Erasmus vale m¨¢s de lo que cuesta
Los recortes alcanzan al s¨ªmbolo de la construcci¨®n europea Las becas de movilidad de estudiantes son una inversi¨®n rentable para la cohesi¨®n social y cultural de la UE
Veinte a?os despu¨¦s de que empezara el trasiego de j¨®venes espa?oles por Europa, dotados por las becas Erasmus, el escritor Jorge Sempr¨²n dec¨ªa en 2009 en Par¨ªs, evocando la aventura que le llev¨® de Madrid, donde naci¨®, a Par¨ªs, a la Resistencia y al campo de concentraci¨®n nazi de Buchenwald:
¡ªLo mejor que ha hecho Europa son los Erasmus. Ese intercambio define lo que Europa es y debe ser en el futuro.
Un a?o m¨¢s tarde, aterido de fr¨ªo en Buchenwald, el autor de La escritura o la vida, reflexion¨® ante sus antiguos camaradas de prisi¨®n donde estuvo el patio de listas de Buchenwald, 45 a?os despu¨¦s de la liberaci¨®n del campo. Para ¨¦l, lo que pas¨® en aquella guerra y en ese y en otros campos de horror nazi fue el germen de una nueva Europa que ahora iban a seguir construyendo los j¨®venes.
Escuch¨¢ndole hab¨ªa muchos j¨®venes, algunos de ellos eran erasmus, chicos espa?oles que ampliaban estudios en universidades de aquellos alrededores. Uno de ellos era Guillermo P¨¦rez, nacido en Tenerife en 1982, que estudi¨® Qu¨ªmica en la Universidad de La Laguna y fue erasmus en la Universidad de Berl¨ªn durante el curso 2004-2005.
Espa?a reducir¨¢ su aportaci¨®n en un 60% el pr¨®ximo curso
Cuando Sempr¨²n termin¨® su discurso de incitaci¨®n a los j¨®venes a seguir construyendo la Europa que ¨¦l vio hecha cenizas, aquel mediod¨ªa de abril de 2010, al joven erasmus canario le corr¨ªan l¨¢grimas por la cara. Ahora le hemos llamado para comentar con ¨¦l la noticia que ha aparecido estos d¨ªas en la prensa: El Gobierno espa?ol deja su aportaci¨®n a Erasmus en menos de la mitad.
¡ª?Qu¨¦ le parece a usted que los Erasmus ahora se queden a medio gas?
¡ªUna decisi¨®n equivocada que me da mucha pena.
?Qu¨¦ le pasa a Europa, y qu¨¦ le pasa a Espa?a con Europa? ?C¨®mo se puede dejar a un lado, a medio gas, esta oportunidad hist¨®rica de juntar, a trav¨¦s de los estudiantes, la cultura y la ciencia de varios pa¨ªses europeos? Despu¨¦s de que Sempr¨²n hiciera aquella valoraci¨®n de lo que significaban los Erasmus en la reconstrucci¨®n intelectual de Europa, le preguntamos al fil¨®sofo Emilio Lled¨® por lo que dijo su colega: ¡°En Europa ha habido momentos duros, no tanto como en el nuestro, pero pertenecemos a esa comunidad. Y hay posibilidades que se abren para una Europa unida¡±. Una de esas posibilidades era ese intercambio de j¨®venes que han llevado y tra¨ªdo ¡°esa Europa de la luz, de la cultura y de la ense?anza¡±.
Cortina: ¡°Hay que construir la UE en lo cotidiano, no solo en lo institucional¡±
Lo que sucede ahora es que la experiencia ¡°se modula¡±. El Ministerio de Educaci¨®n, public¨® EL PA?S el 9 de octubre, ¡°va a reducir el pr¨®ximo a?o su aportaci¨®n a estas becas Erasmus en casi un 60%, es decir, ser¨¢n 21,5 millones menos que en 2012 hasta quedarse en 15,2 millones. Si se compara con el dinero que el ministerio reserv¨® para estas ayudas en 2011, la bajada ha sido de 47,5 millones, es decir, un 75%¡±.
