El obispo de Mallorca ataja los apoyos al acusado de pederastia
Varios p¨¢rrocos disculpan la actuaci¨®n de Pere Barcel¨® Una de v¨ªctima se querella contra un cura que insinu¨® que la denuncia de violaci¨®n era interesada
La expulsi¨®n de la Iglesia del cura acusado de pederastia en Mallorca ha despertado la solidaridad de otros colegas de la isla, que en lugar de compadecerse de las v¨ªctimas, apoyan a un p¨¢rroco que se puede enfrentar a hasta 18 a?os de c¨¢rcel por ¡°grav¨ªsimos¡± delitos sexuales, como los define la propia Iglesia. A Pere Barcel¨®, de 60 a?os, le acusaron tres mujeres de haber abusado de ellas cuando eran menores. Una de las v¨ªctimas relata violaciones durante dos a?os.
El obispo de Mallorca, Javier Salinas, sali¨® ayer a defender a las mujeres. Lo hizo a trav¨¦s de un comentario en su blog: ¡°No me lavo las manos¡±, dice. La exclusi¨®n del sacerdote ¡°supone un correctivo para la persona, porque se le excluye de un estado y servicio que ¨¦l hab¨ªa querido. Es una manera de decir a las v¨ªctimas: reconocemos el dolor que os han causado y la injusticia que os han hecho¡±.
En l¨ªnea con el criterio del Vaticano de m¨¢xima dureza y transparencia ante casos de abusos, el prelado sal¨ªa as¨ª al paso de las voces de algunos cl¨¦rigos de su di¨®cesis que consideran ¡°excesiva y desproporcionada¡± la pena can¨®nica que excluye a Barcel¨® del sacerdocio aun sin condena civil. La sentencia eclesi¨¢stica ha de ser confirmada por el Tribunal de Roma aunque el obispo Salinas advierte: ¡°En todo caso, la sentencia pone de relieve que ha habido un mal hecho a unas personas, y que el implicado no es una persona id¨®nea para continuar siendo sacerdote¡±.
Uno de los p¨¢rrocos de la isla, el de Muro y de Can Picafort, Pere Fiol, ha declarado en la emisora local UH radio que la mujer que acus¨® al cura de violaciones ¡°ha tenido varios compa?eros y los ha ido despachando como le iba bien¡±. ¡°No creo que estuviera cohibida. Esta chica no parece que tenga un car¨¢cter precisamente cohibido. Dudo que estuviera coaccionada por el rector¡±. Estas declaraciones le han valido una querella de la v¨ªctima, que ahora tiene 24 a?os.
Un colega propone que el castigo sea temporal y que pueda volver a ejercer
Fiol habl¨® de ¡°un mal momento¡± del cura excluido. E insinu¨® que la mujer hab¨ªa actuado por otros motivos: ¡°Estamos en crisis y quiz¨¢s ha habido dinero de por medio¡±. La v¨ªctima se ha querellado contra ¨¦l porque ¡°lesiona grav¨ªsimamente su dignidad, menoscaba su fama, y atenta contra su propia estimaci¨®n¡±, seg¨²n consta en el texto legal.
El monstruo de la parroquia
El exp¨¢rroco Pere Barcel¨® naci¨® en S¡¯Alqueria Blanca (Mallorca) en 1952. Adem¨¢s de sacerdote, trabaj¨® en un hotel de portero de noche y tambi¨¦n de agricultor. En aquella ¨¦poca, tres mujeres denunciaron abusos y violaciones, siendo ni?as, en Can Picafort y cala Rajada, donde Barcel¨® fue p¨¢rroco.
En junio de 1998 es denunciado ante el Obispado y la Fiscal¨ªa por Mateu Ferrer: un catequista que observ¨® como abusaba de una ni?a semidesnuda, en el recinto parroquial de Can Picafort. Las dos causas fueron archivadas. El catequista fue reprendido por el vicario episcopal.
El obispo de Mallorca suspendi¨® y apart¨® al mos¨¦n en marzo de 2011 tras aparecer los casos citados en el documental Els monstres de casa meva (Los monstruos dom¨¦sticos) de la cadena catalana TV3. En ¨¦l se narran los abusos infantiles que recog¨ªa el testimonio de Mateu Ferrer, que es ahora periodista.
