J¨²bilo y emoci¨®n ante las escaleras del Tribunal Supremo de EE UU
Cententares celebraron la decisi¨®n del Tribunal Supremo al conocer la decisi¨®n de apoyo a la igualdad de los matrimonios gais
Cientos de personas aguardaban con inquietud, alegr¨ªa y euforia la decisi¨®n del Tribunal Supremo de EE UU sobre el matrimonio gay, una decisi¨®n que supondr¨ªa un cambio hist¨®rico en una naci¨®n que lucha por los derechos de los gais desde los a?os sesenta.
Para los que apoyaban la igualdad de los homosexuales no importaba el calor o la espera, ya que con v¨ªtores y c¨¢nticos amenizaban los minutos previos a la decisi¨®n: ¡°?Qu¨¦ queremos? Igualdad. ?Para qu¨¦? Para vivir amando y libres¡±. Mientras, los opositores, los menos, aguardaban silenciosos al otro lado de la calle.
¡°Quer¨ªa estar aqu¨ª para asistir a este cambio hist¨®rico, pase lo que pase. He trabajado por la igualdad de g¨¦nero y de orientaci¨®n sexual durante toda mi carrera profesional y este es un momento excitante¡±, explicaba Juliana Wagner, de 27 a?os, trabajadora de la Fundaci¨®n Proderechos de EEUU. ¡°La corte es muy impredecible, todo es posible, pase lo que pase tenemos que seguir trabajando por la igualdad en este aspecto, como en otros problemas sociales¡±,
¡°Los jueces deben reconocer el amor, el amor entre los seres humanos, sin importar la raza o el sexo. El amor es lo que mueve el planeta y debe existir para todos¡±, a?adi¨® Wagner.
Las inmediaciones del Alto Tribunal se llenaban de canciones y reclamos proderechos. ¡°No, no, nos mover¨¢n [en espa?ol]¡±, cantaba un grupo religioso del Estado de Maryland. ¡°Estoy aqu¨ª porque soy parte de la Lutheran Campus Ministry. Hasta llegar aqu¨ª hemos luchado mucho. Vivo en Annapolis (Maryland) y all¨ª organizamos un movimiento para que se aprobara el matrimonio gay. Tras una larga lucha lo conseguimos. Esta aprobaci¨®n demuestra que el matrimonio entre cualquier ser humano es justicia¡±, dec¨ªa emocionado Michael Benefiel.
¡°Creemos que la persona enamorada tiene derecho a hacer que su relaci¨®n sea permanente¡±, continuaba. En el ¨²ltimo a?o, muchos grupos religiosos han apoyado los matrimonios homosexuales. ¡°La religi¨®n y los gais deber¨ªan ir de la mano porque, al final, todo es lo mismo, es amor¡±, terminaba Benefiel.
La primera decisi¨®n llegaba a las 10.02, hora local, cuando se conoc¨ªa que parte de la DOMA (Ley de Defensa del Matrimonio) se declaraba inconstitucional. La euforia era palpable en los alrededores del Supremo. A partir de ahora, los Estados que quieran aprobar o hayan aprobado leyes para ratificar los matrimonios gais no depender¨¢n del Gobierno Federal.
¡°Estoy feliz de que los gais tengan los mismos derechos que los dem¨¢s aunque sea a nivel de Estados. Es una pieza del puzle, es un peque?o paso, ya que para que algo m¨¢s grande ocurra va a pasar tiempo. Pero es un paso¡±, sosten¨ªa con una gran sonrisa Sarah Woollie, de Texas. ¡°Esperemos a ver qu¨¦ pasa con la proposici¨®n 8¡±. La decisi¨®n del Tribunal Supremo a este respecto decide si legalizar o no los matrimonios homosexuales a nivel federal, tras la presentaci¨®n de dos casos de California.
La llegada de esta ¨²ltima decisi¨®n se hizo esperar, hasta que varios periodistas salieron del edificio del Alto Tribunal con la sentencia en la mano, mostr¨¢ndola a los all¨ª congregados. La decisi¨®n no fue la esperada, pero era positiva.
El tribunal aleg¨® no tener jurisprudencia para decidir sobre el caso y remiti¨® su decisi¨®n a la sentencia efectuada hace cuatro a?os en California, que permit¨ªa los matrimonios en ese Estado. A partir de este mi¨¦rcoles, y tras esta resoluci¨®n, ya son 13 los Estados, m¨¢s el distrito de Columbia, que aprueban las uniones entre miembros del mismo sexo.
¡°Me siento super contenta de las decisiones tomadas hoy por el Supremo, a pesar de que hubiera deseado que estas fueran m¨¢s amplias, porque creo que cada persona en Am¨¦rica merece casarse con la persona que quiere y que esta uni¨®n sea reconocida. Aun as¨ª, el paso de hoy es enorme. Estamos hablando de decenas de miles de personas en California¡±, explicaba a las puertas del Tribunal Candance Gringish.
¡°En cuanto a DOMA, la decisi¨®n tomada va a proporcionar que las parejas homosexuales tengan derechos que ni siquiera so?aban. Y lo m¨¢s importante, que los Estados no tienen que reconocer el matrimonio ejecutado en otro Estado. Y eso es incre¨ªble¡±, a?ad¨ªa Gringish.
¡°Estoy feliz, no siento una alegr¨ªa desmesurada pero definitivamente es grandioso. Lo dem¨¢s, solo es cuesti¨®n de tiempo¡±, conclu¨ªa esta mujer mientras los abogados defensores de ambos casos abandonaban el edificio tras la lectura de las sentencias.
¡°Para que la gente entienda lo que ha pasado hoy solo tienes que mirar a tu alrededor, la gente quiere expresar su amor y no deber¨ªa haber ninguna prohibici¨®n que impidiera esto. No hay nada m¨¢s necesario que el amor para la supervivencia de los seres humanos¡±, dec¨ªa nervioso Joan Miller, de 50 a?os, mientras abrazado a su perro no pod¨ªa contener la emoci¨®n.
¡°Lo que ha ocurrido hoy es un paso m¨¢s para los derechos de todos los norteamericanos. Y para las personas de California que llevan a?os luchando¡±, a?ad¨ªa Dan Wohlfelier. ¡°Recuerdo que tras meses de lucha, decid¨ª ir de vacaciones a Madrid y, por casualidad,? llegu¨¦ el mismo d¨ªa que aprobasteis el matrimonio homosexual en tu pa¨ªs, toda aquella situaci¨®n me pareci¨® una pel¨ªcula de ciencia ficci¨®n, y mira lo que ha ocurrido hoy, estamos un paso m¨¢s cerca¡±, conclu¨ªa este hombre feliz mientras, cogiendo de la mano a su pareja, abandonaba las inmediaciones del Tribunal.
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