La calle despierta
Una sociedad que parec¨ªa aletargada se moviliza en multitud de frentes. Nadie se libra ya de los recortes. La protesta es trasversal: m¨¦dicos con pacientes, profesores con alumnos, jueces con abogados
El ambiente era inflamable y la chispa ha saltado. Los trabajadores de la sanidad, la educaci¨®n, los jueces, los activistas antidesahucios... La duraci¨®n y profundidad de la crisis econ¨®mica ha empujado a miles de ciudadanos a tomar la calle y muchos est¨¢n convencidos ahora de que la protesta s¨ª que sirve. La insistencia de los profesionales de la medicina ha logrado que la Comunidad de Madrid haya aceptado repensar su plan de transformar el hospital de La Princesa en un centro para mayores, mientras cientos de personas han paralizado decenas de desahucios y han pasado por encima de la banca para cambiar algunas reglas. La protesta, seg¨²n los expertos, va a ir a m¨¢s.
Los ajustes tocan pilares del Estado de bienestar y generan frustraci¨®n
Si hace unos meses los ciudadanos se mostraban indignados pero no acababan de movilizarse, ahora han despertado del todo. ¡°La chispa est¨¢ saltando por sectores¡±, afirma Jos¨¦ F¨¦lix Tezanos. Este catedr¨¢tico de Sociolog¨ªa de la Uned ya vaticinaba en abril de 2011 en este mismo peri¨®dico lo que estaba por llegar: hab¨ªa un caldo de cultivo de paro, falta de expectativas y recortes (que empezaron con el anterior Gobierno socialista en 2010) que pod¨ªa estallar en cualquier momento. Y as¨ª ha sido. ¡°Una novedad de estos conflictos es su transversalidad; en las protestas de los m¨¦dicos, hay jefes de servicio, residentes, pacientes, votantes del PP y del PSOE¡±, a?ade. ¡°Pero tambi¨¦n son un c¨®ctel explosivo, porque se trata de un movimiento social cada vez m¨¢s indignado que se enfrenta a un poder pol¨ªtico cada vez menos representativo¡±, advierte.
El punto de inflexi¨®n, esa chispa, salt¨® con el 15-M, a partir de la ocupaci¨®n de la Puerta del Sol de Madrid el 15 de mayo de 2011 en torno a un difuso pero contundente sentimiento de indignaci¨®n por el deterioro econ¨®mico y social, afirman la directora del Laboratorio de la Fundaci¨®n Alternativas, Bel¨¦n Barreiro, y el profesor de Sociolog¨ªa de la Carlos III de Madrid Daniel Kapl¨²n. Aquello, aparte de devenir en movimientos tan importantes y exitosos como la Plataforma de Afectados por la Hipoteca, sirvi¨® ¡°como una toma de conciencia de que para mejorar las cosas ya no serv¨ªan los cauces institucionales¡±, seg¨²n Kapl¨²n.
Aquel movimiento desde las bases, que ha desbordado a las instituciones tradicionales como los sindicatos y los partidos de izquierda ¡ªque solo han podido sumarse a remolque¡ª, ha ido creciendo y organiz¨¢ndose en diferentes ¨¢reas, ¡°con la legitimidad que le da la gente¡±, es decir, esas amplias bases, a?ade el profesor.
Las grietas del malestar
El 15-M. Un movimiento espont¨¢neo y difuso desemboc¨® en la ocupaci¨®n de la Puerta del Sol de Madrid el 15 de mayo de 2011. Durante meses, en torno al descontento por los recortes y por el funcionamiento de las instituciones democr¨¢ticas, tocaron todos los palos, debatieron y la protesta se fue diluyendo en proyectos de barrio y otras iniciativas.
Desahucios. Desde 2007 se han producido 350.000 ejecuciones hipotecarias. Un gran movimiento para paralizarlos en torno al grupo Stop Desahucios y la Plataforma de Afectados por la Hipoteca han obligado a mover ficha al Gobierno, aunque, para muchos, de forma insuficiente. Los jueces tambi¨¦n han salido en defensa de los afectados.
Educaci¨®n. Los recortes educativos suman varios miles de millones de euros y la previsi¨®n del Gobierno es un descenso de unos 10.000 millones entre 2010 y 2015. En el ¨²ltimo a?o, ha habido dos hitos: una huelga total en todos los niveles (de infantil a la universidad) el 22 de mayo; y una huelga de padres en apoyo del paro estudiantil el 18 de octubre.