La Comisi¨®n Europea, adem¨¢s, se ha quedado sin fondos y peligra el pago del 30% de las becas entre octubre y diciembre si los Estados no aprueban un presupuesto extra para cubrir los en torno a 90 millones de euros que faltan para terminar 2012. Espa?a env¨ªa a Europa a 36.183 becarios y recibe a 37.432; es el pa¨ªs que m¨¢s env¨ªa y el que m¨¢s recibe.
La historia comenz¨® en 1987 en toda Europa y tambi¨¦n en Espa?a. Juan V¨¢zquez era el decano de la Facultad de Econ¨®micas de Oviedo y preparaba ese nuevo programa. En comunicaci¨®n con otras facultades del continente intentaba crear convenios. ¡°Nos pusimos en contacto con la Universidad de Glasgow o la de Sheffield porque all¨ª tambi¨¦n ten¨ªan el problema econ¨®mico de la miner¨ªa del carb¨®n¡±. La presentaci¨®n del programa se hizo en Oviedo, con la presencia del entonces comisario Manuel Mar¨ªn. Aquella primera excursi¨®n de V¨¢zquez se hab¨ªa prolongado a otras universidades. ¡°El atractivo de Espa?a jug¨® a nuestro favor en el inicio y el gancho de Asturias transmitido boca a boca de unos alumnos a otros permiti¨® consolidar esas relaciones¡±.
?Qu¨¦ pasar¨ªa ahora si eso se paraliza, o se modula? V¨¢zquez, exrector de la Universidad de Oviedo y expresidente de los rectores espa?oles, dice: ¡°Ser¨ªa muy penoso y supondr¨ªa un grave retroceso. Erasmus es de las cosas importantes que han pasado en los ¨²ltimos 20 a?os (como Internet, los m¨®viles, etc¨¦tera), sobre las que ya no se puede volver atr¨¢s, sin las que ya no se puede vivir. Erasmus es una muestra de lo que tiene de inversi¨®n, y de inversi¨®n rentable, el gasto educativo y de sus efectos multiplicadores, del enorme potencial que tiene todo lo que se haga con los j¨®venes y para los j¨®venes, con las universidades y para los universitarios¡±. Para el impulsor espa?ol (con Manuel Mar¨ªn a la cabeza) de los Erasmus, ¡°en estos tiempos de crisis y de b¨²squeda de eficiencias perdidas, Erasmus es el ejemplo de un programa absolutamente eficiente que cuesta menos de lo que vale¡±.
¡°Los Erasmus nos quitaron el complejo de salir¡±, dice un experto
Pues est¨¢ en peligro. Dice Adela Cortina, catedr¨¢tica de ?tica, que rebajar la importancia de este programa significar¨ªa ¡°un retroceso lamentable en el aprendizaje que nos une y en el respeto a lo que nos distingue, que adem¨¢s es bien barato. Si hacemos el c¨¢lculo coste-beneficio, es mucho mayor el beneficio que se perder¨ªa que el dinero que se invierte. Hay otros cap¨ªtulos de gasto que podr¨ªan reducirse sin mayor problema, cuando lo urgente y lo importante es construir Europa en la vida cotidiana, y no solo en la burocracia y las instituciones¡±.
Pero ¡°la luz de Europa¡± de la que hablaba Lled¨® se aten¨²a, y Erasmus es una muestra. ?Este nuevo recorte educativo tiene que ver con la degradaci¨®n del inter¨¦s que muestra el Gobierno por la inversi¨®n en educaci¨®n? Dice Manuel Cruz, tambi¨¦n catedr¨¢tico de Filosof¨ªa: ¡°Dicha degradaci¨®n es, a su vez, efecto de una manera de entender el lugar y funci¨®n de la educaci¨®n. Hace muchos a?os que no o¨ªmos hablar, al abordar el tema de las reformas en el sistema educativo, del desajuste entre la Universidad y el mercado de trabajo (por cierto, ?es racional que en este pa¨ªs hayamos tenido, exagerando un poco el asunto, casi tantas reformas como Gobiernos, y que cuando este cambiaba de signo pusiera sistem¨¢ticamente patas arriba la tarea del anterior? ?Lo que los j¨®venes deben estudiar para formarse no deber¨ªa estar a salvo de tales contingencias pol¨ªticas?). El resultado es que se ha convertido a la primera en un mero instrumento al servicio del segundo¡±.
