Los Scouts de Am¨¦rica ante un cambio hist¨®rico
La junta directiva de la agrupaci¨®n juvenil se re¨²ne este mi¨¦rcoles en Dallas para debatir sobre su actual pol¨ªtica antigay
En 1991, los Boy Scouts de Am¨¦rica (BSA, por sus siglas en ingl¨¦s) fueron claros acerca de su postura sobre la homosexualidad: "Creemos que la conducta gay no es compatible con los objetivos y propuestas que promueve el movimiento scouting y, sin duda, no es un modelo que queramos transmitir a los j¨®venes de nuestro programa". M¨¢s de 20 a?os despu¨¦s y tras duras cr¨ªticas, manifestaciones, episodios de abuso sexual y casos de discriminaci¨®n en todo Estados Unidos, este pr¨®ximo mi¨¦rcoles su pol¨ªtica antigay podr¨ªa llegar a su punto y final a nivel nacional. La decisi¨®n est¨¢ ahora en manos de su junta directiva.
Si la moci¨®n es finalmente aprobada, a partir de junio ser¨¢n las tropas locales y los grupos religiosos patrocinados por los BSA los que decidan si admiten, o no, a miembros y l¨ªderes gais. Un cambio, que seg¨²n los responsables, ha sido suscitado en sus bases. "Somos una organizaci¨®n que se asienta en ellas y lo que ha ocurrido es la consecuencia de lo que lleva sucediendo estos ¨²ltimos meses a este nivel", ha explicado el portavoz de los BSA, Deron Smith.
Mi postura es que gais y lesbianas deber¨ªan tener las mismas oportunidades de las que disfrutan el resto de ciudadanos en cualquier instituci¨®n o actividad en sus vidas". Barack Obama
A dos d¨ªas de la decisi¨®n, la organizaci¨®n permanece herm¨¦tica. Los grupos locales observan con atenci¨®n lo que est¨¢ por llegar y reconocen que el "cambio en los estatutos va a ser hist¨®rico". "Estamos viviendo un tiempo de grandes renovaciones dentro de la organizaci¨®n y pronto se har¨¢ p¨²blico, de momento no podemos adelantar nada", se?ala Wes Haynes, director y l¨ªder de tropa en Bethesda, cerca de Washington.
Si al final se produce el cambio, la p¨¢gina web change.org tendr¨¢ mucho que ver con esa decisi¨®n. En el ¨²ltimo a?o, se han lanzado en esta plataforma nueve campa?as a nivel nacional y otras 50 locales que han conseguido el apoyo de m¨¢s de un mill¨®n de firmas. "Creemos que las peticiones han provocado un debate internacional que urge a los BSA a cambiar su pol¨ªtica antigay. Por cada firma que recibe una campa?a, se env¨ªa un mensaje de correo a la agrupaci¨®n juvenil. En total, 1,4 millones de personas han solicitado este cambio alegando que la discriminaci¨®n da?a a todos los miembros del movimiento scouting", explica Shareeza Bhola, portavoz de la plataforma.
Adem¨¢s, peri¨®dicos locales y nacionales se han hecho eco de las injusticias de forma recurrente durante el ¨²ltimo a?o, y el propio presidente de EE UU, Barack Obama, afirm¨® en una entrevista realizada para la CBS este fin de semana pasado: "Mi postura es que gais y lesbianas deber¨ªan tener las mismas oportunidades de las que disfrutan el resto de ciudadanos en cualquier instituci¨®n o actividad en sus vidas". Este c¨²mulo de circunstancias ha suscitado que tan s¨®lo siete meses despu¨¦s de gritar al cielo que "mantenemos nuestra pol¨ªtica antigay y creemos que esta decisi¨®n es la mejor para el movimiento scouting", los BSA est¨¦n pensando rectificar.
Fundados hace 103 a?os, los Scouts es la organizaci¨®n juvenil m¨¢s numerosa de EE UU. Desde 1960, se mantiene estable en cuatro millones de miembros, 290 tropas locales y m¨¢s de 116.000 grupos religiosos patrocinados. Su insignia es "promover un ambiente de diversidad e inclusi¨®n", una ideolog¨ªa que muchos creen que no se cumple.
"Tras el anuncio de la reuni¨®n del consejo nacional en Dallas, el pasado 28 de enero, esperamos que la reforma sea aprobada por la mayor¨ªa", aseguran desde la organizaci¨®n Scouts por la Igualdad, asociaci¨®n sin ¨¢nimo de lucro que apoya y lucha por los derechos y libertades de los Scouts. " Nos alegramos que el consejo nacional vaya a tomar esta decisi¨®n a puertas abiertas y no en la clandestinidad, ya que es una realidad que la imagen de la homosexualidad en EE UU est¨¢ cambiando", contin¨²an desde la organizaci¨®n."Aunque tambi¨¦n consideramos que, a pesar de que, es el camino correcto, todav¨ªa queda mucho trabajo por hacer. Pero es la buena direcci¨®n", agregan.
"Una vez aprobada la nueva norma, desde Scouts por la Igualdad vamos a seguir trabajando para que todas las tropas, en todo EE UU, apliquen sus propias pol¨ªticas no discriminatorias. Congratulamos a la BSA por su decisi¨®n, ya que es un paso muy importante hacia adelante. Y es m¨¢s, es positivo que hayan comprendido que la discriminaci¨®n a los homosexuales se sit¨²a fuera de los fundamentos en los que la organizaci¨®n basa sus principios y no tienen cabida en el movimiento Scout". Varias historias humanas de miembros y l¨ªderes han denunciado las injusticias en los ¨²ltimos meses. Casos que han puesto de relieve el dolor de querer formar parte de este grupo juvenil pero no poder por su orientaci¨®n sexual.
"Soy una mujer comprometida con mi pareja, como madre, como amiga y l¨ªder de mi comunidad en Bridgeport, Ohio. Recientemente me han echado de mi puesto... tan s¨®lo por una raz¨®n, porque soy gay", denunciada Jennifer Tyrrell en la p¨¢gina Web change.org. "Quiero que me devuelvan mi trabajo. Tenemos que conseguir que los BSA reconsideren su actual pol¨ªtica de discriminaci¨®n a los homosexuales", reiteraba Tyrrell en el titular. La petici¨®n hasta el momento ha obtenido m¨¢s de 300.000 firmas apoyando la medida.
Tras la publicaci¨®n de los Archivos de Perversi¨®n el pasado mes de octubre, que narran uno de los episodios m¨¢s negros de los Scouts en EE UU, ya que constan de miles de documentos que incluyen nombres de los supuestos pederastas que perpetraron abusos dentro de la organizaci¨®n, surgi¨® otra petici¨®n en la que se solicitaba "parar las subvenciones a la organizaci¨®n". La solicitud, encabezada por Zach Wahls, miembro de la agrupaci¨®n juvenil y fundador de los Scouts por la Igualdad, y apoyada por la Alianza Gay y L¨¦sbica contra la Difamaci¨®n, ha llegado a obtener m¨¢s de 80.000 firmas de apoyo. Intel y UPS retiraron sus subvenciones tras esta iniciativa.
Son muchos los que tienen la esperanza de que el cambio en su pol¨ªtica antigay pueda encauzar de nuevo la imagen de los Scouts en EE UU. Tal vez, gracias a la responsabilidad y al poder de admisi¨®n que recibir¨¢n en este caso las tropas locales, haga que los miembros, sin importar su condici¨®n sexual, sean libres de participar y colaborar con los Scouts. Y estos a su vez, hagan, por fin, gala de su principio fundamental de inclusi¨®n social.
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