Sanidad. Los recortes en sanidad superan los 10.000 millones de euros en tres a?os (contando los que vienen en 2013). A ello se suman los planes para privatizar el servicio sanitario en varias comunidades. En las ¨²ltimas semanas, Madrid ha sido la punta de lanza de las protestas, con una gran huelga esta semana.
Servicios sociales. Los trabajadores del sector y las personas m¨¢s necesitadas han visto c¨®mo la Ley de Dependencia perd¨ªa de dos tacadas casi 500 millones. Se qued¨® en 1.087. La partida para los servicios sociales b¨¢sicos de los Ayuntamientos ha perdido en los dos ¨²ltimos presupuestos un 65%.
Igualdad. Las partidas destinadas a este ¨¢rea por el Gobierno han perdido unos 13 millones en dos a?os y se quedan con 18,9 millones. La lucha contra la violencia machista tambi¨¦n pierde.
Justicia. Las nuevas tasas han sublevado a los jueces. Las cuant¨ªas van de los 100 euros en un procedimiento monitorio (una reclamaci¨®n por una deuda) a los 1.200 euros de un recurso de casaci¨®n ante el Tribunal Supremo. La jurisdicci¨®n penal queda exenta, as¨ª como los casos de maltrato.
Funcionarios. Se han quedado sin extra de Navidad y sus salarios se congelar¨¢n en 2013 por tercer a?o.
Cultura. El recorte para 2013 es del 30% y ha puesto en pie de guerra al sector. El IVA ha pasado del 8% al 21% para las entradas a cines, teatros, circos, conciertos y exposiciones.
Un ejemplo es la Asociaci¨®n de Facultativos Especialistas de Madrid (Afem), creada hace unos meses por un grupo de m¨¦dicos y que ya ha conseguido capitanear las protestas contra los planes de la Comunidad de pasar a la gesti¨®n privada un buen n¨²mero de hospitales p¨²blicos de la regi¨®n: su huelga indefinida la siguen un 30% de facultativos, seg¨²n la Consejer¨ªa de Sanidad. ¡°Surgi¨® por el sentimiento de desencanto desde la base de la sociedad y de los profesionales; sent¨ªamos que no est¨¢bamos siendo representados ni por los sindicatos ni por las asociaciones¡±, cuenta el presidente de Afem, el neurocirujano del 12 de Octubre Pedro Gonz¨¢lez. ¡°El 15-M se?al¨® el descontento del pueblo, pero creemos que los profesionales tenemos que ir un poco m¨¢s all¨¢, dar soluciones, decir que hay alternativas que podemos poner en pr¨¢ctica para mejorar las cosas sin que sea excesivamente gravoso para la sociedad¡±, dice Gonz¨¢lez.
Bel¨¦n Barreiro apunta que, si el 15-M se?al¨® el camino, el deterioro social y econ¨®mico ha ido abriendo cada vez m¨¢s frentes. ¡°La sociedad est¨¢ peor que hace un a?o y medio, y los recortes van tocando cada vez m¨¢s palos, hasta los pilares intocables¡±, afirma esta doctora en Ciencia Pol¨ªtica y Sociolog¨ªa. Barreiro se refiere a las bases del Estado del bienestar, la sanidad, la educaci¨®n y las pensiones (no incluye la dependencia, dice, porque la sociedad a¨²n no lo ha interiorizado), bienes a defender por la izquierda, pero tambi¨¦n por amplios sectores de ¡°una derecha cat¨®lica con fuerte sentido de la solidaridad¡±.
Despu¨¦s de cinco a?os de crisis econ¨®mica, la situaci¨®n es insostenible cada vez para m¨¢s gente. La tasa de desempleo ha pasado del 21% de hace un a?o al 25%, seg¨²n los datos del Instituto Nacional de Estad¨ªstica (INE). Por primera vez en 25 a?os se ha superado la barrera de los dos millones de parados sin ninguna prestaci¨®n. Cerca de 1,7 millones de hogares tiene todos sus miembros en paro, 312.700 m¨¢s que hace un a?o. Los pensionistas se han convertido en el sustento principal de miles de hogares, pero la ayuda de los parientes como colch¨®n de seguridad econ¨®mica empieza a agotarse, coinciden los especialistas. Y los jubilados tienen que hacer frente a cada vez m¨¢s gastos, como el copago de los f¨¢rmacos.