Los Erasmus, dice el exministro ?ngel Gabilondo, fil¨®sofo tambi¨¦n, ¡°han hecho m¨¢s por Europa que muchos discursos; han tejido una red social y afectiva. Han sido sometido, como todo lo que es bueno, a an¨¦cdotas que lo han simplificado; pero han servido para conocer lenguas y para liberarnos de t¨®picos con respecto a los europeos. Erasmus es la construcci¨®n de una comunidad de ciencia y de cultura, y ser¨ªa una mala noticia que desaparezca¡±.
Europa, dice Gabilondo, ¡°es demasiado econ¨®mica; Erasmus la convocaba a ser m¨¢s social¡±. A esa Europa fue Guillermo P¨¦rez en 2004. ¡°La Qu¨ªmica era la misma en Berl¨ªn que en La Laguna, pero aprovech¨¦ para ir de oyente a una clase que no se ofrec¨ªa en La Laguna. La profesora ¡ªLeticia Gonz¨¢lez, espa?ola y a su vez Erasmus en Inglaterra 10 a?os antes¡ª me ofreci¨® quedarme a la tesis doctoral. Todo lo que ha ido pasando en mi vida desde entonces ¡ªsobre todo, en lo acad¨¦mico, pero tambi¨¦n en lo personal¡ª tiene que ver con esa decisi¨®n de ir de oyente a una clase que ni siquiera estaba en mi curr¨ªculo¡±.
Un exalumno cree que ¡°no se puede priorizar el corto plazo en educaci¨®n¡±
Fue tambi¨¦n un intercambio de casualidades, de encuentros en la mejor fase de la vida, cuando los poros est¨¢n absolutamente abiertos. Casto Gonz¨¢lez P¨¢ramo, que naci¨® en Madrid en 1971 y ahora es abogado especializado en Derecho Comunitario, evoca algunos de los chistes que se?alaba el exministro Gabilondo. ¡°Algunos nos dec¨ªan ¡®orgasmus¡¯, por lo que se supon¨ªa que hac¨ªamos tambi¨¦n, pero eso es un t¨®pico. Fue una ocasi¨®n perfecta de intercambio de ideas y de relaciones...¡±. ?l hizo Derecho en la Universidad Carlos III, y fue el primer erasmus de ese centro. Eligi¨® Roma para desarrollar la beca: ¡°All¨ª estudiaron mis padres¡±. Signific¨® ¡°la oportunidad de salir, de encontrarse. Esa alusi¨®n a la posible juerga que viv¨ªamos es la parte menos relevante. Nos daban poco dinero, unas 25.000 pesetas al mes [unos 150 euros], as¨ª que todos necesit¨¢bamos un respaldo familiar. Y tampoco era lo m¨¢s importante el aspecto acad¨¦mico, pues en muchos casos no pod¨ªas convalidar asignaturas. Pero te abr¨ªa la mente, te permit¨ªa vivir en otro pa¨ªs, conocer realidades educativas de otro tiempo¡±.
Para ¨¦l fue un acontecimiento que le marc¨®. ¡°Como a tantos, a todos nos ha marcado. Me he especializado en Derecho Comunitario de la Competencia. En Roma nos trataban muy bien a los erasmus. Aunque era el conejillo de Indias de la Carlos III, all¨ª me trataban como si fuera un embajador de mi pa¨ªs¡±.
Por cierto, hablando de embajadas, ?no ser¨ªa interesante considerar los Erasmus como parte de la llamada Marca Espa?a? Dice Casto:
¡ªSer¨ªa muy conveniente. Que reduzcan el presupuesto precisamente ahora es una contradicci¨®n con lo que Espa?a espera de su relaci¨®n internacional, y en especial de su relaci¨®n con Europa. Los Erasmus nos quitaron el complejo de salir.
