¡°Esta medida solo favorece la exclusi¨®n¡±
El director de la C¨¢tedra Unesco de Gesti¨®n y Pol¨ªtica Universitaria considera el sistema de ayudas insolidario
Para Francisco Michavila, catedr¨¢tico de Matem¨¢tica Aplicada y director de la C¨¢tedra Unesco de Gesti¨®n y Pol¨ªtica Universitaria de la Universidad Polit¨¦cnica de Madrid, la nueva pol¨ªtica de becas no tiene de bueno ¡°nada, o muy poco¡±.
Pregunta. ?C¨®mo valora el nuevo sistema de ayudas?
Respuesta. La medida llega en el momento menos adecuado. Es un sinsentido endurecer las exigencias para conseguir una beca justo cuando las familias tienen las mayores dificultades econ¨®micas, el paro juvenil est¨¢ disparado y las tasas universitarias han subido much¨ªsimo. Va en contra de cualquier pol¨ªtica de solidaridad. Solo favorece la exclusi¨®n social. Espa?a ha tenido siempre unos datos de becas muy desfasados: un 0,08% del PIB, cuando la media de la OCDE es del 0,24. El objetivo del anterior Gobierno fue, entre 2005 y 2007, reducir la diferencia. Y algo se hizo, pero lleg¨® la crisis y se atenu¨®. Las becas son nuestra asignatura pendiente.
P.? A¨²n no se conocen los detalles.
R. S¨ª... pero tiene un tufillo. Si para acceder a una beca universitaria se sube el m¨ªnimo a un 6,5 queda mucha gente fuera, y si, encima, se aplican variables, es evidente que se va a ahorrar dinero. El grado debe ser una forma de redistribuci¨®n social y no deber¨ªa exigirse una nota de entrada. Cualquiera deber¨ªa tener acceso a la Universidad, como fuente de conocimiento. Luego ya se le puede exigir ir aprobando, pero no con unos porcentajes tan altos: ?100% en Humanidades!
P. Pero los porcentajes de repetici¨®n en educaci¨®n obligatoria y universitaria son muy altos.
R. Lo son, pero la soluci¨®n no est¨¢ en las becas. Lo que hay que hacer es una verdadera pol¨ªtica educativa. Que mejore el qu¨¦ y el c¨®mo se explica. Si se consiguiera interesar a los estudiantes repetir¨ªan menos. Hay que hacer unas clases m¨¢s activas, con menos teor¨ªa. En Espa?a siempre han sido as¨ª porque es un sistema de docencia mucho m¨¢s barato. Un 20% de los alumnos abandona los estudios y un 30% se cambia de carrera. Eso es inadmisible. Se pod¨ªa hacer como en la facultad de Econ¨®micas de Amsterdam. El decano decidi¨® entregar una determinada cuant¨ªa econ¨®mica a cada alumno que aprobase todas las materias y subi¨® much¨ªsimo la tasa de aprobados. Conclusi¨®n: un gran negocio para su universidad, que no tuvo que volver a invertir en las segundas matr¨ªculas. Al fin y al cabo los estudiantes pagan la parte m¨¢s peque?a.
P. El ministro Jos¨¦ Ignacio Wert quiere premiar la ¡°cultura del esfuerzo¡±.
R. Se ha recuperado hablar de valores como la eficacia o el esfuerzo, que son positivos pero est¨¢n mitificados. Todos nos tenemos que esforzar. Mis alumnos no son unos vagos tirados en el aula sin inter¨¦s por nada. Cuando quieren irse al extranjero compiten con muchos y se esfuerzan much¨ªsimo. Pero no puede hacerse una universidad solo para los mejores, con las notas m¨¢s altas. Eso responde a una mentalidad que te lleva a los tiempos m¨¢s oscuros del pasado. Cuando estudiaban los ricos y los muy listos. Se est¨¢ criticando y desprestigiando a las universidades p¨²blicas cuando, seg¨²n el CIS, sus profesores est¨¢n entre las profesionales mejor estimados (7,5), mientras el se?or Wert es el ministro peor valorado (1,76 en mayo). De seguir as¨ª, cuando entregue diplomas ni un estudiante va a estrecharle la mano.
P. ?C¨®mo actuar¨ªa en los t¨ªtulos de posgrado?
R. Creo que en los grados tiene que haber becas y en los posgrados, adem¨¢s, pr¨¦stamos sin retorno. Existen ya en algunas universidades de Estados Unidos, Australia y Nueva Zelanda. Si el alumno tiene unas notas muy brillantes, no devuelve el cr¨¦dito.
P. En apariencia los alumnos de Formaci¨®n Profesional parecen salir al fin favorecidos.
R. Si finalmente es as¨ª, habr¨ªa algo de bueno en el sistema. La FP es la hermana pobre que siempre se ha visto para los menos capaces. Hay que favorecer el flujo de profesores y alumnos en los dos sentidos.
P. ?C¨®mo ve el futuro?
R. Est¨¢bamos en la onda de Europa ¡ªaunque hici¨¦semos trampas, como con la burbuja de la construcci¨®n¡ª y la hemos abandonado. Hace tres o cuatro a?os gast¨¢bamos en educaci¨®n general el 4,9% del PIB, y la idea era llegar a aumentar hasta un punto m¨¢s. Y, no solo no hemos crecido, sino que vamos bajando. Invertir en educaci¨®n no es insolidaridad con los parados. Por cada euro invertido, la sociedad recibe tres o cuatro. ?Qu¨¦ inversi¨®n financiera te da ese inter¨¦s?
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