33.000 firmas para que se reanuden las adopciones de ni?os rusos por espa?oles

Cinco parejas han registrado este mi¨¦rcoles 33.000 firmas en el Ministerio de Exteriores para exigir que Espa?a y Rusia rubriquen un convenio bilateral en materia de adopciones. Desde el pasado 29 de agosto estos juicios est¨¢n paralizados por Rusia con los Estados que permiten el matrimonio gay. Unas 500 familias est¨¢n afectadas por la medida, que solo se retirar¨¢ cuando Madrid y Mosc¨² consigan llegar a un acuerdo que negocian desde 2009. Esta semana una delegaci¨®n de parlamentarios rusos viaja a Espa?a y las esperanzas de los futuros padres est¨¢n puestas en el encuentro entre los representantes de ambos pa¨ªses.

Montserrat L¨®pez, aragonesa de 41 a?os, comenz¨® a recoger firmas el pasado enero. No sab¨ªa entonces que el Gobierno de Vladimir Putin decidir¨ªa restringir la adopci¨®n para familias monoparentales ¨Cel pasado junio¨C o que el Tribunal Supremo ruso emitir¨ªa una instrucci¨®n que derivar¨ªa en la paralizaci¨®n de los juicios de adopci¨®n hasta que se llegara al consabido acuerdo. Pero s¨ª sab¨ªa que urg¨ªa la firma de un convenio bilateral. Ella y su marido iniciaron los tr¨¢mites hace m¨¢s de dos a?os y el pasado mes de mayo conocieron a ?lex, a quien ya sienten como su hijo. Que lo puedan traer a casa depende de que Madrid y Mosc¨² lleguen a un acuerdo.

La intenci¨®n de Rusia es evitar que los ni?os puedan ser educados por homosexuales. En el 1% de los casos, cuando los menores est¨¢n en Espa?a la custodia pasa a manos de la Administraci¨®n, que debe buscarles un nuevo hogar. Mosc¨² se opone frontalmente a que, en estas ocasiones, los menores puedan ser reubicados con familias homosexuales. As¨ª que ha modificado su legislaci¨®n para ampliar el seguimiento de estos cr¨ªos hasta que cumplen 18 a?os. Y pretende aplicar la ley con car¨¢cter retroactivo. Madrid no est¨¢ dispuesta a aceptarlo. "A pesar del conflicto, hay buen clima por ambas partes, creo que se puede llegar a un acuerdo", afirma L¨®pez.

A esta madre, como a las otras 500 familias afectadas, solo le interesa que el proceso se desbloquee. "Los ni?os no entienden de burocracia", afirma. L¨®pez reconoce que la situaci¨®n por la que atraviesan es angustiosa y que le cuesta centrarse en algo que no sea su ni?o. Arropada por otras parejas que sufren los mismos desvelos que ella y su marido, ha registrado las firmas en el Ministerio de Exteriores con la mente puesta en la delegaci¨®n rusa que visitar¨¢ Espa?a. Hasta que lleguen al tan ansiado acuerdo, solo puede hacer lo que lleva ya m¨¢s de dos a?os haciendo: esperar.