuntamientos subvencionan menos campamentos, los privados son caros y la econom¨ªa familiar no est¨¢ para muchos extras.
Lo barato es quedarse en casa. La tele y la videoconsola solo gastan electricidad; el ADSL est¨¢ pagado y tambi¨¦n la tarifa plana del m¨®vil. La tentaci¨®n es que los hijos se queden enganchados¡ y los padres tambi¨¦n. Desenchufarse del televisor es un reto, pero desconectarse de los aparatos m¨®viles se convierte en misi¨®n casi imposible.
No para Clara. ¡°Dos sesiones al d¨ªa de tableta y YouTube de 15 minutos cada una¡±, explica. ¡°Con la de dos a?os a¨²n tengo la suerte de que se cree cuando le digo que Internet est¨¢ cerrado. Con la mayor no cuela, pero est¨¢ en esa edad en la que le gusta compartir secretos con los adultos¡±.
Los chicos de 10 a?os eligen el ordenador frente a la televisi¨®n
Desenchufarse en verano no es imposible. El calor anima a salir de casa desde la ma?ana a bien entrada la noche. El consumo televisivo, que en junio rond¨® los 270 minutos diarios, en el pasado agosto fue de 193, seg¨²n la compa?¨ªa medidora Barlovento. Y eso que los aud¨ªmetros registran como tiempo de consumo al televisor esas im¨¢genes de gimnasia r¨ªtmica que parsimoniosamente acunan el rorro de la siesta.
Otro aparato al que nos enchufamos durante el a?o, el tel¨¦fono fijo, tambi¨¦n se relaja en el est¨ªo. Su tr¨¢fico de voz desciende un 30% respecto al invierno, seg¨²n indican las operadoras, atentas a los cambios de h¨¢bitos de la poblaci¨®n. La hora punta de llamadas salta de las siete de la tarde a las nueve de la noche, y en fin de semana, a partir de las once de la noche.
Los hilos no son para el verano, ni siquiera el ADSL que nos comunica con Internet y su mundo de posibilidades. ¡°La gente lo tiene en su primera vivienda, pero no en la segunda¡±, explican en Telef¨®nica. ¡°Menos habitado el domicilio, el tr¨¢fico del ADSL baja un 15% en esta ¨¦poca¡±.
Sea fijo o m¨®vil, la gente habla un 10% menos por el tel¨¦fono en el est¨ªo
Son tecnolog¨ªas de cable y enchufe, cuyo consumo decae en julio y agosto, pues si lo m¨¢s barato es quedarse en casa, la segunda alternativa m¨¢s econ¨®mica es pasar el d¨ªa en la playa o al aire libre. Y ah¨ª comienza un h¨¢bito creciente en los ¨²ltimos a?os. Mayores y ni?os se desenchufan, pero no se desconectan.
Los m¨®viles siguen destellando en mar y monta?a. No son llamadas, que tambi¨¦n disminuyen (un 10%) respecto a otros meses, seg¨²n informa la operadora Vodafone; son los env¨ªos, eso que se conoce como tr¨¢fico de datos, lo que crece en agosto (un 15%): los juegos, las aplicaciones, los v¨ªdeos, el env¨ªo de fotos, la llegada de mensajes, los rel¨¢mpagos de whatsapp, el correo de la oficina¡
Marsha Egan se gana la vida explicando c¨®mo utilizar el correo. Hace 12 a?os cre¨® Egan Group, una empresa de coaching, de animaci¨®n del personal, para aprovechar el tiempo en el trabajo o fuera de ¨¦l. Su especialidad, el correo electr¨®nico; su lema, Desintoxica el buz¨®n. Para Egan la mayor amenaza a la productividad laboral es la constante revisi¨®n del correo. Estima que cuesta cuatro minutos recuperar la atenci¨®n despu¨¦s de una interrupci¨®n.
Ocho buenas pr¨¢cticas para veranear en familia y en paz
- 1. Olv¨ªdese el m¨®vil de vez en cuando. No se puede pasar del todo a la nada, as¨ª que mejor empezar por abandonarlo a ratos. Comprobar¨¢ que casi nunca pasa nada y que los problemas se resolvieron sin su socorro.