En noviembre del a?o pasado tres v¨ªctimas denunciaron por la v¨ªa penal al exp¨¢rroco. Dos de ellas lo hicieron adem¨¢s asesoradas por Rana, una ONG contra los abusos en la infancia. Antes hab¨ªan ido a la Guardia Civil y luego a los juzgados de Inca y Manacor. El cura Barcel¨® declar¨® como imputado en Inca escoltado por dos curas, que son los que ahora han manifestado que le apoyan.
Uno de ellos, Pere Fiol, ha arremetido contra una de las denunciantes. Fiol ha criticado la manera de vivir de la mujer, y ha indicado que hab¨ªa actuado por dinero.
El tribunal eclesi¨¢stico expuls¨® el pasado jueves a Pere Barcel¨®, aunque el sacerdote puede apelar al Tribunal de Roma. En la causa han testificado las v¨ªctimas, el periodista y una monja que ejerci¨® en Burundi junto a Pere Barcel¨® y supo por relatos indirectos de supuestos abusos.
Pere Fiol zanj¨® ayer por la tarde una entrevista con este diario tras decir: ¡°No s¨¦ nada. Una cosa es lo que digo y otra la que quieren que diga. No quiero que se diga blanco si digo color de rosa¡±. Su declaraci¨®n en la radio est¨¢ registrada.
Otro p¨¢rroco consultado por este peri¨®dico, el de cala Rajada, Miquel Mulet, tambi¨¦n disculp¨® al colega represaliado: es una expulsi¨®n ¡°de por vida, sin poder redimirse ni posibilidad de rehacerse¡±. En un comentario en el blog del obispo, Mulet reclama ¡°la posibilidad de misericordia¡± para su compa?ero tras ¡°un escarmiento¡±, recibir ¡°ayuda psicol¨®gica para curar la debilidad¡± y ¡°pedir perd¨®n por la falta de pederastia¡±. Mulet defiende que el expulsado pueda ¡°retornar al ministerio¡± tras ¡°un tiempo de retiro¡±.
Reconocemos el dolor causado Prelado a las v¨ªctimas
Sin embargo, no todos los curas se han manifestado en la misma l¨ªnea. Jaume Santandreu, que trabaja entre desahuciados y que denunci¨® de ni?o abusos de un fraile, cree que las palabras de Fiol ¡°son un escupitajo maloliente sobre la herida de las v¨ªctimas¡±. Santandreu escribi¨® en su blog: ¡°La defensa del colega pederasta es una barrabasada, clava un pu?al al coraz¨®n de mi vida¡±. Los medios de comunicaci¨®n se han hecho eco de las opiniones de otros p¨¢rrocos sobre este asunto. Es la primera vez que la Iglesia expulsa a un cura sobre el que todav¨ªa no hay una condena firme por pederastia. ¡°A Jes¨²s le condenaron por culpable y era inocente¡±, manifest¨® en apoyo del cura expulsado mos¨¦n Joan Pons, p¨¢rroco de Sa Pobla, otra voz comprensiva y de solidaridad expl¨ªcita recogida en Diario de Mallorca.
Aunque un portavoz del obispado neg¨® ayer que lo escrito por el prelado en su blog sea una llamada al orden para los p¨¢rrocos rebeldes, sus palabras fueron inequ¨ªvocas: ¡°Se trata de un momento doloroso para la Iglesia, pero tambi¨¦n clarificador. Porque no podemos provocar de ninguna forma la sospecha de que no actuamos correctamente¡±, explica, sobre la condena eclesi¨¢stica a Barcel¨®.
¡°Es una manera de decir a las v¨ªctimas: reconocemos el dolor que os han causado y la injusticia que os han hecho¡±, escribe Salinas. ¡°El Tribunal [eclesi¨¢stico] act¨²a en nombre m¨ªo, y hago m¨ªa la decisi¨®n del Tribunal¡±. Observa que la sentencia le causa dolor y que es muy dura, ¡°pensando en la persona del sacerdote implicado, pero sobre todo en las v¨ªctimas, que a veces son las m¨¢s olvidadas¡±.
Barcel¨® ¡°es un hijo de la familia (diocesana) que ha tenido una actuaci¨®n que no es correcta¡±, entiende el obispo. ¡°Nuestros actos tienen repercusi¨®n. Generan dolor, generan muerte, injusticia, agravios¡±. ¡°Sabemos que Dios siempre nos ofrece el perd¨®n, pero precisamente porque nos sentimos perdonados, tenemos que asumir la responsabilidad y las consecuencias de nuestros actos¡±.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.