Mar¨ªa Alonso Alcaide tiene ahora 40 a?os, estudi¨® tambi¨¦n en la Carlos III, Administraci¨®n y Direcci¨®n de Empresas. Sus hermanos Julio y Soledad (que es periodista de EL PA?S) tambi¨¦n tuvieron la beca Erasmus. Ella la disfrut¨® en Amberes (B¨¦lgica). ¡°Fue una experiencia irrepetible; me permiti¨® saber que hab¨ªa un mundo diferente, me encontr¨¦ con americanos, con europeos. No era solo estudiar, era intercambio de conocimientos y amistades, asumir responsabilidades que antes te evitaban tus padres¡±.
Julio, su hermano, naci¨® en 1968, fue de los primeros erasmus. ¡°Fue esencial en mi formaci¨®n¡±. Estudi¨® Derecho, hizo el programa en ?msterdam, luego hizo un m¨¢ster en Rotterdam; hoy es uno de los grandes especialistas en telecomunicaci¨®n. Hacer el Erasmus ¡°fue poner en marcha con otros la construcci¨®n europea, que entonces era una gran ilusi¨®n. Esa conciencia europea se ha ido perdiendo, y rebajar los Erasmus ser¨ªa un s¨ªntoma mayor de ese descuido. No se puede priorizar el corto plazo en educaci¨®n. Si el pa¨ªs quiere crecer tiene que buscar f¨®rmulas para que la juventud est¨¦ bien formada y sea competitiva¡±. ?Es un programa para ricos, como se dice? ¡°No se puede hacer si no tienes respaldo familiar, o es muy dif¨ªcil. Est¨¢ al alcance de la clase media, sobre todo. ?Pero es que antes ni la clase media lo pod¨ªa afrontar!¡±.
El Gobierno deja su aportaci¨®n a Erasmus en menos de la mitad. ¡°Cuando le¨ª esa noticia¡±, dice Mar¨ªa Alonso, ¡°sent¨ª que era imposible. Esa es de las mejores v¨ªas para construir Europa¡±. Sempr¨²n, que vio Europa desde otra barrera, se muri¨® pensando como ella y como los espa?oles que han hecho el Erasmus que ahora viaja a medio gas...
25 a?os de programa
- De 11 a 33 pa¨ªses. En el curso 1987-1988, naci¨® el programa Erasmus de becas de movilidad de universitarios europeos, con la participaci¨®n de 3.244 estudiantes (250, espa?oles). Entonces eran 11 pa¨ªses. Hoy participan 33: los 27 de la Uni¨®n m¨¢s Croacia, Islandia, Liechtenstein, Noruega, Suiza y Turqu¨ªa. Ya han participado casi tres millones de personas en los programas de movilidad que se han creando sobre Erasmus, que incluyen a profesores, a estudiantes de FP...
- ?C¨®mo funciona? La Comisi¨®n reparte los fondos Erasmus en funci¨®n de los estudiantes y profesores universitarios que tiene cada pa¨ªs, el coste de la vida y el ¨¦xito del programa de a?os anteriores. En cada Estado, una agencia decide si dar menos becas pero m¨¢s cuantiosas (por ejemplo, Italia o Francia) o m¨¢s becas a m¨¢s alumnos, pero de menos dinero. As¨ª lo hace Espa?a, que, con m¨¢s de 36.000 becarios, es el que m¨¢s Erasmus env¨ªa. Tambi¨¦n es el que m¨¢s recibe: 37.432.
- El presupuesto. La Comisi¨®n Europea pone actualmente un presupuesto anual de unos 450 millones de euros. Los pa¨ªses completan ese dinero con fondos propios. En el caso de Espa?a, el monto para 2013 baja un 60% hasta quedarse en 15 millones. Comparado con el dinero de 2011, la bajada es del 75%.
- La beca. La cuant¨ªa de la ayuda se divide en tres partes: la de la UE (unos 133 euros al mes para los espa?oles, la m¨¢s baja), una peque?a ayuda de las autonom¨ªas (por ejemplo, 272 euros en Andaluc¨ªa) y la del ministerio, que este curso 2012-2103, y en funci¨®n de las solicitudes, estar¨¢ entre 100 y 120 euros mensuales (el pr¨®ximo curso habr¨¢ que aplicarle esa bajada del 60%).
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