Los osos pardos tienen el sue?o cambiado
Una ONG que vigila una poblaci¨®n de 200 ejemplares en la cordillera cant¨¢brica, estudia por qu¨¦ est¨¢n saliendo a pasear en febrero, mes de la hibernaci¨®n
La Fundaci¨®n Oso Pardo (FOP), ONG que vigila una poblaci¨®n de 200 osos en la cordillera cant¨¢brica, estudia por qu¨¦ est¨¢n saliendo a pasear en febrero, mes de la hibernaci¨®n por excelencia. Su equipo de vigilantes ha grabado en los ¨²ltimos d¨ªas hasta 18 ejemplares de esta especie d¨¢ndose un garbeo entre la nieve. Ya llevan observando estos comportamientos desde 2006, pero es la primera vez que entre los osos desvelados hay machos. El oso cant¨¢brico es una de las especies emblem¨¢ticas amenazadas, como el lince y el ¨¢guila imperial.
Hasta el momento, hab¨ªan detectado movimientos de osas y cr¨ªas mayores de un a?o. Se atribuy¨® al cambio clim¨¢tico, por la suavidad de algunos inviernos, y despu¨¦s consideraron que, quiz¨¢s, a las hembras les resultara m¨¢s rentable salir de la osera a buscar alimento, ya que la lactancia requer¨ªa un aporte cal¨®rico extra. Este oto?o ha sido bueno en la cordillera cant¨¢brica y los osos han podido comer numerosas casta?as y hayucos, por lo que los machos no tendr¨ªan motivo para salir a buscar comida.
¡°Nev¨® y al d¨ªa siguiente, vimos a osas, con oseznos, y a un oso grande interactuando¡±, relata Guillermo Palomero, presidente de la FOP. ¡°Lo que m¨¢s nos llam¨® la atenci¨®n era que se trataba de un macho grande y muy fuerte, y su paseo no fue algo de entrar y salir de la osera, sino que se movi¨® bastante¡±, a?ade. En los v¨ªdeos, grabados en las monta?as del Alto Sil (Le¨®n), tambi¨¦n aparece otro ejemplar de sexo sin determinar.
Los ocho vigilantes de campo de la FOP realizan las grabaciones para documentar los movimientos y costumbres de los osos pardos. ¡°Usamos t¨¦cnicas de filmaci¨®n a distancia, con objetivos muy potentes¡±, explica Fernando Ballesteros, bi¨®logo de la FOP. Los seguimientos les han permitido registrar comportamientos desconocidos hasta ahora, como verles escarbando en la nieve en busca de frutos, o escenas de coexistencia entre varias familias. ¡°Sabemos que, por ejemplo, los osos de Suecia, est¨¢n durmiendo. All¨ª es imposible que encuentren comida¡±, comenta Ballesteros. La organizaci¨®n conservacionista seguir¨¢ observ¨¢ndolos para ver si esta situaci¨®n se queda en una an¨¦cdota o se convierte en un patr¨®n de conducta.
Javier Naves, bi¨®logo de la Universidad de Oviedo, cree que la actividad de estos osos puede ser la manifestaci¨®n de un problema relacionado con la falta de alimento. ¡°Al haber hembras con cr¨ªas se podr¨ªa apuntar a necesidades que no han podido cubrir en otro momento¡±, explica. Para que un oso hiberne, debe tener una energ¨ªa m¨ªnima en el cuerpo, de lo contrario no entra en este estado.
Naves recuerda que los movimientos de osos en invierno se conocen de antiguo. Cita El Libro de la monter¨ªa del siglo XIV. ¡°Se puede especular sobre si ahora es m¨¢s frecuente que antes, pero en nuestras latitudes siempre ha ocurrido¡±, precisa.
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