El susurro ahora tiene altavoz
El Bergoglio arzobispo ya pon¨ªa el acento en ciertos aspectos del cristianismo
Ni Francisco ha cambiado la doctrina cat¨®lica en sus cinco meses de papado, ni ha modificado lo que pensaba cuando era arzobispo de Buenos Aires (1998- 2013). Pero el Pont¨ªfice sorprende al mundo porque pone el acento en ciertos aspectos del cristianismo, como la austeridad y el deseo de una Iglesia de y para los pobres, que relegue cuestiones conflictivas sobre moral sexual. Tambi¨¦n porque ha decidido emprender reformas, como las de la curia romana y el banco vaticano; ha endurecido las leyes contra los ped¨®filos y promueve cambios en la pastoral matrimonial, algo que podr¨ªa permitir que los divorciados comulguen. Las palabras y gestos del cardenal Jorge Bergoglio, un jesuita conservador pero abierto, que ha cambiado el rostro serio y el bajo perfil por las sonrisas y el papel de l¨ªder mundial, antes no ten¨ªan repercusi¨®n global. Adem¨¢s ahora goza de m¨¢s libertades para expresarse.
?En el viaje de regreso de la Jornada Mundial de la Juventud de R¨ªo Janeiro a Roma, Francisco se refiri¨® a los gais: ¡°Si una persona es gay y busca al Se?or y tiene buena voluntad, ?qui¨¦n soy yo para juzgarla? El catecismo de la Iglesia cat¨®lica explica de forma muy linda esto. Dice que no se deben marginar a estas personas por eso. El problema no es tener esta tendencia¡±. Lo que no cit¨® del catecismo es su definici¨®n de homosexualidad como ¡°inclinaci¨®n objetivamente desordenada¡±. ¡°Es la inteligencia de Bergoglio: dice lo que le sirve a sus prop¨®sitos¡±, opina Washington Uranga, periodista de religi¨®n del peri¨®dico P¨¢gina/12 de Argentina. Cuando all¨ª el Congreso discut¨ªa la ley del matrimonio gay en 2010, Bergoglio propuso la uni¨®n civil como ¡°mal menor¡± mientras los prelados m¨¢s conservadores rechazaban toda propuesta. Entonces, el arzobispo de Buenos Aires asumi¨® la voz de la mayor¨ªa y envi¨® una carta a unas monjas de clausura en la que calific¨® el proyecto como ¡°movida del diablo¡±.
El lunes, un periodista le pregunt¨® por qu¨¦ no hab¨ªa mencionado ese tema en R¨ªo. Tampoco el aborto. ¡°No era necesario hablar de eso, sino de las cosas positivas que abren camino a los chicos. Los j¨®venes saben cu¨¢l es la postura de la Iglesia¡±, respondi¨®. Virginia Bonard, autora de Nuestra f¨¦ es revolucionaria, un libro que compila textos del arzobispo, opina que las declaraciones del Papa sobre los gais ¡°son coherentes consigo mismo: primero la misericordia, no juzgar¡±. ¡°Es un cambio de tono importante; antes deb¨ªa cuidarse de los ultraconservadores de Argentina y de la curia romana¡±, comenta Jos¨¦ Mar¨ªa Poirier, director de la revista cat¨®lica argentina Criterio.
Aunque el arzobispo condenaba el aborto en determinadas misas, ¡°no era su tema recurrente, como s¨ª lo es para otras voces de la Iglesia argentina¡±, recuerda Mariano de Vedia, autor de Francisco, el Papa del pueblo. El purpurado de Buenos Aires no sol¨ªa hablar del papel de la mujer en la Iglesia. Como en todo, se adher¨ªa a la doctrina. Como Papa ha rechazado el sacerdocio femenino, pero Poirier destaca que aboga por elaborar una ¡°teolog¨ªa de la mujer¡±; que ¡°es m¨¢s importante que los obispos y los curas¡±.
No hablaba de los excesos del obispado, pero mostraba sobriedad
El arzobispo no criticaba las finanzas del Vaticano, como hace ahora, pero al llegar a la jefatura de la arquidi¨®cesis porte?a puso en orden los esc¨¢ndalos en sus cuentas. Tampoco criticaba la ¡°psicolog¨ªa de pr¨ªncipes¡± ni el clericalismo de los obispos, aunque al usar el transporte p¨²blico y vivir en un cuarto de la curia, en lugar de en la residencia del arzobispo, predicaba austeridad a sus curas y les advert¨ªa contra una Iglesia ¡°autorreferencial, que se mira a s¨ª misma y se aleja de la gente¡±. No criticaba que el Estado argentino tuviese como religi¨®n oficial a la cat¨®lica, pero abogaba por su autonom¨ªa y jam¨¢s pidi¨® que se ense?ara religi¨®n en las escuelas p¨²blicas. Ahora apoya la ¡°laicidad del Estado¡±.
Francisco visit¨® en julio a los inmigrantes irregulares de la isla italiana de Lampedusa y se refiri¨® a la ¡°globalizaci¨®n de la indiferencia¡±. Tambi¨¦n en las chabolas porte?as Bergoglio estrechaba su relaci¨®n con los paraguayos, bolivianos y peruanos. En una misa por ellos se pronunci¨® en contra de que se los esclavizara en talleres textiles: ¡°En la Buenos Aires actual hay muchos hermanos migrantes sometidos por se?ores poderosos que saben bien qu¨¦ manos untar¡±. En la capital argentina el Papa denunciaba el desempleo de los j¨®venes, y en las villas (barrios de chabolas) los llamaba a manifestarse contra las injusticias, seg¨²n De Vedia. Algo similar al ¡°hagan l¨ªo en las di¨®cesis, salgan afuera, no se dejen excluir¡± que les reclam¨® en R¨ªo.
¡°En cuanto al problema de la comuni¨®n a las personas en segunda uni¨®n, es necesario mirarlo en la totalidad de la pastoral matrimonial¡±, dijo el Papa en el vuelo. A?adi¨® que los tribunales eclesi¨¢sticos no bastan para afrontar los casos de nulidad matrimonial y que todas estas cuestiones se debatir¨¢n en una comisi¨®n de cardenales en octubre. En las villas de Buenos Aires no preguntaba a nadie si estaba casado antes de darle la comuni¨®n, seg¨²n cuentan los curas villeros.
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