¡°No hay ninguna raz¨®n para llevar una doble vida¡±
Sergu¨¦i Ilupin, moscovita, pas¨® m¨¢s de treinta horas en una comisar¨ªa por manifestarse en favor de los homosexuales
Sergu¨¦i Ilupin, de 33 a?os, es moscovita y trabaja en el Instituto del Desarrollo Seguro de la Energ¨ªa At¨®mica. Se reconoci¨® como gay a los 20 a?os, y lo hizo ¡°por etapas¡±, empezando por los amigos m¨¢s cercanos. ¡°Me ofend¨ªa la idea de que deb¨ªa esconderme y decid¨ª que no hab¨ªa ninguna raz¨®n para llevar una doble vida¡±, dice. ¡°Para algunos fue una sorpresa, pero todos reaccionaron de forma adecuada¡±. Sus padres, que ya fallecieron, ¡°no llegaron a aceptarlo del todo¡±. El hecho de ser gay no influye en su situaci¨®n laboral.
Ilupin colabora con las organizaciones de gais y lesbianas existentes en Rusia, sin estar afiliado a ninguna. Manifestarse a favor de los derechos de los gais y lesbianas le vali¨® pasar m¨¢s de treinta horas en una comisar¨ªa en diciembre de 2011 y ser detenido de nuevo en diciembre de 2012 cuando participaba en la convocatoria Un beso junto a la Duma para protestar por la ley que multar¨¢ la propaganda homosexual ante los menores de edad. La pr¨®xima aprobaci¨®n definitiva de la ley, ahora en tr¨¢mite en el parlamento, evidenciar¨¢ la responsabilidad del presidente Vlad¨ªmir Putin por la actitud hom¨®foba del Estado, se?ala.
Opina Ilupin que la mayor¨ªa de los gais y lesbianas de Rusia ¡°se esconden y no reconocen su condici¨®n ni siquiera ante la gente m¨¢s pr¨®xima¡±. Por esa raz¨®n, la mayor¨ªa de los rusos aseguran que nunca encontraron a un gay ni a una lesbiana, ya que para ellos un ¡°gay es un personaje extra?o, un ¡°freak¡±, que aparece en la tele y no en la vida¡±. Ilupin explica que una foto en la que se le ve¨ªa bes¨¢ndose con su pareja en San Petersburgo, como ¡°dos personas normales¡± fue muy difundida ¡°por romper los estereotipos¡±. Pero, ¡°se porten como se porten, los gais y lesbianas nunca ser¨¢n suficientemente normales para los hom¨®fobos. Como los jud¨ªos nunca fueron suficiente buenos para los nazis¡±.
En enero, ante la Duma Estatal, fue agredido sin que los agentes de polic¨ªa cercanos hicieran nada contra sus agresores. ¡°El mensaje que trasmiten las autoridades es que ser gay es malo y que a los gais se les puede pegar y no les pasar¨¢ nada¡±. En Volvogrado ha sido asesinado Vlad¨ªmir Torno voy, de 23 a?os. El cad¨¢ver, quemado y con la cabeza aplastada, fue violado con botellas de cerveza. Ilupin considera muy grave que el asesino haya invocado la supuesta condici¨®n de gay de la v¨ªctima (algo no probado) ¡°como atenuante para justificarse y en busca de comprensi¨®n¡±. A principios de 2012 cuando varios gais aparecieron asesinados en Mosc¨², los asesinos declararon haber actuado por motivos hom¨®fonos en espera de que eso les ayudar¨ªa a rebajar la sentencia.
¡°En Rusia la lucha por los derechos c¨ªvicos es d¨¦bil. En las encuestas, la homosexualidad o la propaganda de la homosexualidad no figuran entre las preocupaciones de los rusos, as¨ª que el tema se avienta de forma artificial por parte de los pol¨ªticos que apelan a los instintos m¨¢s bajos y a la xenofobia, el rechazo y el miedo a todo lo ajeno, desde inmigrantes a lesbianas. Las autoridades han promovido la aprobaci¨®n de leyes hom¨®fobas en provincias y quieren encontrar un chivo expiatorio para responsabilizarlo de los problemas que ellas no saben solucionar. Por eso, equiparan la homosexualidad a la pedofilia y hablan de la degeneraci¨®n y la destrucci¨®n de los valores de la familia¡±, afirma. La ¡°fingida preocupaci¨®n por la moral¡± sirve a la pol¨ªtica demogr¨¢fica de la administraci¨®n pues ¡°transfiere responsabilidades¡±. En lugar de admitir que los rusos no tienen hijos por no estar seguros de poder darles todo lo necesario, las autoridades culpan a los ciudadanos de no pensar en la familia y no reproducirse. Si un hombre solo quiere adoptar a un ni?o, lo tratar¨¢n como a un ped¨®filo. Si una pareja de homosexuales quiere adoptarlo, se les negar¨¢¡±.
En 1993 Rusia aboli¨® el art¨ªculo del c¨®digo penal que, desde 1934, permit¨ªa castigar la homosexualidad. El art¨ªculo no se utilizaba de forma sistem¨¢tica, sino como medio de presi¨®n y chantaje. Esa es la funci¨®n que, seg¨²n Ilupin, tienen ahora las leyes contra la propaganda de la homosexualidad aprobadas en distintas regiones rusas y en tr¨¢mite a nivel estatal. ¡°Incluso sin emplearse, constituyen una forma presi¨®n sobre la comunidad de gais y lesbianas, porque refleja la posici¨®n oficial de las autoridades respecto a esa comunidad. ¡°En Rusia no hay consecuencias legales por relaciones homosexuales con una persona de 16 a?os ¡ªque es la edad de consentimiento¡ª, pero si las habr¨¢ por hablar de la homosexualidad ante un menor de 18 a?os¡±, dice.
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