- 2. Anule funciones del 'smartphone'. Anule la red 3G, aunque tenga tarifa plana (si va al extranjero, con mayor raz¨®n), y la conexi¨®n wifi. Aparte de alargar considerablemente la duraci¨®n de la bater¨ªa y, por tanto, dejar de estar pendiente del cargador, dejar¨¢n de saltar mensajes, whatsapps, anuncios o noticias.
- 3. Apague los aparatos una hora antes de dormir. O su mente seguir¨¢ conectada. Y no coloque el m¨®vil cerca de la cama. Olv¨ªdese, el whatsapp de la ni?a siempre dice lo mismo: "Llegar¨¦ un poco tarde, no me esper¨¦is despiertos".
- 4. Algo de programaci¨®n. Pese a estar de vacaciones no viene de m¨¢s un poco de autodisciplina. Para romper con la man¨ªa compulsiva de consultar el correo conviene establecer unas pautas. Por ejemplo: mirarlo cinco veces al d¨ªa. A mitad de las vacaciones seguro que lo reduce a tres.
- 5. Si no tiene nada que hacer, no haga nada. La tecnolog¨ªa ha tra¨ªdo una especie de actividad inactiva. Son vacaciones, no es imprescindible llevar el m¨®vil en la mano ni mirarlo cada segundo para evitar conversar en el ascensor. Si hemos estado d¨¦cadas mir¨¢ndonos la punta de los pies, podemos seguir haci¨¦ndolo.
- 6. Para el 'tocholibro', nada como el papel. Bajo el sol es m¨¢s placentero ir marcando las p¨¢ginas con rastros de crema solar o chips (patatas, no procesadores). Si no puede ser, lo m¨¢s aproximado es el lector electr¨®nico. El m¨®vil, el port¨¢til, y la tableta cansan la vista, aparte de que los reflejos convierten el placer en una tortura.
- 7. Hable bajo, escuche bajo. La humanidad valorar¨¢ que ponga al m¨®vil y al iPod unos buenos auriculares.
- 8. Regulaci¨®n infantil de horarios y accesos. Si se regula el tiempo de los ni?os ante la tele, con mayor motivo, el de tabletas y m¨®viles. A diferencia del televisor, que se autorregula de forma natural saliendo de casa, los aparatos m¨®viles se arrastran al exterior, con lo que existe el riesgo de que los ni?os sigan sentados bajo la sombrilla.
Si se multiplica ese tiempo por la actualizaci¨®n del correo cada media hora, al final del d¨ªa la p¨¦rdida de concentraci¨®n supone una hora del horario laboral que, multiplicada por cada empleado de la plantilla, la adicci¨®n al correo electr¨®nico le sale por un dineral al patr¨®n. Remedio, contratar a Egan.
Su primera regla para desconectarse (de algo) es que t¨² pones las reglas. Cada persona debe decidir cu¨¢ntas veces consulta el buz¨®n y a qu¨¦ horas del d¨ªa. Su experiencia aconseja cinco veces: al comenzar el d¨ªa, en el mediod¨ªa, entre medias de la ma?ana y de la tarde y al acabar la jornada laboral.
Sin embargo la aportaci¨®n m¨¢s interesante de Egan es la consideraci¨®n del e-mail como un medio de comunicaci¨®n no urgente; lo contrario obliga a la consulta constante. Esta coach de la productividad recomienda que para lo urgente se emplee el tel¨¦fono o la visita personal. ¡°Nadie espera¡±, considera Egan, ¡°una respuesta por correo electr¨®nico en menos de 24 horas¡±. Por ese razonamiento, se elimina la ansiedad de tener que mirar el correo constantemente. Primera regla de estas vacaciones para adultos estresados, mirar el correo cinco veces al d¨ªa (y en cada sesi¨®n dejar vac¨ªo el buz¨®n. El para luego es un craso error).
Egan tiene trabajo asegurado porque la adicci¨®n no mengua, crece. Hay m¨¢s pantallas y m¨¢s servicios que chequear. Es un nuevo comportamiento compulsivo, impulsado por la popularizaci¨®n de los tel¨¦fonos inteligentes y, en este a?o, de las tabletas. Es el verano de la tableta.
