Rouco mete en cintura a Escuelas Cat¨®licas
Los obispos ¡®intervienen¡¯ las jornadas de la organizaci¨®n docente y vetan a sus ponentes
Los obispos quieren intervenir en todo lo que ocurre en el catolicismo espa?ol, o, al menos, que se les consulte antes de organizar nada. La ¨²ltima v¨ªctima de esa vocaci¨®n de control son Escuelas Cat¨®licas, la marca de la poderosa Federaci¨®n de Religiosos de la Ense?anza (FERE-CECA). Propietaria de 2.630 centros donde estudian 1.399.499 chicos a cargo de 117.446 personas, entre profesores y personal administrativo, la FERE es el 15,2% del sistema educativo y el 59,2% de la escuela privada concertada. La jerarqu¨ªa quiere saber de sus pasos, sin contemplaciones.
Esta vez, el objeto del seguimiento es Escuelas Cat¨®licas, que organiza cada a?o unas jornadas de reflexi¨®n por las que han pasado 35.000 docentes en los ¨²ltimos cinco a?os, hasta ahora sin problemas. Las de este curso, sin embargo, bajo el t¨ªtulo Cartograf¨ªas de la fe, no han obtenido el placet de los prelados. Motivo aparente: el no haberles consultado (nunca se hab¨ªa hecho). Causa principal: el que entre los ponentes hay personas que disgustan a la jerarqu¨ªa. Tras semanas de idas y venidas y de tiras y aflojas, la Conferencia Episcopal Espa?ola (CEE) ha impuesto sus condiciones y Escuelas Cat¨®licas las ha aceptado a rega?adientes.
Para calibrar el nivel del conflicto, basta con leer entre p¨¢rrafos los comunicados cruzados entre la CEE y Escuelas Cat¨®licas. Se quejan los obispos de que ¡°ninguno hab¨ªa sido informado de las jornadas¡± que iban a celebrarse en sus di¨®cesis y de los ¡°contenidos y los ponentes¡±. Lo dice el tercer punto de la nota oficial de la CEE, al dar cuenta de la rectificaci¨®n de Escuelas Cat¨®licas, acogiendo ¡°la propuesta [de los prelados] con esp¨ªritu de comuni¨®n eclesial¡±, una vez introducidas ¡°las modificaciones de contenidos y de ponentes pedidas¡±. A?ade la CEE: ¡°Es de esperar que, en el futuro, actividades pastorales como estas jornadas, con incidencia tan destacada en la Iglesia, sean programadas con el consentimiento de los obispos diocesanos¡±.
El arzobispo Sanz abri¨® la pol¨¦mica al prohibir un encuentro en Oviedo
Escuelas Cat¨®licas, efectivamente, acept¨® el rapapolvo con deportividad, despu¨¦s de reunirse su secretario general, el marianista Jos¨¦ Mar¨ªa Alvira Dupl¨¢, con el presidente de la Comisi¨®n de Ense?anza y Catequesis en la CEE, el obispo Casimiro L¨®pez Llorente. Habr¨¢ jornadas, pero con control estricto. Del programa inicial, ya impreso, se caen todos los ponentes menos uno y se fijan condiciones para el futuro.
Todo empez¨® en el arzobispado de Oviedo, cuyo pont¨ªfice, el franciscano Jes¨²s Sanz Montes, tiene jurada aversi¨®n a la federaci¨®n de congregaciones religiosas dedicadas a la ense?anza, que son casi todas las presentes en Espa?a (jesuitas, salesianos, teresianas, escolapios, mercedarias, agustinos, sagrados corazones y un largo etc¨¦tera). Fue Sanz, muy cercano al presidente de la CEE, el cardenal Antonio Mar¨ªa Rouco, quien abri¨® la caja de los truenos prohibiendo en su territorio eclesi¨¢stico las jornadas de Escuelas Cat¨®licas, anunciadas all¨ª para este fin de semana. Poco despu¨¦s, sigui¨® su camino el arzobispo de Granada, Javier Mart¨ªnez.
El comunicado de Escuelas Cat¨®licas sobre la actitud de Sanz Montes resume el tono del conflicto. ¡°Ante la postura del arzobispado, Escuelas Cat¨®licas, fiel a su sentido y pertenencia a la Iglesia, ha decidido no celebrar estas jornadas en Oviedo. No obstante, como cada a?o, desde hace 22, continua apostando por la celebraci¨®n de las jornadas de pastoral, organizadas desde la sede nacional en colaboraci¨®n con las sedes auton¨®micas. Escuelas Cat¨®licas lamenta esta situaci¨®n que afecta a una labor que cada a?o se organiza desde la instituci¨®n con la mejor voluntad y con la idea siempre presente de servicio a la Iglesia y a la escuela cat¨®lica. Desconoce en profundidad las razones que han motivado el desacuerdo, pero est¨¢ abierta al di¨¢logo para exponer el sentido de estas jornadas¡±.
