Cero en expresi¨®n oral
El tropez¨®n ol¨ªmpico reaviva el debate sobre las dotes de los espa?oles para exponer en p¨²blico La oratoria no es un don, es un arte que se aprende
El 7 de julio de 2005, el d¨ªa despu¨¦s de que Londres fuera elegida sede de los Juegos Ol¨ªmpicos de 2012, la prensa internacional solo hablaba de una cosa: la brillante presentaci¨®n de la candidatura brit¨¢nica, que culmin¨® con un emocionante discurso del atleta Sebastian Coe ovacionado por los miembros del Comit¨¦ Ol¨ªmpico Internacional (COI). El d¨ªa que Coe gan¨® el oro, titulaba el diario The Guardian. ¡°Poderoso¡±, ¡°memorable¡±, ¡°de tono perfecto, con la pasi¨®n de un deportista y la exactitud de un pol¨ªtico¡±, escrib¨ªan los cronistas. Algunos incluso aseguraban que fue ese discurso el que dio la victoria final a la capital inglesa sobre Par¨ªs, teniendo en cuenta que esta part¨ªa como favorita y que Londres hab¨ªa estado a punto de retirarse unos meses antes por su mala imagen. Madrid, en aquella ocasi¨®n, qued¨® eliminada en la tercera votaci¨®n, tras Mosc¨² y Nueva York.
Los pulsos en el Parlamento ilustran la pobre oratoria de nuestros pol¨ªticos
Hace justo una semana, Madrid volvi¨® a presentarse ante los miembros del COI con la esperanza de organizar los Juegos de 2020. Y, al d¨ªa siguiente, la prensa y las redes sociales solo hablaban de una cosa: la deslucida presentaci¨®n de la candidatura, especialmente la intervenci¨®n en ingl¨¦s de la alcaldesa Ana Botella. Los analistas han atribuido esta nueva derrota de Madrid a otros factores, como la econom¨ªa y el dopaje, pero algunas preguntas han quedado en el aire. ?Cu¨¢nto contribuy¨® la fallida presentaci¨®n final a que Madrid no pasara ni siquiera a la segunda votaci¨®n? ?Tienen los espa?oles menos habilidades que otros pa¨ªses para hablar en p¨²blico?
Londres se llev¨® los Ol¨ªmpicos tras una l¨²cida presentaci¨®n de su candidatura
¡°No somos ni mejores ni peores. Pero tenemos un d¨¦ficit estructural, originado por la escasa importancia que da nuestro sistema educativo a la oratoria o la dial¨¦ctica, que se refleja especialmente en nuestros l¨ªderes pol¨ªticos e institucionales¡±, opina Antoni Gutierrez-Rub¨ª, asesor de comunicaci¨®n y consultor pol¨ªtico. ¡°Puede haber individuos con m¨¢s habilidad o carisma que otros, pero nadie nace con dotes de oratoria. Eso hay que aprenderlo. As¨ª como en Francia, Reino Unido, Alemania y EE UU, por ejemplo, los ex¨¢menes orales son fundamentales, la tradici¨®n educativa espa?ola nunca ha puesto el acento en las exposiciones habladas¡±, explica.
¡°Tampoco, hasta hace nada, se ha dado importancia al ingl¨¦s¡±, prosigue Guti¨¦rrez-Rub¨ª. ¡°En consecuencia, nuestros l¨ªderes, que en su mayor¨ªa rondan los 50 a?os, se han visto obligados a superar ese d¨¦ficit a marchas forzadas, con esfuerzo y muchas horas de entrenamiento. Y el que no lo ha hecho, se le nota¡±, advierte. ¡°No hay m¨¢s que ver el nivel de los debates electorales¡±, apunta.
Clubes para aprender a hablar
En 1924 un grupo de personas fund¨® en California el primer club Toastmasters. Su objetivo era que sus miembros se reunieran con cierta frecuencia para practicar sus habilidades orales, tanto para aplicarlas en la vida cotidiana como para hablar en p¨²blico, argumentar en debates o superar una entrevista personal. Aquello fue el germen de una organizaci¨®n internacional no lucrativa que hoy est¨¢ presente en 122 pa¨ªses, entre ellos Espa?a, donde hay 22 clubes repartidos en Madrid, Barcelona, Marbella, M¨¢laga, Alicante, Sevilla, Palma de Mallorca, Valencia y Vitoria.
