Una autopista hacia la conciencia ecol¨®gica de China
Preocupados por las graves consecuencias del desarrollo econ¨®mico, Gobierno y ONG locales dise?an planes para reducir su impacto en el Medio Ambiente Para la construcci¨®n de una v¨ªa r¨¢pida de 250 kil¨®metros se ha tenido en cuenta la opini¨®n de organizaciones ecologistas
Ecol¨®gico y verde son dos etiquetas que hay que utilizar con mucho cuidado en China, un pa¨ªs en el que pocas cosas son lo que parecen y en el que todo certificado tiene un precio. De hecho, basta un vistazo a los fara¨®nicos proyectos de infraestructuras que est¨¢n siendo construidos por todo el territorio y que parecen buscar el r¨¦cord Guinness para pensar que quiz¨¢ esas dos palabras no se encuentren en el diccionario de chino. Pero son, precisamente, los calificativos que el Gobierno de Pek¨ªn ha elegido para describir la autopista que, a finales de a?o, se extender¨¢ los 251 kil¨®metros que separan las ciudades de Chengdu ¡ªcapital de la provincia suroccidental de Sichuan¡ª y Chongqing ¡ªuna de las principales megal¨®polis del pa¨ªs¡ª.
Se trata de una iniciativa pionera que pretende dotar a China de las infraestructuras que necesita para continuar desarroll¨¢ndose. Pero teniendo en cuenta el medio ambiente. Para empezar, el trazado se ha delineado atendiendo a los consejos de varias organizaciones ecologistas ¡ªSichuan es una de las provincias m¨¢s frondosas del pa¨ªs¡ª, y la construcci¨®n ¡ªcuyo primer tramo, de 78 kil¨®metros, finaliz¨® el pasado d¨ªa 8¡ª se ha llevado a cabo con t¨¦cnicas de ahorro energ¨¦tico que evitan la emisi¨®n de CO2. Seg¨²n Luo Yugang, director del proyecto, una de las m¨¢s novedosas consiste en la mezcla de viejos neum¨¢ticos con el asfalto, algo que reduce los gases nocivos en un 90%. Tambi¨¦n se ha reciclado el agua utilizada en el proyecto.
Se establecer¨¢n sistemas de cobro electr¨®nicos, con tickets reutilizables, y se usar¨¢ iluminaci¨®n led
Adem¨¢s, el impacto medioambiental de la carretera, que tiene seis carriles, ser¨¢ menor durante su uso, ya que se establecer¨¢n sistemas de cobro electr¨®nicos, con tickets reutilizables, y se usar¨¢ exclusivamente iluminaci¨®n led, cuyo consumo energ¨¦tico es muy inferior al del resto. ¡°As¨ª conseguiremos tambi¨¦n ahorrar dos millones de yuanes (unos 250.000 euros) al a?o en la factura de la luz¡±, declar¨® Luo al diario de Hong Kong South China Morning Post.
Otra de las ventajas ser¨¢ la reducci¨®n en media hora del tiempo que actualmente se tarda en hacer el viaje entre las dos ciudades. Y eso, seg¨²n estimaciones publicadas por el Ministerio de Transporte, supondr¨¢ un ahorro de 506.200 toneladas de combustible desde su inauguraci¨®n hasta 2033, a?o en el que la inversi¨®n realizada en la autopista deber¨ªa de estar rentabilizada. Por todo ello, las autoridades chinas est¨¢n convencidas de que esta nueva forma de construcci¨®n "de bajas emisiones" no solo es beneficiosa para el entorno, sino que tambi¨¦n resulta rentable en lo econ¨®mico. Y, por eso, ya hay otros cinco proyectos similares en marcha, todos ellos en manos de compa?¨ªas estatales.
¡°El futuro est¨¢ en la reducci¨®n del costo ecol¨®gico¡±, sentenci¨® el director de pol¨ªticas y regulaciones del ministerio de Transporte, Ke Linchun, en una rueda de prensa sobre las nuevas t¨¦cnicas adoptadas. ¡°Nuevos materiales y procesos constructivos servir¨¢n para emitir menos di¨®xido de carbono y crear condiciones favorables para ahorrar energ¨ªa durante la planificaci¨®n, el dise?o, la construcci¨®n, el uso, y el mantenimiento de las infraestructuras¡±.