¡°Desconocemos las razones del desacuerdo¡±, se?alan en un comunicado los colegios religiosos
El cruce de reproches a trav¨¦s de Internet no se hizo esperar cuando los medios cat¨®licos se hicieron eco de la noticia, sin disimular la sorpresa. ¡°M¨¢s de un prelado ha afeado a Sanz su persecuci¨®n a los religiosos, despu¨¦s de que la Plenaria [de la CEE] vetase su nombramiento como responsable de Vida Religiosa. Es l¨¢stima que una persona tan espl¨¦ndida en algunos aspectos act¨²e, en ocasiones, de una forma tan menor¡±, editorializ¨® Religi¨®n Digital. ¡°Cuando un pastor tiene miedo, lo que hace es encerrar a sus ovejas en el corral y darles all¨ª la comida que ¨¦l cree que es la mejor¡±, dec¨ªa otro medio.
Lo cierto es que el baculazo del arzobispo Sanz, sin consultar con sus colegas (o eso se dice) pon¨ªa en aprietos al resto de los prelados en cuyas sedes hab¨ªa tambi¨¦n programadas jornadas. ?Mantendr¨ªan la misma intransigencia sus obispos? La soluci¨®n fue salom¨®nica. Se leer¨ªa la cartilla a Sanz por actuar por libre, comprometiendo al resto, pero Escuelas Cat¨®licas deb¨ªa rectificar su programaci¨®n, para guardar las apariencias de un acuerdo en el que las dos partes ced¨ªan.
El conflicto tiene otros frentes. En realidad, se trata de un golpe de mano definitivo del cardenal Rouco y sus incondicionales por el control de los principales resortes del catolicismo espa?ol.
Son conocidos los desencuentros de la CEE con la Conferencia Espa?ola de Religiosos (CONFER), que agrupa a casi 70.000 frailes y monjas, y con la FERE. Su presidente es ahora el jesuita El¨ªas Roy¨®n y sus relaciones con Rouco son relativamente pac¨ªficas (quiz¨¢s por inexistentes). Pero, a?os atr¨¢s, los conflictos arreciaron cuando los religiosos, que pisan m¨¢s la calle y las aulas que los obispos, se negaron a secundar los radicalismos de los prelados.
Los centros nunca hab¨ªan consultado la elecci¨®n de los conferenciantes
La implantaci¨®n de la asignatura Educaci¨®n para la Ciudadan¨ªa fue el ¨²ltimo detonante. Frente al posicionamiento combativo de Rouco, que predic¨® la objeci¨®n de conciencia y el rechazo total, Escuelas Cat¨®licas opt¨® por el entendimiento y un cierto pacto, a cambio de que el Gobierno de Zapatero les dejase libertad para aplicar la asignatura en cada centro. Ello disgust¨® sobremanera a los obispos y Manuel de Castro, salesiano, que dirig¨ªa entonces la FERE, sali¨® del cargo asqueado (aunque aclamado por su organizaci¨®n en pleno). Fue sustituido por Juan Antonio Ojeda, religioso de la Salle, que abandon¨® pronto, tambi¨¦n espantado por el ambiente en el que deb¨ªa trabajar.
Hubo que buscar el sustituto en Roma, donde Alvira Dupl¨¢ ven¨ªa ejerciendo labores en la curia de la Compa?¨ªa de Mar¨ªa. Se buscaba, sobre todo, a un hombre puente de dialogo entre la FERE, el Gobierno y el episcopado, en la idea de que hay obispos dispuestos a alejarse de las tesis de Rouco en busca de acuerdos.
As¨ª que en el plan por controlarlo todo (y que sepa de ese control el pueblo de Dios), ahora le ha tocado el turno a Escuelas Cat¨®licas. Los arietes de Rouco han sido los arzobispos de Oviedo y Granada. Al fondo, adem¨¢s, el inter¨¦s en que lleguen a buen puerto las negociaciones que mantienen el ministro de Educaci¨®n, Jos¨¦ Ignacio Wert, y el secretario y portavoz de la CEE y obispo auxiliar de Rouco, Juan Antonio Mart¨ªnez Camino.
Lo que los obispos piden (m¨¢s bien, exigen) al Gobierno es mejorar el estatus de la asignatura de Religi¨®n, un control m¨¢s c¨®modo de los nombramientos y despidos de sus docentes de catolicismo y la eliminaci¨®n radical de Educaci¨®n para la Ciudadan¨ªa con la imposici¨®n de una asignatura alternativa a la religi¨®n con dificultad suficiente como para facilitar que el alumnado prefiera apuntarse a clase de religi¨®n. Tambi¨¦n reclaman m¨¢s facilidades para ampliar la educaci¨®n concertada religiosa. A estas negociaciones no ha sido invitada la FERE, que toma el desplante como la confirmaci¨®n de que Rouco y su portavoz quieren meter mano en todo lo relacionado con la ense?anza.