Los miembros de estos clubes pagan una cuota de 60 euros al a?o y se re¨²nen generalmente cada dos semanas para practicar sus discursos. Entre ellos se dan consejos, pero cuentan adem¨¢s con el asesoramiento de profesionales que se ponen a su servicio de manera gratuita. ¡°Cualquier persona puede desarrollar esta habilidad. Lo ¨²nico que hace falta es repetir y entrenar. Y no desanimarse porque las primeras veces no salga bien¡±, asegura Harold Z¨²?iga, uno de esos profesionales que ayudan en los clubes.
Z¨²?iga, que imparte talleres en empresas a ejecutivos, ofrece cuatro claves para hablar en p¨²blico: superar la inseguridad, entrenar la voz y el gesto, sintetizar y escuchar al p¨²blico. ¡°Un truco consiste en grabarse, porque normalmente lo que el orador cree que est¨¢ pasando es distinto de lo que de verdad est¨¢ pasando. Puede que crea que habla alto cuando habla bajo o que no se d¨¦ cuenta de que va demasiado r¨¢pido¡±.
Guti¨¦rrez-Rub¨ª insiste en que los espa?oles no son m¨¢s torpes que otros para hablar en p¨²blico. ¡°Al contrario, tenemos grandes cualidades. Nos gusta hablar, nuestra cultura nos hace muy sociables y emp¨¢ticos. Pero la sociabilidad natural no te prepara para hacer una buena exposici¨®n o debatir una idea. No se puede confiar en tener un momento genial, hay que trabaj¨¢rselo como se lo trabajan, por ejemplo, esos americanos que ofrecen aut¨¦nticos espect¨¢culos con cualquier peque?a presentaci¨®n que tengan que hacer¡±.
El d¨¦ficit educativo en expresi¨®n oral preocupa no solo en el entorno pol¨ªtico. Tambi¨¦n en el ¨¢mbito universitario. ¡°Los alumnos llegan con un nivel muy bajo porque no han hecho ex¨¢menes orales ni han practicado nunca. La mayor¨ªa no saben exponer sus ideas y algunos ni siquiera podr¨ªan superar una entrevista de trabajo¡±, asegura Adolfo Lucas, profesor de oratoria en varias universidades y autor del libro El poder de la palabra.
Lucas es adem¨¢s director de la Sociedad de Debate de la Universidad Abat Oliba CEU, que se puso en marcha en el curso 2008-2009 para ayudar a los alumnos a mejorar sus habilidades en expresi¨®n, argumentaci¨®n y debate. ¡°Cada vez hay m¨¢s sociedades de este tipo en las universidades porque cada vez hay m¨¢s conciencia del problema. Pero como no es obligatorio participar, solo se apuntan unos pocos interesados. Deber¨ªa haber una asignatura obligatoria, o al menos obligar a todos los alumnos a hacer exposiciones orales a menudo¡±, comenta.
Solo hace nueve a?os que se cre¨® el torneo de debate m¨¢s antiguo que existe en el ¨¢mbito universitario espa?ol, el del CEU, que cada a?o congrega a los principales clubes de debate acad¨¦micos del pa¨ªs. ¡°Eso da idea de lo retrasados que vamos¡±, lamenta Lucas. Y advierte: ¡°Es tan importante practicar para hablar en p¨²blico como entrenarse en el debate. Porque puedes hacer una buena presentaci¨®n si te la preparas bien, pero de una comparecencia con preguntas, como puede ser una rueda de prensa, no sales bien parado si no practicas el debate¡±.
Los alumnos espa?oles no suelen hacer ex¨¢menes ni pruebas orales
Practicar, practicar y practicar. Es el ¨²nico truco que ofrecen todos los asesores y expertos en comunicaci¨®n oral. ¡°El ser humano no est¨¢ preparado naturalmente para hablar en p¨²blico. Es un hecho at¨ªpico, traum¨¢tico. Por eso surge el miedo. Pero si practicas y entrenas mucho, cuando llegue el momento de enfrentarte a un auditorio la mente estar¨¢ preparada para reconocer esa situaci¨®n. Recuerdas que ya lo has hecho antes y sabes que puedes hacerlo. Quiz¨¢ nunca te acostumbres del todo y siempre quede algo de miedo, pero podr¨¢s afrontarlo sin bloquearte. Y con el tiempo incluso, como dicen los actores, empiezas a disfrutar del contacto con el p¨²blico¡±, explica Antonella Broglia, organizadora de TEDxMadrid, una jornada de conferencias que se celebra en Madrid a imagen de la que se desarrolla desde hace a?os en California, con la participaci¨®n de algunos de los oradores y emprendedores m¨¢s importantes del mundo.
