Michael Hastings, reportero inc¨®modo para el poder
Un trabajo suyo acab¨® con la carrera del general McChrsytal
Cuando la revista Rolling Stone sacudi¨® al estamento militar hace tres a?os al revelar las cr¨ªticas del alto mando estadounidense en la guerra de Afganist¨¢n a algunos de sus colegas, y hasta cargos como el presidente, Barack Obama, muchos se preguntaron c¨®mo hab¨ªa conseguido un reportero ganarse la confianza de tan prestigioso militar. El general a la huida, como se titul¨® el reportaje, era Stanley McChrystal. Su autor, Michael Hastings, perdi¨® la vida la madrugada del pasado lunes en Los ?ngeles, en un accidente de coche. Ten¨ªa 33 a?os.
En junio de 2010, Hastings se gan¨® un hueco en la lista de periodistas estadounidenses cuyo trabajo ha hecho tambalear la carrera de un pol¨ªtico o los pilares de una instituci¨®n. En este caso fue la de McChrystal. Sus 34 a?os en el Ej¨¦rcito de Estados Unidos, su participaci¨®n en la operaci¨®n de captura de Sadam Husein en Irak, su estrategia para devolver el optimismo en Afganist¨¢n... Ninguna de las condecoraciones de su abultada y prestigiosa carrera impidi¨® que Obama le citara en la Casa Blanca, apenas unos d¨ªas despu¨¦s de salir a la luz el reportaje de Hastings, para destituirle.
Hastings hab¨ªa logrado empotrarse en el equipo de McChrystal en Afganist¨¢n. Escuch¨® conversaciones entre sus asesores, referencias del mismo general sobre otros compa?eros y pudo registrarlo todo. No necesit¨® publicar respuestas a preguntas hechas directamente al general. Registr¨® el tono, las alusiones, las referencias a la ¡°incomodidad¡± de un Obama que se sinti¨® ¡°intimidado¡± durante su primera reuni¨®n en la Casa Blanca; un ?qui¨¦n es ese? en alusi¨®n al vicepresidente, Joe Biden, o su decepci¨®n con el enviado especial de EE UU en Pakist¨¢n.
Seg¨²n las conversaciones de McChrystal con sus asesores, y los comentarios ofrecidos por estos, el general, responsable de la estrategia de EE UU en Afganist¨¢n, el hombre que logr¨® convencer a Obama para que aumentara el despliegue de tropas en aquel pa¨ªs, no estaba contento con el trabajo de la Casa Blanca al respecto. McChrystal ya se hab¨ªa ganado una reprimenda del presidente por hablar p¨²blicamente de su descontento con la gesti¨®n. La segunda vez no ocurri¨® en c¨ªrculos militares, sino en las p¨¢ginas de una revista. McChrystal no regres¨® a Afganist¨¢n.
Hastings, nacido en el Estado de Nueva York en 1980, hab¨ªa colaborado con revistas como GQ y Newsweek, adem¨¢s de Rolling Stone, que le recordaba este mi¨¦rcoles como ¡°el reportero que acab¨® con la carrera del general McChrystal¡±. El periodista se hab¨ªa especializado en los ¨²ltimos a?os en los conflictos de Irak ¡ªdonde falleci¨® su prometida en 2007¡ª y Afganist¨¢n. Dedic¨® algunos de sus ¨²ltimos grandes reportajes a personajes como Julian Assange, fundador de Wikileaks, o al aumento del uso de drones en la lucha contra el terrorismo.
Este a?o, Hastings hab¨ªa iniciado una colaboraci¨®n con el portal Buzz Feed. Su editor, Ben Smith, le recordaba este mi¨¦rcoles como un profesional ¡°interesado ¨²nicamente en escribir las historias que alguien no quer¨ªa que escribiera¡±. Smith reconoce que ¡°no existe un perfil exacto para definir a un gran reportero, pero lo fue por razones intr¨ªnsecas a su personalidad: era ambicioso, esc¨¦ptico ante el poder y el saber convencional, e incre¨ªblemente valiente¡±.
Numerosos periodistas de diversos medios manifestaron su pesar por la muerte de Hastings. ¡°Hastings trabaj¨® sin miedo desde peligrosas zonas de guerra para acabar falleciendo en un accidente de tr¨¢fico¡±, lament¨® en su cuenta de Twitter el corresponsal de The New York Times.
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