Intereses cruzados en la ciencia
Con los recortes, la investigaci¨®n depende cada vez m¨¢s de fondos privados Los cient¨ªficos debaten sobre si los patrocinios generan conflictos de inter¨¦s
El proyecto de una filial de Gas Natural Fenosa para construir un gasoducto y almacenar gas en Do?ana, autorizado recientemente por el Ministerio de Medio Ambiente, ha recibido duras cr¨ªticas de los ecologistas. Adem¨¢s ha generado, de forma soterrada, un interesante debate dentro de la propia comunidad cient¨ªfica. La raz¨®n no es tanto el proyecto en s¨ª, sino el hecho de que la Estaci¨®n Biol¨®gica de Do?ana (EBD), del Consejo Superior de Investigaciones Cient¨ªficas (CSIC), votara en 2011 a favor del plan a la vez que recib¨ªa financiaci¨®n de Gas Natural para uno de sus proyectos de investigaci¨®n. El convenio no implica una gran cuant¨ªa ¡ª38.000 euros al a?o para una c¨¢tedra de cambio global, que paga estancias de investigadores en Do?ana y un curso en septiembre¡ª, pero s¨ª pone de relieve una tendencia creciente: con los constantes recortes de la financiaci¨®n p¨²blica, los centros de investigaci¨®n y las universidades se ven forzados a recurrir cada d¨ªa m¨¢s al patrocinio privado. Un camino que, para algunos, abre la v¨ªa a crecientes conflictos de inter¨¦s.
Carlos Herrera, cient¨ªfico de la EBD, y Premio Nacional en 2001 de Investigaci¨®n Alejandro Malaspina en el ¨¢rea de Ciencias Y Tecnolog¨ªas de los Recursos Naturales, alert¨® hace unos a?os sobre una tendencia que considera perniciosa: ¡°Dije que no me parec¨ªa ¨¦tico que nos financiaran empresas con escaso pedigr¨ª medioambiental. Quedas expuesto a un conflicto de intereses¡±. Herrera escribi¨® un duro art¨ªculo en la revista especializada Quercus, en el que comparaba la financiaci¨®n de su instituto con el de un club de f¨²tbol de Tarragona patrocinado por un prost¨ªbulo del que inform¨® en su momento la prensa entonces. En ¨¦l se preguntaba si los ni?os tendr¨ªan que renunciar a lucir buenas botas y flamantes camisetas debido al origen de los fondos. Y a?ad¨ªa: ¡°?Tendr¨¢n los cient¨ªficos vinculados con el medio ambiente que negarse a impartir conferencias remuneradas donde divulguen las amenazas del cambio global porque son subvencionadas por una empresa que mantiene una posici¨®n contraria al desarrollo de las energ¨ªas renovables?¡±.
El director de la Estaci¨®n Biol¨®gica de Do?ana, Juan Jos¨¦ Negro, investigador principal del convenio con Gas Natural, admite el debate interno en el claustro de la estaci¨®n, pero defiende los acuerdos: ¡°Ojal¨¢ nos pudi¨¦ramos financiar solo con dinero p¨²blico, pero no es posible. Tenemos convenios con multitud de empresas, pero eso no mina nuestra independencia. Tenemos absoluta libertad y el convenio no nos marca ninguna direcci¨®n de actuaci¨®n¡±.
Gas Natural, Repsol o Cepsa tienen patrocinios con la estaci¨®n de Do?ana
Land Rover, Repsol, BBVA o Cepsa, que tiene una refiner¨ªa en Huelva, han suscrito patrocinios similares con la estaci¨®n, seg¨²n Negro. ¡°Si no dirigen nuestras investigaciones aceptamos mecenazgos. Y somos independientes¡±, se?ala.
Gas Natural tambi¨¦n considera que este tipo de patrocinios no provoca ning¨²n conflicto de inter¨¦s y sostiene que estos convenios tienen como objetivo apoyar la investigaci¨®n. Adem¨¢s, anota que tambi¨¦n tiene firmados acuerdos de este tipo con, por ejemplo, grupos ecologistas.
Sin embargo, algunos investigadores de la estaci¨®n ven con recelo que sean precisamente compa?¨ªas el¨¦ctricas o contaminantes las que les financien, porque temen que estos convenios sirvan simplemente para dar un barniz ecol¨®gico a su imagen.
¡°Estos acuerdos no minan nuestra independencia¡±, dice
En la votaci¨®n en la que el Consejo de Do?ana ¡ªque re¨²ne a Administraci¨®n, agricultores, ecologistas...¡ª dio un s¨ª condicionado al proyecto no falt¨® el voto de la EBD. El visto bueno a la declaraci¨®n ambiental sali¨® con 10 votos a favor, dos en contra (WWF y Ecologistas en Acci¨®n) y una abstenci¨®n (la asociaci¨®n agraria Asaja, por el recelo al impacto sobre los acu¨ªferos).