Un buen discurso puede servir para lograr un empleo o un cr¨¦dito bancario
En las conferencias TED, lo importante es la transmisi¨®n de ¡°ideas dignas de difundir¡±. Y las charlas no pueden sobrepasar los 18 minutos. ¡°Hay que condensar al m¨¢ximo. Son necesarios meses de entrenamiento¡±, apunta Broglia. El proceso de selecci¨®n de los participantes de la nueva edici¨®n de TEDxMadrid, que se celebra este 28 de septiembre, empez¨® en abril. ¡°Lo primero que seleccionamos es la idea. No basta con ser buen hablador, hay que tener algo que decir¡±, advierte Broglia. ¡°Les pedimos que la expliquen en medio folio y con eso empezamos a debatir, investigar, extraer los pros y los contras. Y a partir de ah¨ª, empezamos a desarrollar el discurso teniendo en cuenta que el principio es vital: no se puede perder el tiempo, hay que enganchar desde el primer minuto. Y despu¨¦s seguimos refinando y refinando hasta que nos parece perfecto¡±, contin¨²a. ¡°La ¨²ltima fase es el ensayo. Ensayan varias veces con nosotros, con p¨²blico y, el d¨ªa antes de la jornada, en el propio escenario en el que tendr¨¢n que hablar¡±.
El torneo de debate m¨¢s antiguo de Espa?a solo tiene nueve a?os
El objetivo ¨²ltimo del proceso es, seg¨²n Broglia, transmitir verdad. Autenticidad. Adolfo Lucas coincide: ¡°Que parezca natural, algo que, en realidad, est¨¢ trabajad¨ªsimo¡±. A ello contribuye tambi¨¦n el lenguaje no verbal: los gestos, las pausas, la mirada, la ropa. ¡°El nivel m¨ªnimo se alcanza r¨¢pido. Mis alumnos de oratoria consiguen resultados espectaculares en un semestre. Luego para subir de nivel es necesario mucho m¨¢s tiempo¡±, reconoce el profesor.
?Cualquier persona puede, con tiempo, conseguir ese nivel alto? ¡°Se puede llegar a tener un dominio profesional. Pero conseguir emocionar a tu p¨²blico no siempre es posible. Un ejemplo: la intervenci¨®n del pr¨ªncipe Felipe ante el COI el s¨¢bado pasado. No solo fue profesional, como siempre lo son los discursos de la Casa Real, sino tambi¨¦n emocionante. Primero, por su ¨ªntima implicaci¨®n con el deporte y los Juegos Ol¨ªmpicos. Y segundo, porque estuvo conviviendo con la delegaci¨®n y eso aument¨® su motivaci¨®n¡±, explica Mart¨ªnez-Rub¨ª.
El ser humano no est¨¢ preparado para hablar en p¨²blico. Surge el miedo
Autenticidad y pasi¨®n se requieren tambi¨¦n, aunque parezca que no, en el mundo de los negocios. ¡°Para conseguir financiaci¨®n hay que seducir. Y solo se puede seducir si se transmite una implicaci¨®n personal, mostrar que uno se est¨¢ arriesgando personalmente¡±, revela Hakan Ener, profesor del proyecto Iniciativa Emprendedora de la escuela de negocios IESE.
Ener, que ense?a a emprendedores c¨®mo exponer sus proyectos ante inversores, ha notado en los ¨²ltimos a?os un creciente inter¨¦s por aprender sus t¨¦cnicas. ¡°Los bancos no dan cr¨¦ditos y los emprendedores se ven obligados a recurrir a fondos de capital riesgo o inversores privados. Pero la mayor¨ªa no sabe c¨®mo hacerlo porque piensan que con la idea basta¡±, dice. ¡°Pero la idea sola no basta. Hay que saber contarla. Y contarla r¨¢pido. Lo primero que les pido a mis alumnos es, de hecho, que me lo cuenten en un minuto, que es el tiempo que normalmente tiene un ejecutivo para escuchar sin interrupciones. Si no le enganchas en ese minuto, est¨¢s perdido¡±.
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