Aborto seguro... para no morir

Entre los muchos lemas que las mujeres latinoamericanas utilizan para reclamar el derecho a decidir sobre su maternidad, encontr¨¦ este: "aborto seguro para no morir". Una frase contundente y significativa porque llama la atenci¨®n sobre la defensa de su salud y su vida. En muchos lugares del mundo, las mujeres se movilizan en estos d¨ªas a favor de los derechos sexuales y reproductivos. A ellas nos hemos sumado las espa?olas tras conocer la intenci¨®n del Gobierno del PP de convertir la interrupci¨®n voluntaria del embarazo de nuevo en un acto clandestino, como consecuencia de penalizar nuestra libertad de decisi¨®n.

Hasta que la amenaza del actual Gobierno se cumpla, este pa¨ªs dispone de una ley que responde a sus necesidades, puesto que excluye el aborto del C¨®digo Penal y permite a las mujeres decidir libremente durante las primeras 14 semanas de embarazo, y hasta la semana 22, siempre que exista alguna motivaci¨®n relacionada con su salud o cuando se haya producido una violaci¨®n.

La ley sobre salud sexual y reproductiva, que aprob¨® el Gobierno de Jos¨¦ Luis Rodr¨ªguez Zapatero en el a?o 2010, ha permitido la pr¨¢ctica de la interrupci¨®n voluntaria del embarazo de forma segura para las mujeres, las familias y los/as profesionales de la sanidad. Tendr¨ªamos que recordar que se aprob¨® tras ciertos episodios vergonzosos, que incluyeron la violaci¨®n de la intimidad y las historias m¨¦dicas de algunas mujeres que simplemente hab¨ªan acudido a cl¨ªnicas legalmente acreditadas.

En aquel momento, Gobierno del PSOE quiso dar seguridad a las mujeres para que nunca tuvieran que enfrentarse a la c¨¢rcel, a la perdida de la salud o a la muerte. Era una ley necesaria, claramente compartida por una sociedad democr¨¢tica que ya hab¨ªa incorporado el derecho a la salud sexual y reproductiva con normalidad.

Todos y todas recordaremos la realidad de la IVE en Espa?a antes de la regulaci¨®n de 1985. Las mujeres espa?olas que dispon¨ªan de recursos econ¨®micos suficientes, sal¨ªan al extranjero, y aquellas que no, se buscaban una alternativa en la clandestinidad arriesgando su salud y su vida. Si bien esta es una realidad ajena a la Espa?a de hoy, no lo era en los a?os 70. Tampoco lo es en el momento actual en otras partes del mundo donde, seg¨²n la OMS, mueren m¨¢s de 68.000 mujeres al a?o como consecuencia de un aborto inseguro.

En Espa?a, sin embargo, los datos nos muestran otro panorama. La ley del 2010, junto a otras estrategias, ha dado como resultado una ligera reducci¨®n del incremento del n¨²mero de abortos, y sobre todo - y este es el dato m¨¢s importante aunque nunca podamos disponer de ¨¦l - muchas mujeres han salvado su vida y han mantenido su salud gracias al ejercicio de un derecho fundamental: el que les permite decidir su maternidad.

El debate del aborto est¨¢ presente en muchos lugares del mundo, y en ¨¦l est¨¢n especialmente activos grupos de ideolog¨ªa ultraconservadora con una gran influencia en muchos gobiernos, a veces directamente y otras a trav¨¦s de instituciones religiosas. Tras su aparente ¡°defensa de la vida¡± reclaman el control de las mujeres y el fomento de la natalidad. Incluso acuden a viejas propuestas del tipo la ¡°autenticidad de la mujer: redescubriendo la vida en el hogar¡±. Estos grupos han sido los aliados del Partido Popular en su oposici¨®n al Gobierno Socialista, al atacar duramente los avances en derechos y libertades, donde estaban incluidos los derechos sexuales y reproductivos, la educaci¨®n para la igualdad o el matrimonio entre personas del mismo sexo. Su objetivo es eliminar el derecho a decidir de las personas, puesto que s¨®lo consideran aceptable su modelo de organizaci¨®n social y familiar

En este momento, el PP en el Gobierno, est¨¢ devolvi¨¦ndoles el precio de su apoyo. Gallard¨®n inici¨® su cruzada con algunas frases c¨¦lebres como ¡°la violencia de g¨¦nero estructural que obliga a las mujeres a abortar "o ¡°La libertad de maternidad es lo que a las mujeres les hace aut¨¦nticamente mujeres", componiendo as¨ª un discurso que ha intentado manipular las palabras y los conceptos y que han conseguido un gran rechazo social.

De momento el Gobierno ha decidi¨® retrasar la presentaci¨®n de su ley hasta despu¨¦s de las elecciones auton¨®micas, probablemente porque alguien ha pensado que la sociedad espa?ola ya ha asumido con normalidad la regulaci¨®n de los derechos sexuales y reproductivos. Ahora tenemos un Ministro que no contesta en el Parlamento, que no sabe qu¨¦ decir sobre un tema que le resta en valoraci¨®n y le coloca donde probablemente siempre estuvo: en el populismo ultraconservador.

En todo caso, y a pesar de este retraso moment¨¢neo y oportunista, la propuesta del Partido Popular sobre los derechos sexuales y reproductivos est¨¢ claramente alineada con sus otras propuestas pol¨ªticas. Los recortes que este Gobierno est¨¢ aplicando sobre el Estado del Bienestar son ideol¨®gicos y muestran ese modelo de sociedad conservadora en el que las mujeres volvemos a ¡°redescubrir la vida en el hogar¡±. La crisis est¨¢ sirviendo de coartada para eliminar derechos laborales con una reforma que hace imposible la conciliaci¨®n de la vida familiar y profesional. Tambi¨¦n es una gran excusa para derogar, en la pr¨¢ctica, la ley de dependencia, para eliminar las ayudas a Escuelas Infantiles, a comedores escolares, y a todo un incipiente sistema de apoyos que, en los ¨²ltimos a?os, ha permitido que el Estado se ocupara de una parte de los cuidados que hac¨ªan tradicionalmente las mujeres, para que estas, junto a los varones, pudieran participar en el empleo, la pol¨ªtica y la vida social.

El perfil ideol¨®gico de las medidas para ¡°afrontar la crisis¡± llega al punto de gastar dinero p¨²blico para subvencionar la minoritaria educaci¨®n diferenciada, contraria al modelo educativo que hemos defendido durante a?os de democracia, y gracias al cual las mujeres se han incorporado masivamente a la Universidad. La propuesta educativa del Gobierno har¨¢ crecer la desigualdad en nuestro pa¨ªs y agravara las diferencias de hombres y mujeres.

Las mujeres espa?olas, que hab¨ªamos avanzado en derechos y libertades por delante de la mayor¨ªa de las mujeres del mundo, salimos en estos d¨ªas en defensa de los derechos sexuales y reproductivos ante el temor inminente de situarnos a la cola de los pa¨ªses de Europa. La lucha por la seguridad y la legalidad del aborto se convierte tambi¨¦n para nosotras, como en los a?os 70, en un empe?o para no morir.

Purificaci¨®n Causapi¨¦ es secretaria de Igualdad del PSOE y vicepresidenta de la Internacional Socialista de Mujeres