La leptina o la mol¨¦cula de la saciedad
El descubrimiento abre una nueva era en la investigaci¨®n del sobrepeso y la obesidad
Los galardonados con los Premios Fundaci¨®n BBVA Fronteras del Conocimiento 2012, Douglas Coleman y Jeffrey M Friedman han abierto durante su carreta cient¨ªfica nuevos paradigmas en la etiolog¨ªa de la obesidad a ra¨ªz del descubrimiento de la leptina y sus mecanismos de acci¨®n. Como todo descubrimiento cient¨ªfico, no fue un momento aislado de ¡°Eureka¡± sino la labor continuada de generaciones de cient¨ªficos, cuyas observaciones, dedicaci¨®n e ingenio han allanado el camino para aquellos que han recogido su testigo y, apoyados por tecnolog¨ªas cada vez mas sofisticadas y potentes, han llevado el conocimiento a cumbres cada vez mas elevadas.
La historia de la leptina, o mejor dicho, de la existencia de un mecanismo que regulaba el apetito de una manera biol¨®gica a trav¨¦s de un factor circulante en la sangre, se remonta a los a?os 50 de la mano de investigadores como Gordon C. Kennedy del Instituto Nacional para Investigaci¨®n Medica de Londres y de Romaine Hervey de la Universidad de Cambridge en el Reino Unido, utilizando modelos experimentales. Fue unos a?os mas tarde en la mitad de los sesenta cuando uno de los galardonados, Douglas Coleman, al otro lado del Atl¨¢ntico, se hace eco del trabajo de estos investigadores y a?ade a la ecuaci¨®n del descubrimiento la inmensa riqueza gen¨¦tica de modelos animales presentes en el Jackson Laboratory en Bar Harbor, Maine.
Sin embargo la identificaci¨®n de los modelos gen¨¦ticos no era el final del camino ya que la tecnolog¨ªa de esa d¨¦cada no permiti¨® ni la identificaci¨®n del factor o factores, ni de los genes involucrados. Para llegar a este punto hubo que esperar casi 20 a?os hasta 1986, en que la curiosidad de Jeffrey Friedman, entonces un reci¨¦n iniciado joven cient¨ªfico en la Universidad de Rockefeller en Nueva York, se uni¨® a los desarrollos tecnol¨®gicos de la gen¨¦tica impensables dos o tres d¨¦cadas antes. Esto le permiti¨® en 1994 poner por fin nombre a esa mol¨¦cula involucrada con la saciedad y la obesidad que hoy conocemos como leptina y a la apertura de una nueva era en la investigaci¨®n de ese problema tan aparente y acuciante en nuestros d¨ªas, como es el sobrepeso y la obesidad. En 1995, otra parte del puzle se completa con la identificaci¨®n del receptor de la leptina por parte de Louis A. Tartaglia cient¨ªfico en Millennium Pharmaceutical Incorporated, en Cambridge, USA, de una manera casi simult¨¢nea con Friedman.
En 1997 se identific¨® que el gen de la leptina era responsable de obesidades extremadamente m¨®rbidas en humanos
Durante casi cuatro d¨¦cadas todos estos avances fueron basados en estudios en roedores, pero un descubrimiento tan crucial deb¨ªa inmediatamente ser investigado en humanos para lo cual ¡°la ciencia cruz¨® el Atl¨¢ntico¡± de nuevo y fue en el laboratorio de Sadaf Farooqi y Stephen O'Rahilly en el Hospital Addenbrooke de Cambridge, Reino Unido, donde en 1997 se identific¨® que el gen de la leptina era responsable de obesidades extremadamente m¨®rbidas en humanos, como resultado, como era de esperar de un apetito insaciable. Gracias a estos descubrimientos, la percepci¨®n de la obesidad cambia y se convierte en algo gen¨¦tico y por lo tanto biol¨®gico. Adem¨¢s el tejido adiposo deja de ser un mero dep¨®sito pasivo de grasa para convertirse en un ¨®rgano activo y generador de hormonas que conectaban a este tejido con el cerebro y gracias a esta comunicaci¨®n se controlaba el apetito y los h¨¢bitos de los sujetos humanos, abriendo as¨ª nuevas v¨ªas predictivas, preventivas y terap¨¦uticas para la obesidad y poniendo el control del apetito como elemento crucial en la lucha contra la obesidad.
Por supuesto todav¨ªa tenemos un largo camino por recorrer, la evidencia est¨¢ en la calle. Cient¨ªficos como Coleman y Friedman han inspirado ya a muchos otros a recoger ese testigo y utilizar el conocimiento que ellos han construido para ascender un escal¨®n mas gracias a nuevos conceptos y a nuevas tecnolog¨ªas tanto gen¨¦ticas y bioqu¨ªmicas como de imagen cerebral, que permitir¨¢n conocer m¨¢s en profundidad qu¨¦ es lo que nos mueve a comer lo que comemos y cuando lo hacemos y as¨ª ser capaces de hacer nuestro el mensaje de esa inscripci¨®n, puesta por los siete sabios en el frontispicio del templo de Delfos: ¡°nosce te ipsum¡± (con¨®cete a ti mismo) y de esta manera alcanzar y mantener la salud ¨®ptima en cada una de las etapas de nuestra vida.
Jos¨¦ M? Ordov¨¢s es director del laboratorio de Nutrici¨®n y Gen¨®mica del USDA-Human Nutrition Research Center on Aging de la Universidad de Tufts (EEUU), profesor de Nutrici¨®n y Gen¨¦tica, director cient¨ªfico del Instituto Madrile?o de Estudios Avanzados en Alimentaci¨®n (IMDEA) e investigador colaborador senior en el Centro Nacional de Investigaciones Cardiovasculares (Madrid).
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.