Por norma, Yago no besa a nadie; a su madre, y de refil¨®n. En sus seis a?os de vida, Yago hizo su primera excepci¨®n cuando vio la tableta de su t¨ªa. A cambio del beso le ten¨ªa que dejar echar carreras en Real Racing, una aplicaci¨®n de 0,79 euros, que su t¨ªa ya considera una de las mejores inversiones de su vida junto a Kids Coloring Book (1,59 euros) para su sobrina Mar. Es bastante menos dinero de lo que cuesta una bolsa de chuches, y con mayor duraci¨®n y efectividad para calmar a sus numerosos sobrinos. Sus viejunos Juegos Reunidos Geyper se llaman hoy aplicaciones.
El Foro de Generaciones Interactivas (el nombre ya dice mucho) ha planteado a los ni?os la siguiente cuesti¨®n: ?Con qu¨¦ pantalla te quedar¨ªas: la televisi¨®n o Internet? A partir de los 10 a?os de edad no hab¨ªa dudas, ni en ni?as ni en ni?os: Internet. El estudio fue realizado en 2010, cuando a¨²n no exist¨ªa la tableta, que, sin duda, ha acentuado la tendencia.
Mar, la hermana de Yago, de tres a?os de edad, prefiere Dora, exploradora y Bob Esponja, que ve en la tableta con la aplicaci¨®n gratuita de RTVE. Cuando se acaban, sabe que tocando el logo de YouTube sigue la juerga. ¡°El peligro es¡±, advierte la madre de otras dos ni?as, Adela y Blanca, ¡°que mientras te das la vuelta para calentar la leche, ya se han acabado los dibujos elegidos y YouTube te ofrece la versi¨®n porno de Schrek¡±.
¡°En la sociedad actual ?De qu¨¦ valen leyes como el horario protegido de la televisi¨®n?¡±, reflexiona el experto Rodrigo Ron. ¡°No tienen sentido, porque no existe una ¨²nica pantalla. Cualquier chaval puede consumir contenidos infantiles ¡ªo no¡ª a cualquier hora y en cualquier sitio, con sus padres o solos¡±. Ron es el director del Festival El Chupete, que se ha celebrado hace unas semanas en Madrid. En su octava edici¨®n no se habl¨® de chupetes, sino, adiv¨ªnenlo, de smartphones y tabletas.
Programaci¨®n de una madre: al d¨ªa dos sesiones de 15 minutos de iPad
All¨ª se present¨® Superpaquito. No es un superh¨¦roe, tampoco un nuevo helado. Es una tableta y no de empresa tecnol¨®gica, sino de la juguetera Imaginarium. ¡°Las tabletas son estupendas para el desarrollo de los ni?os, ya que nos permiten a los padres introducir contenidos que les ayudan en su educaci¨®n y, adem¨¢s, les divierten¡±, explic¨® en su presentaci¨®n Natalia Chueca, directora de mercadotecnia de la empresa. En 2006 lanzaron el M01, un m¨®vil para ni?os de 6 a?os (69 euros, tarjeta de prepago, y con teclas para que saliera directamente el m¨®vil de los padres).
Como luchar contra la desconexi¨®n va ser imposible, al menos control¨¦mosla. ¡°Hay que establecer una normas de comportamiento y que los aparatos tengan unos contenidos adecuados a la edad de los usuarios¡±, aconseja Imma Mar¨ªn, directora de Marinva, consultora pedag¨®gica especializada en la educaci¨®n a trav¨¦s del juego. ¡°La tableta es mucho m¨¢s amable que la videoconsola porque pasa de mano en mano, de padres a hijos; el juego debe ser un est¨ªmulo para jugar toda la familia¡±.
Javier Monteagudo, profesor del colegio Manuel Bartolom¨¦ Coss¨ªo de Madrid, desaconseja utilizar la tableta como un recurso f¨¢cil, ¡°como una consola¡± y dejar a los ni?os solos. La realidad es que lo est¨¢n. M¨¢s de una cuarta parte de los ni?os entre 6 y 9 a?os dice tener el ordenador en su dormitorio, seg¨²n la Encuesta de Generaciones Interactivas.
