Bertone atribuye su ca¨ªda a una red ¡°de cuervos y v¨ªboras¡± del Vaticano
El secretario de Estado saliente se defiende: ¡°El balance de mi gesti¨®n es positivo¡±
El hombre m¨¢s poderoso del Vaticano en los ¨²ltimos siete a?os, el cardenal Tarcisio Bertone, de 78 a?os, ha atribuido su ca¨ªda en desgracia al veneno de ¡°una red de cuervos y v¨ªboras¡±, lo que de facto supone la confirmaci¨®n m¨¢s oficial posible de que durante los ¨²ltimos a?os la Santa Sede ha sido el escenario de una cruenta batalla de poder que, tras la explosi¨®n del caso Vatileaks, propici¨® la renuncia de Benedicto XVI. Solo 24 horas despu¨¦s de que el papa Francisco ordenase la destituci¨®n de Bertone al frente de la Secretar¨ªa de Estado y su sustituci¨®n por el arzobispo Pietro Parolin, el todav¨ªa primer ministro vaticano realiz¨® el domingo en Sicilia unas declaraciones en las que se desahogaba a gusto contra quienes le atribuyeron el papel de malo en su relaci¨®n con Joseph Ratzinger: ¡°El balance de mi gesti¨®n es positivo, pero es cierto que ha habido muchos problemas, especialmente en los dos ¨²ltimos a?os. Se han vertido sobre m¨ª algunas acusaciones¡ ?Una red de cuervos y v¨ªboras!¡±.
A principios de 2012, el robo y la filtraci¨®n de los papeles secretos de Benedicto XVI ¡ªunos hechos nunca aclarados del todo y por los que fue detenido y condenado simb¨®licamente el mayordomo Paolo Gabriele¡ª pusieron al descubierto que Ratzinger era poco m¨¢s que una marioneta entre los grupos de poder que luchaban por repartirse la t¨²nica de su sucesi¨®n. Algunos de los documentos filtrados dibujaban a Tarcisio Bertone como el verdadero impedimento a los t¨ªmidos deseos de renovaci¨®n y limpieza que hab¨ªa demostrado el anciano y solitario papa alem¨¢n. De entre esos papeles llam¨® la atenci¨®n la carta dirigida al pont¨ªfice por Carlo Mar¨ªa Vigan¨°, actual nuncio en Estados Unidos, quien en su calidad de secretario general del Governatorato ¡ªel departamento que se encarga de licitaciones y abastecimientos¡ª dirigi¨® una misiva al Papa cont¨¢ndole diversos casos de corrupci¨®n y pidi¨¦ndole apoyo y tiempo para continuar la labor de limpieza. No obstante, Tarcisio Bertone decidi¨® removerlo de su puesto y enviarlo lejos del Vaticano sin que Ratzinger ¡ª¡°un pastor rodeado por lobos¡±, seg¨²n L¡¯Osservatore romano¡ª pudiera hacer nada ante el gran poder de su propio secretario de Estado. El mismo guion se repiti¨® con respecto a la pretendida renovaci¨®n del Instituto para las Obras de Religi¨®n (IOR), el siempre pol¨¦mico Banco del Vaticano.
Pero la renuncia de Benedicto XVI y, sobre todo, la elecci¨®n de Jorge Mario Bergoglio est¨¢n cambiando la manera de ejercer el poder en el interior del Vaticano. La destituci¨®n de Tarcisio Bertone al frente de la secretar¨ªa de Estado no ha sorprendido a nadie. Sobre todo despu¨¦s de que en los ¨²ltimos d¨ªas algunos de los cardenales estadounidenses que auspician el cambio en la Iglesia hayan pedido a Francisco m¨¢s celeridad todav¨ªa. Ya no solo bastan las palabras de Francisco, siempre punzantes, siempre dispuestas a alcanzar un lugar entre los titulares del d¨ªa ¡ªel lunes en Santa Marta carg¨® contra ¡°las habladur¨ªas y los chismes que matan al pr¨®jimo¡±¡ª; ahora se espera que el Papa pase a los hechos.
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