Sin duda, los ecologistas han aplaudido la medida. Pero no bajan la guardia. ¡°Es un primer paso interesante, pero supone solo una gota en el oc¨¦ano. Nos complace ver que, al menos sobre el papel, el Gobierno comienza a tomar conciencia de los graves problemas que acechan a la naturaleza, pero tememos que todo quede en mera palabrer¨ªa¡±, valora a EL PA?S Alex Sun, miembro de la ONG local Xihan Action. ¡°Ahora mismo, el aire, el agua y la tierra de China est¨¢n gravemente contaminados y cuestan miles de vidas. Si no se toman medidas r¨¢pido, la degradaci¨®n puede resultar irreversible¡±.
Quiz¨¢ por eso, en el pa¨ªs que m¨¢s contamina del mundo ¡ªen t¨¦rminos absolutos, no por habitante¡ª parece que la protecci¨®n del medio ambiente va ganando intensidad. Grupos ecologistas locales nacen al calor de los apocal¨ªpticos informes que detallan el impacto que el brutal desarrollo econ¨®mico tiene en la naturaleza y en la salud de sus compatriotas. La contaminaci¨®n de los alimentos supera todos los l¨ªmites, el aire se hace irrespirable, y los casos de c¨¢ncer se disparan. Es cuesti¨®n de unir todos los puntos. As¨ª, ganan fuerza quienes llevan a?os luchando por preservar el entorno.
Li Minguo es una de ellos. Junto a su difunto marido, el bi¨®logo alem¨¢n Josef Margraf, consigui¨® erigir un basti¨®n que resiste al avance de las excavadoras en la regi¨®n tropical de Xishuangbanna, en la provincia sure?a de Yunnan. Es Tianzi ¡ªliteralmente, semillas del cielo¡ª, un parque natural privado que guarda 600 especies vegetales, muchas en peligro de extinci¨®n, en otras tantas hect¨¢reas. ¡°Lo hacemos por nuestros hijos, y para devolver a la naturaleza lo que nos ha dado¡±, asegura Li, que ha tomado la batuta tras la muerte de Margraf, en enero de 2010. ?l consigui¨® crear un microcosmos en la parcela-laboratorio que rodea la sede de Tianzi, y ahora ella busca trasladarlo en gran escala a la monta?a. No es f¨¢cil.
¡°Al principio nuestra relaci¨®n con los campesinos y con los oficiales del Gobierno era p¨¦sima. Nos pon¨ªan la zancadilla siempre que pod¨ªan, pero ahora se dan cuenta de que la avaricia va a romper el saco y comienzan a mostrarse m¨¢s receptivos¡±. Li est¨¢ segura de que un incendio que en 2011 arras¨® parte de su bosque fue intencionado y pretend¨ªa arredrarla. Todav¨ªa hoy son visibles las quemaduras en el camino que conduce a Tianzi, y Li no consigue contener las l¨¢grimas al verlas.
El bosque es su vida. ¡°Pero no es f¨¢cil mantenerlo¡±, reconoce. Ni barato. Cada a?o la reforestaci¨®n cuesta m¨¢s de un mill¨®n de yuanes (120.000 euros). ¡°Ten¨ªamos que buscarle al bosque una utilidad comercial¡±, explica Li. Y la encontraron en una flor: la orqu¨ªdea. La empresa de cosm¨¦tica francesa Guerlain las compra para producir una crema: ¡°Eso nos permite continuar con el proyecto¡±. As¨ª han demostrado tambi¨¦n que la ecolog¨ªa no est¨¢ re?ida con la econom¨ªa, y ahora buscan extender su influencia gracias a proyectos de ecoturismo.
¡°China vive una transformaci¨®n brutal que supone una grave amenaza para la naturaleza. No solo del pa¨ªs, sino de todo el mundo. Primero hacemos dinero, luego ya haremos el bien, piensan muchos. Eso ha provocado un tsunami de capital que est¨¢ comprando tierra a la poblaci¨®n local para construir casas o campos de golf. Los campesinos ¡ªmuchos de ellos minor¨ªas ¨¦tnicas con bajos niveles de formaci¨®n¡ª van a las ciudades, y la monta?a muere. Aqu¨ª, por debajo de los mil metros, ya son todo plantaciones de caucho. Y a mayor altura la mayor¨ªa son cultivos de t¨¦¡±, denuncia Li.
Una de las nuevas autopistas "de bajo consumo" se construir¨¢ en la provincia en la que trabaja Li. ¡°Las infraestructuras son necesarias, no estamos en contra del desarrollo. Pero tienen que plantearse siempre teniendo en cuenta que hay algo m¨¢s importante que nosotros mismos: el planeta que nos acoge¡±. Un hecho que se resume a la perfecci¨®n en un antiguo refr¨¢n de la etnia minoritaria dai: ¡°Sin bosque no hay agua, sin agua no hay arroz, y sin arroz no hay gente¡±.
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