Europa debate limitar el acceso de la polic¨ªa y los jueces a los datos personales
Los europarlamentarios proponen que la tenencia de datos est¨¦ justificada y que los datos sensibles, como los gen¨¦ticos, se den solo en investigaciones importantes
Las fuerzas y cuerpos de seguridad dan un tratamiento desigual ¨Cy en ocasiones abusivo- a los datos personales de los ciudadanos. El Parlamento Europeo quiere aprovechar el tr¨¢mite del reglamento que protege al ciudadano frente a las empresas para extender a la polic¨ªa y los jueces esas restricciones en el procesamiento de informaci¨®n. Los eurodiputados proponen que cada almacenamiento de datos est¨¦ justificado y que detalles sensibles como los gen¨¦ticos se transmitan solo en investigaciones clave.
El r¨¢pido avance de las nuevas tecnolog¨ªas ha multiplicado exponencialmente la exposici¨®n p¨²blica de los ciudadanos, especialmente en Internet. El 97% de la informaci¨®n comunicada por medios telem¨¢ticos circula en la Red, seg¨²n cifras de la Comisi¨®n Europea. Esa avalancha de datos deja obsoletas las actuales reglas de protecci¨®n, por lo que las instituciones comunitarias intentan crear un nuevo marco europeo homog¨¦neo.
Bruselas lanz¨® hace un a?o su proyecto para endurecer el uso que empresas como Google o Facebook realizan de los perfiles de sus usuarios, con una defensa clara del llamado derecho al olvido (posibilidad de que un ciudadano pueda retirar de la web informaci¨®n propia que le perjudique). A la vez, present¨® una iniciativa paralela para trasladar unas normas similares a los poderes p¨²blicos de los Estados. La Euroc¨¢mara, que ahora tramita todo ese paquete, se propone endurecer la propuesta de la Comisi¨®n.
El Parlamento persigue ¡°que existan reglas comunes entre las fuerzas de seguridad y que sean las mismas que se aplican a las empresas¡±, en palabras del eurodiputado alem¨¢n Jan Philipp Albrecht, del grupo Los Verdes. Dimitrios Droutsas, autor de la propuesta sobre esa regulaci¨®n, abunda: ¡°Soy pragm¨¢tico y s¨¦ que no ser¨¢ posible tener el mismo nivel de protecci¨®n en las fuerzas de orden p¨²blico que en las empresas, pero tenemos que conseguir que se aproximen lo m¨¢s posible¡±. El objetivo es que las excepciones no se conviertan en norma.
Para lograrlo, la Euroc¨¢mara pide que en cada caso se recojan los prop¨®sitos concretos que justifican el procesamiento de datos y que se proh¨ªba la trasmisi¨®n a terceros salvo en casos de peligro. Asimismo deber¨¢ existir un mecanismo de evaluaci¨®n que evite la creaci¨®n de ¡°una sociedad orwelliana donde al final todos los datos se procesen y analicen¡±, describe gr¨¢ficamente el texto.
Bruselas pide se recojan los prop¨®sitos que justifican el procesamiento de datos
El paso por la Euroc¨¢mara a?ade una importante novedad a la propuesta inicial de la Comisi¨®n. Se trata de la informaci¨®n gen¨¦tica, que muchos ficheros personales incorporan de oficio y que puede ser utilizada contra los derechos del ciudadano. Esa informaci¨®n solo podr¨¢ circular si en el transcurso de una investigaci¨®n policial o judicial se descubre un v¨ªnculo gen¨¦tico relevante.
El ¨¦nfasis que pone el Parlamento en tratar como un solo paquete la protecci¨®n de datos para las empresas y para las fuerzas de seguridad choca con el recelo de los Estados a limitar esas pr¨¢cticas. Los diputados Droutsas y Albrecht admiten un problema con el Consejo Europeo a ese respecto. La protecci¨®n de datos personales figura como una de las prioridades de la actual presidencia irlandesa de la Uni¨®n Europea, pero es m¨¢s que probable que los Estados intenten desgajar los dos proyectos de forma que el reglamento para empresas sea m¨¢s invasivo y la directiva para polic¨ªa y jueces, m¨¢s laxa. ¡°Esto es muy preocupante. Si hay obst¨¢culos, el Parlamento est¨¢ dispuesto a aplicar toda la presi¨®n que sea necesaria¡±, advierte el diputado socialdem¨®crata griego.
Con directiva o no, lo m¨¢s probable es que el reglamento que pone trabas a las empresas para comerciar con datos de usuarios en Internet vea la luz este mismo a?o. Si se aprueba en los t¨¦rminos actuales, la norma obliga a suministrar informaci¨®n clara al usuario sobre lo que se pretende hacer con sus datos y exigir una aceptaci¨®n expl¨ªcita. Las empresas incumplidoras se enfrentar¨¢n a multas de hasta el 2% de su facturaci¨®n.
El Parlamento pretende votar el paquete entre abril y mayo y a partir de ah¨ª iniciar una negociaci¨®n con los Estados que debe concluir antes de las pr¨®ximas elecciones a la Euroc¨¢mara, en los primeros meses de 2014. Las normas son de aplicaci¨®n directa, pero no entrar¨¢n en vigor hasta dos a?os despu¨¦s de ser aprobadas, en 2016.
Una nube de casi 5.000 millones
La edad, el g¨¦nero, las horas de conexi¨®n a Internet o las p¨¢ginas m¨¢s visitadas durante la navegaci¨®n constituyen una incalculable fuente de recursos para las empresas. Consciente o inconscientemente, los usuarios de la web van dejando huellas que los definen con bastante precisi¨®n y que las empresas aprovechan para ajustar al m¨¢ximo las ofertas publicitarias que les lanzan, entre otros aspectos.
Las instituciones consultadas reh¨²san ofrecer estimar cu¨¢nto dinero mueve este negocio, pero ofrecen algunas pistas. Para almacenar esa informaci¨®n tan prolija, las empresas recurren a la llamada nube de datos, pues sus servidores no tienen suficiente capacidad para conservarla. El mercado europeo de servicios asociados a esa nube rondaba los 5.000 millones de euros entre equipos y productos de programaci¨®n, seg¨²n explica la Comisi¨®n Europea.
Otra buena aproximaci¨®n a las cantidades en juego la ofrece Joe McNamee, de la asociaci¨®n europea EDRI, encargada de defender los derechos del ciudadano en la web. Este experto recuerda que solo Google ingres¨® unos 27.000 millones de euros en publicidad en 2011. McNamee asegura que regular esos derechos no implica frenar la actividad comercial de las empresas, sino ¡°crear una legislaci¨®n que les permita ganar confianza y competir en un marco predecible¡±.
Pese a todo, las empresas presionan con fuerza para hacer o¨ªr su voz. ¡°Hay muchas m¨¢s empresas implicadas [en el proceso legislativo] que asociaciones de consumidores¡±, puntualiza el diputado alem¨¢n Jan Phillip Albrecht como prueba de la influencia que persiguen en la regulaci¨®n. El representante de EDRI a?ade, sin dar nombres, que las grandes compa?¨ªas estadounidenses on line han lanzado ¡°la mayor campa?a de presi¨®n que el mundo ha conocido¡±. Esta organizaci¨®n acusa al Gobierno de Estados Unidos de haber intercedido por estas firmas ante la Comisi¨®n Europea y haber conseguido rebajar el tono de la propuesta antes a¨²n de que viera la luz. ¡°Es sorprendente que nadie en Europa encuentre esto raro o inaceptable¡±, concluye.
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