La comunidad cient¨ªfica holandesa endurece sus m¨¦todos de control
El informe sobre el esc¨¢ndalo del psic¨®logo social Diederik Stapel, quien public¨® resultados sin contrastar, denuncia la falta de esp¨ªritu cr¨ªtico de las tres universidades donde trabaj¨®
Diederik Stapel, un psic¨®logo social holand¨¦s que invent¨® los resultados de sus trabajos, se ha convertido en el paradigma de la mala ciencia. Encumbrado hace solo un a?o, cuando public¨® trabajos falsos en las revistas Science y Nature, las dos publicaciones cient¨ªficas de mayor prestigio internacional, ha pedido este mi¨¦rcoles disculpas tras conocerse el informe oficial sobre sus pr¨¢cticas. No solo minti¨® o retoc¨® los resultados de estudios donde afirmaba, por ejemplo, que comer carne provocaba agresividad. Ninguno de sus colegas cotej¨® bien sus an¨¢lisis, ¡°olvidando la funci¨®n cr¨ªtica de la ciencia a todos los niveles¡±, seg¨²n afirma Pim Levelt, expresidente de la Academia Holandesa de las Ciencias, encargado de investigarle.
Stapel lleg¨® a afirmar que la gente sujeta a vidas desordenadas suele despreciar a los extranjeros. Como ya sucediera con los supuestos efectos nocivos del consumo c¨¢rnico, sus afirmaciones eran muy llamativas. Demasiado, para resistirse a publicarlas. ¡°No se trata de un fraude deliberado, pero s¨ª de falta de cuidado¡±, a?ade el informe. En esencia, las estad¨ªsticas de Stapel no fueron contrastadas por sus colegas. ¡°Algunos revisores de los textos incluso sugirieron dejar fuera algunas cifras para que la conclusi¨®n fuera redonda. Se arrumb¨® la integridad en nombre de unos art¨ªculos bonitos¡±, dicen los investigadores. En su opini¨®n, hay resultados fraudulentos ¡°en 55 de los 130 textos acad¨¦micos escritos por el psic¨®logo, y los 10 estudiantes de doctorado que supervisaba¡±.
El esc¨¢ndalo, y la verg¨¹enza acad¨¦mica, han sido may¨²sculos, y las tres universidades holandesas (?msterdam, Groningen y Tilburg), donde Stapel colaboraba, modificar¨¢n sus cribas. En la capital holandesa, ser¨¢ obligatorio compartir la informaci¨®n manejada en los trabajos para controlarlos mejor. En Groningen, al norte del pa¨ªs, los estudios ser¨¢n elaborados bajo la mirada de otros cient¨ªficos, ¡°porque se ha da?ado a los investigadores que empiezan¡±, se?alan sus responsables. Y en Tilburg, al sur del pa¨ªs, donde era decano de la facultad de Ciencias Sociales, los doctorandos solo podr¨¢n operar con dos supervisores.
El psic¨®logo social ca¨ªdo, por su parte, ha pedido perd¨®n ante la televisi¨®n nacional. ¡°He fallado como cient¨ªfico y tambi¨¦n a los colegas que confiaron en m¨ª. Estoy triste, avergonzado y lleno de remordimientos¡±, ha dicho. Mientras era investigado, ha recibido terapia y escrito un libro sobre las consecuencias personales de su situaci¨®n. La obra aparecer¨¢ en breve en Holanda.
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