La ¡®¨²ltima¡¯ explicaci¨®n de la homosexualidad
Ante la falta de respuesta de la gen¨¦tica para justificar al atracci¨®n por el mismo sexo, llega la epigen¨¦tica
La causa de que existan hombres gais o mujeres lesbianas sigue intrigando a los cient¨ªficos. Y nadie encuentra una explicaci¨®n. Ahora la epigen¨¦tica es la candidata, seg¨²n un trabajo que publican investigadores del National Institute for Mathematical and Biological Synthesis (NIMBioS) y la Universidad de California en Santa B¨¢rbara en The Quarterly Review of Biology, que publica la Universidad de Chicago.
El hecho de que ese tipo de orientaciones se den en pr¨¢cticamente todas las culturas y que haya persistido a lo largo del tiempo y pese a todas las persecuciones y trabas ha llevado a pensar que hay una causa b¨¢sica biol¨®gica. Diversas aproximaciones la han buscado en el tama?o y forma del cerebro o de algunas de sus partes, pero este ¨®rgano, pese a su complejidad, es adaptable y sufre cambios en funci¨®n de los est¨ªmulos, por lo que siempre quedaba la duda de si las diferencias eran por causas biol¨®gicas o ambientales.
La revoluci¨®n gen¨¦tica de la ¨²ltima d¨¦cada, y el hecho de que se encontraran bastantes casos de homosexuales (gais o lesbianas) en una misma familia llev¨® a pensar que hab¨ªa causa gen¨¦tica. Pero los estudios hechos con gemelos, que comparten ADN y, adem¨¢s, normalmente, la misma educaci¨®n no han sido concluyentes. Seg¨²n esta explicaci¨®n si un hermano era gay, su hermano id¨¦ntico gen¨¦ticamente deber¨ªa serlo, pero no ha sido as¨ª.
Una tercera teor¨ªa hablaba de la exposici¨®n a ciertas hormonas durante el embarazo. La teor¨ªa dice que los fetos (en concreto, los cerebros) masculinos (con cromosomas sexuales XY) expuestos a menos testosterona de lo normal resultaban en ni?os gais, y que los femeninos (XX) expuestos a m¨¢s testosterona, resultaban en lesbianas.
La ¨²ltima explicaci¨®n sugerida, la de la epigen¨¦tica, recoge, de alguna manera, parte de estas dos ¨²ltimas. Utiliza la idea de la exposici¨®n del cerebro a la testosterona, pero la matiza por la variabilidad en la epigen¨¦tica de los distintos embriones, y se acerca a dar una explicaci¨®n a la existencia de varias personas homosexuales en la misma familia.
La epigen¨¦tica es el conjunto de interruptores que hacen que unos genes se expresen o no. Imaginemos que cada c¨¦lula es una unidad de una f¨¢brica de coches. En ella, en cada momento har¨¢ falta algo, desde un utilitario (una prote¨ªna) a un deportivo (insulina). Todas las instrucciones de todo lo que se fabrica en la instalaci¨®n est¨¢n en un mismo ordenador (el n¨²cleo celular). Si no hubiera ning¨²n control, la f¨¢brica se saturar¨ªa, llena de utilitarios y deportivos por igual. La epigen¨¦tica, de alguna manera, es el conjunto de instrucciones que hace que en una c¨¦lula se fabriquen prote¨ªnas, y, solo en las del p¨¢ncreas, insulina.
Las 'epimarcas' son el mecanismo m¨¢s plausible para explicarlo, dicen los autores
Durante la reproducci¨®n, el padre y la madre transmiten al hijo todas las instrucciones (fabricar un ojo, un pie, el cerebro, pene, vagina). Es la correcta activaci¨®n de cada una de ellas en su momento adecuado la que determina que de un ¨®vulo fecundado se genere un ser humano (fabrica sangre, aqu¨ª un dedo, el coraz¨®n, una u?a). Pues lo que los investigadores han determinado es que un grupo de esas instrucciones, que son las que regulan la respuesta a la testosterona, se pueden heredar. As¨ª, un feto masculino que hereda la instrucci¨®n de ser muy sensible a un descenso de testosterona acabar¨¢ siendo un ni?o gay si se produce una disminuci¨®n de la hormona; y, al contrario, si un feto femenino hereda la instrucci¨®n de ser muy sensible al exceso de testosterona y eso sucede, de mayor ser¨¢ lesbiana. Esta respuesta heredada, lo que los investigadores llaman epimarcas, ¡°son el mecanismo evolutivo m¨¢s plausible para la homosexualidad humana¡±, concluye Sergey Gavrilets, del NIMBioS.
Los autores no descartan que otros factores influyan, y, prudentemente, dicen que sus epimarcas ¡°subyacen¡± en la homosexualidad. Con ello dejan abierta la puerta a las cuestiones ambientales (que tambi¨¦n alteran la epigen¨¦tica) o emocionales que explican la variabilidad de las relaciones y el comportamiento humano (m¨¢s el caso, que ni mencionan, de los bisexuales).
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