El Gobierno ha subido el impuesto de la renta y el IVA. Tambi¨¦n son m¨¢s caras las tasas universitarias, las guarder¨ªas, hay menos becas, menos profesores, m¨¢s recortes en sanidad, entre los funcionarios, los servicios sociales o la justicia. ¡°Estamos en la segunda fase de ajuste de la crisis. El grueso del ajuste necesario para reducir el d¨¦ficit presupuestario se ha completado, pero ahora nos queda una purga por exceso de tama?o en el sector p¨²blico¡±, afirma Sara Bali?a, economista de Analistas Financieros Internacionales. ¡°Estas medidas generan mucho malestar porque tienen una repercusi¨®n m¨¢s directa¡±, a?ade. ¡°?Hemos pasado lo peor? Espero que s¨ª, pero no creemos que la situaci¨®n econ¨®mica, tanto en t¨¦rminos de producto interior bruto como de empleo, se empiece a normalizar hasta final de 2013¡±. La crisis va para largo.
A menudo, las bases desbordan a los sindicatos, como en la marea verde
El suicidio de Amaya Ega?a, de 53 a?os, cuando iba a ser desahuciada de su vivienda a principios de noviembre en Barakaldo, se ha convertido en uno de los s¨ªmbolos de la desesperaci¨®n creciente de la sociedad. Poco despu¨¦s, el Gobierno decret¨® una moratoria de dos a?os para algunos casos muy concretos de desalojos por impago de la hipoteca. ¡°El decreto contra los desahucios es insuficiente y deja a mucha gente fuera, pero es una peque?a victoria y por eso la gente conf¨ªa en nosotros¡±, explica Adri¨¤ Alemany, de la Plataforma de Afectados de la Hipoteca, gran defensor de los actos de desobediencia civil.
A trav¨¦s de esta asociaci¨®n y del movimiento Stop Desahucios se han logrado paralizar cerca de 500 desalojos. ¡°Son esas peque?as batallas las que abren otro horizonte de posibilidades. En 2009, cuando naci¨® nuestra organizaci¨®n, d¨¢bamos gritos en el desierto; desde hace unos meses, somos un clamor popular. Se han conseguido cosas y la gente se ha dado cuenta de que protestar s¨ª sirve para cambiar las cosas¡±, remata.
La irrupci¨®n de los jueces, desde los m¨¢s progresistas hasta los m¨¢s conservadores, en contra de los abusos cometidos en los desalojos ha supuesto otro avance. En un gesto poco habitual, el gremio denunci¨® hace unas semanas la indefensi¨®n que viven los afectados, ya que el juez no puede decidir si el impago se produce por motivos justificados o no. Poco despu¨¦s, los jueces han arremetido, junto a fiscales y abogados, contra las nuevas tasas judiciales, porque creen que perjudican al ciudadano. ¡°No se nos puede quitar carga de trabajo a costa de reducir la capacidad del ciudadano de acceder a la justicia¡±, explica Joaquim Bosch, portavoz de Jueces para la Democracia. ¡°Las tasas y los desahucios han sacado a los jueces de su mundo¡±, a?ade el juez. ¡°Con la crisis cada vez se ve¨ªan m¨¢s desalojos en los juzgados y la indefensi¨®n de los demandados frente a las entidades¡±, prosigue. Estas quejas se enmarcan, adem¨¢s, en un momento muy tenso entre el poder judicial y el ministro del ramo, Alberto Ruiz-Gallard¨®n, que ha ampliado los recortes y ha congelado las plazas judiciales pese a que los juzgados est¨¢n totalmente congestionados.
Conservadores y progresistas protestan juntos por la justicia
As¨ª, un d¨ªa y otro d¨ªa se van sumando sectores a la protesta (colectivos de discapacitados han organizado una gran protesta en Madrid para el domingo por los impagos de las administraciones auton¨®micas y locales) y los que vienen de m¨¢s lejos resurgen continuamente. Uno de ellos es el educativo, que ha sufrido recortes de varios miles de millones de euros en 2010, y que, tras muchos meses de protestas dispersas como respuesta a los recortes puntuales de las comunidades, un decreto del Gobierno en abril para recortar m¨¢s de 3.000 millones en educaci¨®n consigui¨® unir la protesta y darle m¨¢s visibilidad.