La CEE margina a los religiosos en las negociaciones con el ministro Wert
En ese mar revuelto de poderes, el conflicto con Escuelas Cat¨®licas por las jornadas de pastoral es lo de menos, pese a su aparatosidad. M¨¢s all¨¢ de conferencias y ponentes vetados a capricho, lo que busca la jerarqu¨ªa es poner de manifiesto la tensi¨®n que existe entre el episcopado y Escuelas Cat¨®licas, para aviso de otras posibles (y supuestas) indisciplinas, y que quede constancia p¨²blica de c¨®mo en el conflicto se ha impuesto la hoja de ruta episcopal. Por eso, el comunicado final de los obispos pone en el tejado de FERE la cuesti¨®n dif¨ªcil: est¨¢n probando a Escuelas Cat¨®licas para ver si se avienen al di¨¢logo (no siempre lo han hecho), pero a la vez los est¨¢n atando corto. Y la federaci¨®n de religiosos sabe que ha de mostrar ¡°una actitud prof¨¦tica para seguir en comuni¨®n¡±, consciente, sin embargo, de que esa actitud ¡°no puede ser la de un cad¨¢ver¡±. As¨ª se expresaba el viernes pasado uno de los afectados.
Podr¨ªa pensarse que lo programado este a?o por Escuelas Cat¨®licas se sale de lo com¨²n. No lo parece. Se trata de una m¨¢s de tantas jornadas ya cl¨¢sicas, en las que han participado decenas de miles de profesores ante ponentes de diversa procedencia, aunque casi siempre alineados con tesis pedag¨®gicas m¨¢s avanzadas. Colectivos de cat¨®licos conservadores siempre las han mirado con recelo, pero, por ejemplo, en los ¨²ltimos a?os del mandato de Manuel de Castro, el tema central, con un Gobierno socialista, fue la asignatura de Educaci¨®n para la Ciudadan¨ªa, y se hizo pi?a con ¨¦l. Adem¨¢s, el episcopado sol¨ªa acudir a clausura de las jornadas, de las que ten¨ªan informaci¨®n con antelaci¨®n, ¡°aunque sin necesidad de tener que pedirles permiso¡±.
Este a?o, los anunciados como ponentes eran Seraf¨ªn B¨¦jar, te¨®logo y p¨¢rroco en Granada; la monja Luc¨ªa Caram, dominica contemplativa de Manresa; Emilio Pinto, maestro y psicoterapeuta; Juan Rubio, sacerdote, escritor y director de la revista Vida Nueva; Carmen Barba, profesora de cartograf¨ªa moral en La Salle, y Denis Rafter, director teatral. Despu¨¦s del ¡°peinado episcopal¡±, como con sorna dijo ayer uno de los afectados, se mantiene en el programa el director de Vida Nueva y el dramaturgo Rafter. El te¨®logo B¨¦jar y la profesora Barba se retiran ¡°por motivos personales¡±.
La FERE se ha negado en varias ocasiones a secundar los radicalismos de los prelados
¡°Se ha alcanzado una postura de consenso. Pero, ojo, solo despu¨¦s de que los ponentes vetados por el arzobispo Sanz ofreciesen a los organizadores de las jornadas su salida para que estas se pudieran celebrar sin mayores problemas. La soluci¨®n no ha venido por parte de los obispos, sino de los agraviados, Luc¨ªa Caram y Emilio Pinto, que han demostrado, una vez m¨¢s, que es m¨¢s importante el evangelio que la norma, y la libertad que el baculazo. Y que a veces, tambi¨¦n en la Iglesia, la mejor victoria est¨¢ en conservar la dignidad. Grandes personas, ambos, frente a obispos, como en este caso Sanz, bajo m¨ªnimos¡±, reprocha a los prelados el escritor cat¨®lico Jes¨²s Bastante.
Pese a los mensajes de normalidad expresados desde la CEE, las heridas que deja el conflicto son evidentes. En una circular de Escuelas Cat¨®licas, sin hacer referencia al veto, se dice: ¡°Siempre hay imponderables e imperativos que nos ayudan a comprender y aceptar los cambios oportunos que se han producido a ¨²ltima hora, ajenos a nuestra voluntad, pero s¨ª en consonancia con nuestro esp¨ªritu de di¨¢logo y aceptaci¨®n de sugerencias que nos llevan, por este a?o, a dar un formato diferente a las XXII Jornadas. Seguiremos celebr¨¢ndolas con el mismo empe?o, fidelidad y deseo de servicio educativo-pastoral en este a?o de la fe. No podemos dejar que la sal se vuelva sosa y la luz permanezca oculta. Y menos, la luz de la verdad. Que por nuestra parte no quede el intento serio de comuni¨®n en la caridad y en la verdad¡±.
