Un calamar gigante, filmado por primera vez en el fondo marino
Un investigador japon¨¦s gana una nueva batalla en su lucha por conocer mejor el legendario monstruo abisal
Tiene el cuerpo plateado y grandes ojos negros. Agarra con algunos de sus ocho brazos otro calamar (un cebo) y nada majestuosamente a unos 600 metros de profundidad, en la oscuridad m¨¢s absoluta de las profundidades marinas, cerca de una isla japonesa. Una c¨¢mara de alta definici¨®n y muchos a?os de esfuerzos por parte de investigadores japoneses han conseguido la primera filmaci¨®n de un calamar gigante en su medio natural, o al menos es como lo presenta el Discovery Channel, que emitir¨¢ el v¨ªdeo en los pr¨®ximos d¨ªas, como broche a su serie Curiosity.
Los llamados calamares gigantes pueden llegar a medir 13 metros de longitud (otros elevan esta cifra a 18), pero la mayor parte de su longitud se debe a sus dos tent¨¢culos. Viven normalmente a profundidades superiores a los 400 metros y son del g¨¦nero Architeuthis, del que se han propuesto hasta ocho especies diferentes, aunque esto es imposible de saber por falta de ejemplares suficientes para distinguirlos. Hay especialistas que creen que hay solo tres especies y otros que se inclinan por una sola, a pesar de que puebla pr¨¢cticamente todos los oc¨¦anos del mundo. Se dice a veces que es el mayor invertebrado del mundo, pero los especialistas recuerdan que le supera el calamar colosal (Mesonychoteuthis), tambi¨¦n muy mal conocido, que puede medir un metro m¨¢s y tiene un cuerpo m¨¢s largo.
Si bien el ejemplar presentado ahora es claramente un calamar gigante, un Architeuthis, su tama?o no es tan grande, debido a que le faltan los dos largos tent¨¢culos, como explica el investigador Tsunemi Kubodera, que libra su guerra particular desde hace 10 a?os para conocerlo mejor. Este calamar mide solo tres metros, pero Kubodera, del Museo Nacional de Ciencia de Jap¨®n, estima su longitud original en ocho metros. Capturarlo en v¨ªdeo, lo que sucedi¨® en julio del a?o pasado, supuso 100 misiones a bordo de un peque?o sumergible tripulado por Kubodera y dos personas m¨¢s. ¡°Brillaba y era tan hermoso¡±, declar¨® el investigador. ¡°Me emocion¨¦ mucho cuando lo vi de cerca, pero estaba seguro de encontrarlo porque hab¨ªamos investigado rigurosamente las ¨¢reas en que podr¨ªamos hallarlo, bas¨¢ndonos en los datos recogidos durante a?os¡±. El sumergible sigui¨® luego al calamar hasta los 900 metros.
A pesar de que sea la primera filmaci¨®n a esa profundidad, el mismo investigador consigui¨® en 2006 filmar un ejemplar que acudi¨® a un cebo, aunque en superficie y luego izado al barco en el que estaba. Dos a?os antes, lanz¨® una c¨¢mara con cebo a 900 metros de profundidad y obtuvo centenares de espectaculares fotograf¨ªas de un Architeuthis de una longitud estimada de ocho metros que estuvo durante cuatro horas enganchado a la l¨ªnea hasta que logr¨® soltarse dejando parte de un tent¨¢culo all¨ª. El an¨¢lisis de ADN del tent¨¢culo demostr¨® su identidad.
Hasta ahora los calamares gigantes, supuesto origen de mitos como el n¨®rdico Kraken, se conoc¨ªan sobre todo por los ejemplares recogidos muertos por los pescadores en la superficie y que no tienen uso comercial, ya que su carne tiene un alto contenido de amon¨ªaco. Sin embargo, el inter¨¦s por conocer su forma de vida y comportamiento ha llevado a realizar en los ¨²ltimos 10 a?os expediciones costosas, financiadas por productoras de televisi¨®n, con escasos resultados.
En estos animales, adem¨¢s de sus ventosas con afilados dientes, son especialmente llamativos sus grandes ojos, de hasta 27 cent¨ªmetros de di¨¢metro, cuya utilidad evolutiva se cree que es poder localizar en la oscuridad a los cachalotes, sus principales depredadores. Es posible que el ejemplar ahora filmado perdiera sus largos tent¨¢culos en un encuentro con un cachalote, igual que en la piel de muchos de estos se observan las huellas de estas violentas escaramuzas, nunca filmadas, y en su est¨®mago se encuentran a menudo los picos de calamares gigantes. Esto no pasa solo en lugares lejanos: en las costas de Asturias, en el ca?¨®n de Avil¨¦s, a gran profundidad, habitan calamares gigantes y all¨ª acuden cachalotes para alimentarse de ellos. Ha habido expediciones espa?olas en busca del calamar gigante, pero no tuvieron ¨¦xito.
Misterios de la mitad de la superficie terrestre
Es verdad que los calamares gigantes y colosales son los grandes desconocidos de las profundidades marinas, pero grande en este caso se refiere al tama?o, que puede alcanzar los 14 metros, porque en realidad se conoce muy mal la fauna abisal, la que puebla la considerada ¨²ltima frontera de la exploraci¨®n: llanuras, cordilleras y volcanes que suponen la mitad de la superficie terrestre. Para remediarlo en parte se han lanzado recientemente cinco programas de investigaci¨®n, que formaron parte del Censo de la Vida Marina, un megaproyecto internacional que termin¨® en 2010. Por debajo de los 200 metros ya no existe la fotos¨ªntesis y la oscuridad es permanente, pero eso no quiere decir que no haya vida en estas condiciones extremas. Las investigaciones han encontrado m¨¢s de 6.000 especies entre los 1.000 y los 5.000 metros bajo el nivel del mar, y gran parte de ellas son nuevas para la ciencia. Son en su mayor¨ªa extra?os peces peque?os, gusanos, crust¨¢ceos y moluscos. Los microorganismos se conocen todav¨ªa menos.
Que haya vida no quiere decir que sea abundante. La abundancia es sobre todo una funci¨®n de la alimentaci¨®n disponible y disminuye r¨¢pidamente con la profundidad, encontraron los investigadores. En las zonas de transici¨®n entre las plataformas continentales y las llanuras abisales es donde se encuentran las especies m¨¢s extra?as, que se han tenido que adaptar a los cambios.
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