En Madrid, ya desde mediados de 2011, fueron las ansias movilizadoras de los profesores de base las que empujaron unas protestas que desembocaron en el movimiento que m¨¢s tarde se ha llamado la marea verde. Esta es la que dio la idea de las mareas en la manifestaci¨®n que reuni¨® en Madrid a decenas de miles de personas contra los recortes el pasado 15 de septiembre. La blanca era la de sanidad; la violeta, la de igualdad; la naranja, servicios sociales; la negra, los servicios p¨²blicos, los funcionarios. Los convocantes de esa marcha, 230 colectivos, quiz¨¢ sean la expresi¨®n m¨¢s clara de esa movilizaci¨®n social en que hoy por hoy se mezclan y amontonan sindicatos, grupos pol¨ªticos y asociaciones cl¨¢sicas y reci¨¦n creadas de todo tipo y condici¨®n.
Aparte de la velocidad y amplitud de los recortes ¡ª¡°Hay una clase media que se est¨¢ depauperando a una velocidad de v¨¦rtigo, y aumentan las desigualdades a la misma velocidad¡±, ¡°ya no queda nadie ajeno¡±¡ª el profesor Kapl¨²n tambi¨¦n apunta al descontento ¡°porque no se est¨¢n repartiendo las p¨¦rdidas: unos pocos siguen ganado cada vez m¨¢s mientras la mayor¨ªa es cada vez m¨¢s pobre¡±, y con un sistema pol¨ªtico que parece maniatado por los intereses econ¨®micos: ¡°Cada vez es m¨¢s descarado el contraste entre el rescate a la banca y los recortes¡±, se?ala. Barreiro habla tambi¨¦n de la frustraci¨®n de muchos de los que votaron al PP convencidos de que ¡°ten¨ªa la llave para salir de la crisis¡±, pero se han encontrado que ¡°las cosas no est¨¢n mejor, sino que han empeorado¡±.
Todo ello aumenta la movilizaci¨®n, y lo har¨¢ todav¨ªa m¨¢s si, como parece, empieza a dar frutos, como en el caso de los desahucios. ¡°A medida que la crisis va afectando a m¨¢s factores, la gente es m¨¢s consciente de que puede hacer cosas y la resignaci¨®n deja de ser una opci¨®n¡±, opina Jordi Mir, del Centro de Estudios de Movimientos Sociales de la Universidad Pompeu Fabra de Barcelona. ¡°La situaci¨®n se ha ido agudizando porque no hay elementos que nos hagan pensar que esto vaya a mejorar; la democracia representativa est¨¢ fallando, y la movilizaci¨®n recluta a sectores de la poblaci¨®n tradicionalmente menos activos, tanto j¨®venes como adultos¡±, a?ade. ¡°De momento, se cuestiona la legalidad, pero no hay un enfrentamiento violento; las protestas son pac¨ªficas¡±, dice.
"Vamos a una ¨¦poca de conflictos y poco peso de los partidos"
La crisis de los partidos es uno de los elementos que est¨¢ detr¨¢s de estas protestas de base. La p¨¦rdida de apoyos electorales potenciales del PP est¨¢ siendo r¨¢pida y contundente, hasta el punto que en estos momentos el PP solo mantiene la lealtad del 56% de los que le votaron hace solo un a?o, seg¨²n los datos recogidos por Jos¨¦ F¨¦lix Tezanos en el ¨²ltimo n¨²mero de la revista Temas. Y la principal novedad es que el retroceso en el partido de gobierno no se traduce en un ascenso del principal partido de la oposici¨®n.
Al soci¨®logo de la Uned le inquieta la situaci¨®n actual, cuyo desenlace ve imprevisible. ¡°Vamos hacia una ¨¦poca de grandes conflictos y de p¨¦rdida de peso de los partidos pol¨ªticos¡±, advierte. ¡°La sociedad occidental tiene que pensar que la estabilidad no est¨¢ garantizada¡±, considera. Tezanos advierte que los partidos deben hacer frente a esta situaci¨®n o ¡°nos enfrentamos a sociedades inviables, en las que el descontento es dif¨ªcilmente canalizable¡±, lo que deja abierta la puerta al ascenso de los movimientos extremistas y populistas. Y si el Gobierno considera que se trata de un problema de orden p¨²blico y saca a los antidisturbios, un movimiento pac¨ªfico como el actual puede volverse violento.
Todos los expertos coinciden: las movilizaciones van a ir a m¨¢s. ¡°Esto no se va a agotar en reivindicar lo que hab¨ªa, la vuelta atr¨¢s es imposible; esto va a devenir en un nuevo modelo de sociedad, que no s¨¦ cu¨¢l ser¨¢, pero creo que hay solo dos salidas, por la ultraderecha o por la izquierda¡±, augura.
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