Libres, integrados, no herejes
?Es que son herejes? ?Qui¨¦n les ha declarado como tales, en qu¨¦ proceso? ?Por qu¨¦ incordian los obispos este a?o en las jornadas de Escuelas Cat¨®licas? Las respuestas est¨¢n en el viento, como cantaba Bob Dylan. Nada presagiaba el conflicto con los prelados, a la vista de los ponentes y los temas a tratar. Seraf¨ªn B¨¦jar, por ejemplo, iba a hablar del Olor de Dios ¡ª¡°?c¨®mo es la imagen que transmitimos de Dios, c¨®mo lo huelen / perciben nuestros alumnos?¡±¡ª. Carmen Barba, sobre el tema Educaci¨®n cre¨ªble, afirmar¨ªa ante sus oyentes que ¡°para creer ?hay que tener mucha moral!¡±, e incluso aportaba esta cita de Benedicto XVI: ¡°Se ha o¨ªdo tantas veces lo que no estaba permitido que ahora hay que decir, al contrario, que somos portadores de una visi¨®n positiva de la vida¡±. El dramaturgo Denis Rafter, irland¨¦s, hablar¨ªa sobre ¡°un pirata bueno en el mar de las creencias¡±, o lo que es lo mismo: ¡°Educar con humor sin perder en hondura, y transmitir la fe con sentido de la alegr¨ªa¡±.
Y as¨ª todos. La propia biograf¨ªa de los ponentes no deja lugar a dudas, todos integrados en el sistema, unos como maestros en Escuelas Cat¨®licas, otros como profesores de universidad o en facultades de Teolog¨ªa, y el resto movi¨¦ndose en el mundo de las comunicaciones sociales.
Es el caso de la monja Luc¨ªa Caram, dominica contemplativa que mantiene desde su clausura un sabroso blog en Religi¨®n Digital. Quiz¨¢s el veto episcopal radica en lo que ah¨ª escribe ¡ª¡°Jes¨²s pas¨® por este mundo quitando cruces, no poni¨¦ndolas¡±¡ª, aunque no consta protesta de autoridad alguna hasta ahora.
Quiz¨¢s por miedo, tal vez por cansancio, el silencio es la t¨®nica general en este conflicto. Hay notas oficiales, pero bocas cerradas, pendientes todos de qui¨¦nes ser¨¢n los sustitutos de los vetados. Solo consta que en las jornadas de Madrid el cardenal Rouco ha impuesto a C¨¦sar Franco, uno de sus obispos auxiliares.
Juan Rubio, que se mantiene en el programa, se ha aventurado a opinar en solitario. Dice: ¡°Las jornadas han sido un buen instrumento para la formaci¨®n de los profesores de Escuelas Cat¨®licas. Ellos son pioneros y en su carisma se refleja el deseo de la Iglesia por estar en las lindes de la evangelizaci¨®n. Pero hay que hacer un esfuerzo de comuni¨®n con las iglesias locales, abriendo cauces para que se realicen en comuni¨®n, sin que tampoco haya que dejar todo en manos de los obispos, a los que corresponde velar por la comuni¨®n, pero una comuni¨®n activa, fecunda y creativa. Abogo por un mayor di¨¢logo. No debemos dar un espect¨¢culo de divisi¨®n ni en la Iglesia ni en nuestra postura ante la reforma de la ense?anza en la que FERE tiene mucho que decir¡±.
Rubio es sacerdote diocesano, dirige el semanario Vida Nueva, la gran revista de los marianistas, y es un avezado navegante en noticias de alta mar eclesial. Entre sus libros, destaca En memoria m¨ªa. Fragmentos de la vida de un cura, que no desmerece al mejor Bernanos de Diario de un cura rural. Tambi¨¦n es autor de la biograf¨ªa del cardenal Estepa, que fue el vicario general castrense elegido por el Rey en 1983 (a petici¨®n del Gobierno de Felipe Gonz¨¢lez) tras la asonada militar de 1981, en el que su predecesor, el arzobispo Benavent Escu¨ªn, estaba implicado. Rubio acaba de publicar Evangelizar en el planeta digital. C¨®mo hacer significativa nuestra presencia en Internet. Es el tema de su ponencia, convencido entre los primeros de que el mundo digital es un desaf¨ªo en el ¨¢mbito educativo.
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