¡°No hace falta ver para hacer yudo. Son sensaciones¡±

¡°Yo en el S¨¢hara voy a llevar la joroba por delante. Diez kilos he cogido desde que compet¨ª en los Juegos de Londres¡±. Quien bromea es el yudoca David Garc¨ªa del Valle, doblemente medallista paral¨ªmpico, que en septiembre participar¨¢ en el Desert Run 2013. Pretende correr durante tres d¨ªas por las dunas de este desierto con el fin de recaudar fondos para la Asociaci¨®n de Esclerosis M¨²ltiple de Almer¨ªa. Su deseo es comprar una furgoneta Ford adaptada para discapacitados: 30.000 euros. ¡°Son 62 kil¨®metros en l¨ªnea recta, pero hay que subir y bajar, en total pueden ser 150¡±, dice el deportista, que cuenta ya con el patrocinio en la camiseta de muchos hosteleros y empresarios de Almer¨ªa, donde naci¨® en 1981 y vive.

La cita es en un restaurante japon¨¦s cercano a la mayor estaci¨®n de autobuses de Madrid. ¡°Conozco bien su comida. Estuve mes y medio en Jap¨®n entrenando con los franceses¡±, recuerda. No es ciego del todo, ve un 8% de un ojo y un 10% del otro. Lo suficiente para diferenciar colores, luces y vol¨²menes y mirar en su mu?eca la hora en ¡°el reloj de la catedral¡±. Encima de la mesa hay brochetas de pollo teriyaki y de solomillo y no duda al coger una. ¡°El pollo es m¨¢s claro que la ternera. No entiendo por qu¨¦ los videntes comen con los ojos. Yo lo pruebo y si me gusta bien, y si no lo dejo¡±. Tomar¨¢ un autob¨²s a su tierra y cargar¨¢ en el maletero dos cabezones de Mickey y Minnie para visitar ni?os en los hospitales.

El deportista practica yudo desde los dos a?os y medio. ¡°A mi padre le pareci¨® el mejor deporte para m¨ª. No hace falta ver para hacer yudo. Es cuesti¨®n de sensaciones. Sientes que te van a hacer una llave. Con el yudo desarrollas una gran capacidad espacial. Sabes siempre d¨®nde est¨¢s. Como los porteros de f¨²tbol. No ven la porter¨ªa, pero saben que est¨¢n dentro de sus tres palos¡±. En su club trabajan esa capacidad espacial luchando con antifaces. ¡°?Que si te beneficia el no ver? Preg¨²ntale a los yudocas videntes que he ganado¡±.

Garc¨ªa del Valle, que se ha tra¨ªdo cuatro medallas de los mundiales para deficientes visuales, trabaja de administrativo en el Ayuntamiento de Almer¨ªa. ¡°Me vienen a contar que no se limpian bien los contenedores, que nadie barre su calle¡­ A veces me he salvado de la bronca porque me reconocen¡±, se alegra. Las tardes las dedica al yudo. ¡°No gano con eso nada. Lo invierto todo en comprar material y en proyectos¡±. Ahora quiere montar en Roquetas un plan de integraci¨®n de 200 inmigrantes y espa?oles excluidos de la sociedad a trav¨¦s del yudo. Gan¨® medallas de plata en los Juegos de Sidney y Atenas y ha participado con menor suerte en los de Pek¨ªn y Londres. ¡°En los ¨²ltimos iba con rotura de ligamentos de una rodilla y me desmay¨¦ del dolor. Sal¨ª del tatami en camilla¡±, recuerda con tristeza. Le gustar¨ªa prepararse para los de R¨ªo una vez m¨¢s en el Centro de Alto Rendimiento de Madrid.

En su aventura sahariana no estar¨¢ solo. Le acompa?ar¨¢ el tambi¨¦n yudoca Jos¨¦ Antonio Martos, quien, junto a su mujer, regenta dos gimnasios en Madrid. El tercero lo acaba de abrir en Almer¨ªa Garc¨ªa del Valle. ¡°All¨ª no hay tradici¨®n de yudo¡±. Juntos hace poco recaudaron en Velilla de San Antonio (Madrid) 2.500 kilos de comida con una competici¨®n. ¡°Toda ayuda es poca¡±.