Juan Jos¨¦ Carmona, representante de WWF, cree que la EBD debi¨® informar de que ten¨ªa ese convenio con Gas Natural: ¡°Hay que ser transparente. Como m¨ªnimo debieron decirlo¡±. Las voces cr¨ªticas han cuestionado tambi¨¦n el hecho de que el expresidente del Gobierno Felipe Gonz¨¢lez, presidiese el Consejo de Participaci¨®n de Do?ana hasta diciembre, mientras era consejero de Gas Natural.
Negro explica que su voto no fue un s¨ª incondicional: ¡°Hicimos muchas alegaciones y el ministerio las ha recogido en la declaraci¨®n de impacto ambiental. No hemos estado cruzados de brazos¡±. Durante la tramitaci¨®n de dicha declaraci¨®n, la EBD hizo alegaciones. En uno de los dos proyectos se?ala que ¡°el promotor parece haber adoptado un dise?o que ofrece garant¨ªas suficientes para que se realice con el menor impacto posible¡±, aunque a?adi¨® que ¡°durante la fase de obras pueden existir afecciones al medio, y en particular, al lince ib¨¦rico¡±.
Hay investigadores que recelan del apoyo de empresas contaminantes
Miguel Ferrer, bi¨®logo, delegado del CSIC en Andaluc¨ªa y exdirector de Do?ana, admite que el debate est¨¢ creciendo: ¡°En Espa?a nos falta colaboraci¨®n p¨²blico-privada en la ciencia, porque tenemos parte de la soluci¨®n para salir de la crisis y no se trata de que los centros de investigaci¨®n est¨¦n aislados¡±. Sin embargo, admite las dificultades que esto conlleva. Ferrer tiene trabajos publicados sobre interacci¨®n de aerogeneradores con las aves: ¡°He firmado convenios con empresas e¨®licas, pero jam¨¢s me prestar¨ªa a evaluar nuevos emplazamientos de parques e¨®licos para alguna de estas empresas. Mi juicio ser¨ªa objetivo, pero ser¨ªa dif¨ªcil que alguien no pensara que soy parcial. No solo hay que ser intachable, sino parecerlo¡±.
El CSIC no ve problema en la actuaci¨®n de la EBD. Las normas internas de la instituci¨®n incluyen que toda colaboraci¨®n de un cient¨ªfico con una empresa debe estar regulada en un contrato o en un convenio. Aunque el proyecto de almacenamiento de gas en Do?ana no toca el parque nacional, s¨ª afecta al espacio protegido de Do?ana, que incluye un ¨¢rea m¨¢s extensa aunque con menor grado de protecci¨®n.
Los grupos ecologistas sostienen que el proyecto es muy da?ino, en contra del Instituto Geol¨®gico y Minero, que hizo un informe que apoyaba la seguridad del mismo. Unos y otros coinciden en que, m¨¢s all¨¢ de este caso, la transparencia es la mejor arma contra cualquier suspicacia.
Pedro Linares, vicerrector de Investigaci¨®n de la Universidad Pontificia de Comillas e investigador de la c¨¢tedra BP de Energ¨ªa y Sostenibilidad, ha optado por despejar cualquier tipo de duda en este sentido. En su web avisa: ¡°Mi investigaci¨®n ha sido financiada principalmente por empresas privadas e instituciones p¨²blicas relacionadas con el sector energ¨¦tico. [...] Tengo algunas acciones (pocas, como corresponde al sueldo de un profesor universitario) en empresas relacionadas con las energ¨ªas renovables y la eficiencia energ¨¦tica, campos que creo que tendr¨¢n o al menos deber¨ªan tener un futuro prometedor¡±. Y a?ade: ¡°De acuerdo con los c¨®digos de conducta habituales, no deber¨ªa tomar posiciones en ning¨²n asunto relacionado con las empresas o instituciones que me pagan directa o indirectamente. Sin embargo, al menos en mi caso, eso supondr¨ªa no poder opinar sobre nada relacionado con el sector energ¨¦tico, algo dif¨ªcil si se trabaja en econom¨ªa y pol¨ªtica energ¨¦tica... Mi ¨²nica defensa contra este posible conflicto de inter¨¦s es mi compromiso absoluto con la libertad acad¨¦mica, seg¨²n el cual declaro que los resultados, conclusiones y opiniones reflejados en mis publicaciones son ¨²nicamente mi responsabilidad. [...] Es f¨¢cil ver c¨®mo algunas de mis opiniones van claramente en contra de los intereses de algunas de estas empresas¡±.
Linares explica por tel¨¦fono el sentido de su advertencia: ¡°A veces leo art¨ªculos o escucho conferencias de profesores de universidad y me sorprende que no digan qui¨¦n financia algunos de sus proyectos¡±. ?La raz¨®n? Muy simple: ¡°Me parece informaci¨®n muy relevante y no quer¨ªa que a m¨ª me pasara¡±.
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