Si se suma la opci¨®n de los que lo tienen en la habitaci¨®n del hermano resulta que casi la mitad de los ni?os est¨¢ delante del ordenador sin supervisi¨®n. En el caso del tel¨¦fono m¨®vil, el 80% lo emplea cuando est¨¢ solo, seg¨²n la operadora Orange.
Que no le hablen de supervisi¨®n al adolescente Jorge Izquierdo, ni de tutela de padres sobre los hijos en el uso de las tecnolog¨ªas. ¡°Yo creo que hay que darnos autonom¨ªa para ir aprendiendo por nosotros mismos. Hace tiempo que aprend¨ª que un cuchillo puede ser peligroso. Pues aqu¨ª lo mismo¡±. Izquierdo tiene 15 a?os y lleva dos invent¨¢ndose aplicaciones para los tel¨¦fonos iPhone, aunque no ten¨ªa tal m¨®vil ni sus padres quer¨ªan compr¨¢rselo.
La mayor amenaza al trabajo eficaz es la constante revisi¨®n del correo
Tras llegar varios d¨ªas tarde al colegio por culpa de su padre, y gan¨¢ndose ¨¦l la bronca de los profesores, ide¨® uRlate (del ingl¨¦s your late, t¨² tarde), una ingeniosa aplicaci¨®n que, combinando fotos del atasco, ubicaci¨®n del lugar, hora y fecha, demostraba en el colegio que a Jorge Izquierdo no se le hab¨ªan pegado las s¨¢banas.
¡°Mi segunda aplicaci¨®n es A++genda¡±, explica el chaval. ¡°Se acabaron las agendas de papel¡±, anuncia en la tienda App Store. ¡°Una agenda desarrollada por un estudiante para estudiantes¡±. Es una agenda escolar que no funciona en la escuela, ¡°porque nos proh¨ªben encender los m¨®viles en el colegio¡±.
Las aplicaciones son lo que, de momento, diferencian a smartphones y tabletas de la pantalla del televisor. Es el gancho continuo para su uso, pero tambi¨¦n la esperanza de que padres y maestros puedan introducir en esos aparatos contenidos a medida de sus due?os.
¡°Los cuentos hablan, act¨²an en funci¨®n de lo que diga o toque el ni?o. La tableta es un enriquecimiento para el ni?o¡±, alaba la pedagoga Mar¨ªn que, sin embargo, advierte: ¡°Es cierto que al ser la tableta tan atractiva, con un salto cualitativo tan grande para las posibilidades de los ni?os, aumenta el riesgo de aparcarlos ante una nueva pantalla¡±.
En el verano de 2012 parece que el problema no es tanto el desenchufe del televisor como la desconexi¨®n de los aparatos m¨®viles. En la encuesta del pasado a?o de Orange, el 21% de los chicos de 15 y 16 a?os se declaraba adicto al m¨®vil, entendiendo por tal la sensaci¨®n de agobio cuando no ten¨ªan cerca el aparato.
Desenchufe y desconexi¨®n tienen que empezar por los adultos para que cuaje en los ni?os. ¡°En nuestra casa no se ve la televisi¨®n y, por tanto, no hay discusi¨®n¡±, recuerda Clara, la madre de Adela y Blanca.
La pedagoga Mar¨ªn apunta a la labor de los padres: ¡°Somos una sociedad hip¨®crita porque nos quejamos de que los ni?os se apoltronan delante de las pantallas, pero nos molesta que griten o que corran cuando juegan en casa y les rega?amos si vuelven sucios de la calle¡±.
Izquierdo, el chaval fabricante de aplicaciones, pronostica una batalla perdida: ¡°El futuro es la conexi¨®n permanente, que la informaci¨®n nos venga a nosotros y no ir nosotros hacia ella. El futuro son las gafas de Google, siempre puestas para comunicarse en cualquier momento¡±. El futuro ya est¨¢ aqu¨ª: el 38% de los adolescentes nunca apaga el m¨®vil, ni para estudiar (solo desconecta el 25%) ni cuando duerme (solo el 20%) ni con la familia (solo el 10%). Este verano no se ver¨¢ tanto la tele, pero ni hijos ni padres desconectar¨¢n de las otras pantallas.
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