M¨¢s de 30 millones de mujeres podr¨ªan ser mutiladas genitalmente en diez a?os
Unicef analiza en un estudio la pervivencia de esta pr¨¢ctica e insta a desafiar las costumbres
M¨¢s de 30 millones de mujeres de todo el mundo est¨¢n en riesgo de ser v¨ªctimas de mutilaci¨®n genital durante la pr¨®xima d¨¦cada, seg¨²n un estudio realizado por el Fondo de Naciones Unidas para la Infancia (Unicef).
Unicef cifra en m¨¢s de 125 millones las ni?as y mujeres que viven actualmente tras haber sido sometidas a una ablaci¨®n, una pr¨¢ctica que cuenta con una oposici¨®n de la poblaci¨®n cada vez mayor en los pa¨ªses donde todav¨ªa se practica.
El informe, que la organizaci¨®n describe como el m¨¢s completo realizado hasta la fecha sobre este tema, sostiene que el apoyo a la mutilaci¨®n genital femenina ha disminuido en la poblaci¨®n, ha puesto en com¨²n 20 a?os de datos de 29 pa¨ªses donde todav¨ªa se practica la ablaci¨®n y se?ala que, en comparaci¨®n con hace 30 a?os, actualmente hay una probabilidad menor de que las chicas sean mutiladas.
La directora ejecutiva adjunta de Unicef, Geeta Rao Gupta, afirma que este tipo de mutilaci¨®n es "una violaci¨®n de los derechos de las ni?as a la salud, el bienestar y la autodeterminaci¨®n". "Lo que queda claro en este informe es que la legislaci¨®n por s¨ª sola no es suficiente", asegura.
En Kenia y Tanzania, las ni?as tienen tres veces menos probabilidades que sus madres de ser mutiladas, y las cifras han ca¨ªdo a casi la mitad en Ben¨ªn, Irak, Liberia y Nigeria. Sin embargo, en Somalia, Guinea, Yibuti y Egipto est¨¢ pr¨¢ctica permanece entre la mayor¨ªa de la poblaci¨®n, mientras que ha habido un descenso imperceptible en Chad, Gambia, Mal¨ª, Senegal, Sud¨¢n o Yemen.
Unicef recomienda que se someta esta pr¨¢ctica a un mayor escrutinio p¨²blico, para que se desaf¨ªen estas costumbres sociales arraigadas. La mutilaci¨®n de los genitales de las ni?as es defendida como un ritual tradicional y cultural para asegurar la virginidad de la mujer y hacerla casadera. Es una intervenci¨®n peligrosa que puede originar hemorragias graves, problemas urinarios, infecciones, infertilidad y un aumento del riesgo de muerte de los reci¨¦n nacidos en el parto.
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