Ca?ete y los barones del PP zanjan la guerra del agua por el Tajo-Segura

Se entierran las hachas en la ¨²ltima guerra del agua. El Gobierno y las cinco comunidades aut¨®nomas dependientes del r¨ªo Tajo, todas del PP, escenificaron este mi¨¦rcoles ante los medios de comunicaci¨®n un acuerdo que han calificado de ¡°hist¨®rico¡± sobre el trasvase Tajo-Segura. El ministro de Agricultura, Miguel Arias Ca?ete, acompa?ado por los consejeros de las cinco autonom¨ªas (Castilla-La Mancha, Extremadura, Madrid, Valencia y Murcia), present¨® el complicado acuerdo, que llega tras meses de negociaci¨®n soterrada entre todos los gobiernos implicados. Castilla-La Mancha consigue elevar su reserva de agua exclusiva de 240 hect¨®metros c¨²bicos a 400. A cambio, Valencia y Murcia logran que la continuidad del trasvase tenga rango de ley y se garantizan mayores trasvases siempre que llueva.

El acuerdo se recoge en ocho enmiendas a la Ley de Evaluaci¨®n Ambiental que el Partido Popular registr¨® la noche anterior en el Congreso. Las cinco autonom¨ªas ya pactaron hace unos meses elevar la reserva de agua que no se puede enviar a Levante. Fue en marzo, cuando el ministerio sac¨® a consulta p¨²blica el borrador del Plan Hidrol¨®gico del Tajo, el m¨¢s pol¨¦mico de los planes de cuenca que Espa?a estaba obligada por Europa a revisar antes del a?o 2009 y que las desavenencias regionales hab¨ªa retrasado.

Bono y Barreda y Valc¨¢rcel y Camps sacaron votos de la pugna

Arias Ca?ete afirm¨® en rueda de prensa que el acuerdo pone fin a las disputas pol¨ªticas en torno al agua y que va a permitir culminar la planificaci¨®n hidrol¨®gica espa?ola. El ministro asegur¨® que el trasvase queda ahora sometido al ¡°criterio t¨¦cnico y cient¨ªfico, con absoluta transparencia y que permitir¨¢ evitar decisiones cuando llegan elecciones, favoreciendo a un gobernante de un territorio¡±. A?adi¨® que el pacto llega despu¨¦s de ¡°realizar un gran esfuerzo de consenso¡±.

El consejero de Murcia, Antonio Cerd¨¢, se?al¨® en rueda de prensa que todas las partes ¡°han tenido que renunciar a algo¡±, aunque no hay ¡°ni vencedores ni vencidos¡±. ¡°En materia de agua antes perd¨ªamos los de siempre; ahora ganamos todos¡±, declar¨® el vicepresidente del Gobierno de la Comunidad Valenciana, Jos¨¦ Ciscar. El consejero extreme?o, Jos¨¦ Antonio Ech¨¢varri, agradeci¨® que ahora quede regulado con car¨¢cter de ley un trasvase que antes ¡°no lo estaba¡± y que obligaba a ¡°discutir cada a?o cu¨¢ntos hect¨®metros se trasvasaban¡±.

En las enmiendas, el Gobierno deroga la disposici¨®n legal aprobada durante el mandato del PSOE que dec¨ªa que los vol¨²menes trasvasados se ir¨ªan reduciendo conforme entraran en servicio las desaladoras en el Levante. Adem¨¢s, declara trasvasable todo el volumen que est¨¦ por encima de la reserva de 400 hect¨®metros hasta 600 hect¨®metros al a?o y abre la puerta a que los regantes de Murcia y Alicante puedan comprar agua a los de la cuenca del Tajo.

Ca?ete, que al llegar al ministerio no quer¨ªa ni mantener las competencias sobre agua, se ha visto obligado a una negociaci¨®n a muchas bandas con Cospedal, Fabra y Valc¨¢rcel, relevantes barones populares. Primero impuso el silencio, pese a que las discrepancias eran evidentes, y despu¨¦s negoci¨® un memorando en secreto entre las comunidades receptoras al que finalmente se sum¨® Castilla-La Mancha. Ahora, los principales puntos de ese acuerdo se elevan a rango de ley tras una opaca negociaci¨®n, pese a las directivas europeas sobre transparencia en medio ambiente.

M¨¢s all¨¢ de los detalles, el acuerdo es pol¨ªticamente muy relevante. El Tajo es, mediante el trasvase, fundamental en el abastecimiento de la Espa?a seca. La guerra del agua ha tenido en el trasvase Tajo-Segura uno de sus principales frentes. Junto al derogado trasvase del Ebro ha sido el centro de una pol¨¦mica en la Comunidad Valenciana, Murcia y Castilla-La Mancha, donde ha marcado buena parte de la vida pol¨ªtica. El agua ha permitido al PP convertir las regiones del sureste en un basti¨®n y el PSOE hizo de su batalla contra el trasvase un emblema en Castilla-La Mancha. Adem¨¢s, tiene implicaciones en Extremadura, Madrid y Andaluc¨ªa, ya que el trasvase llega a Almer¨ªa.

En 1933, el ingeniero aragon¨¦s Manuel Lorenzo Pardo present¨® el plan hidrol¨®gico nacional que le encarg¨® el ministro de Obras P¨²blicas Indalecio Prieto. All¨ª propuso el trasvase Tajo-Segura, pero form¨® tal revuelo que fue remplazado por el del trasvase del Ebro al Segura. Ninguno se ejecut¨®. Varios a?os despu¨¦s de inaugurar Franco el embalse del Cenajo, el Gobierno encarg¨® en 1966 la realizaci¨®n del proyecto y en 1979 comenz¨® a funcionar el trasvase. Inicialmente se preve¨ªa trasvasar 1.000 hect¨®metros c¨²bicos al a?o pero la ley del trasvase lo dej¨® en 600. Solo en 2000 se alcanz¨® esa cifra. El agua riega decenas de miles de hect¨¢reas de frutales y supone casi la mitad del abastecimiento de 2,5 millones de personas de Alicante, Murcia y Almer¨ªa.

El ministerio impuso silencio a las comunidades hasta que pactaron

En 1995, durante una prolongada sequ¨ªa, el entonces ministro de Obras P¨²blicas, Jos¨¦ Borrell, firme defensor de los trasvases, se enfrent¨® al presidente de Castilla-La Mancha, Jos¨¦ Bono, tambi¨¦n del PSOE, y aprob¨® un trasvase que casi vac¨ªa los embalses de cabecera. En 1999, el Gobierno de Aznar pact¨® con Bono una reserva de 240 hect¨®metros c¨²bicos exclusiva para Castilla-La Mancha. Posteriormente, Castilla-La Mancha apoy¨® el plan hidrol¨®gico de Aznar, que inclu¨ªa el trasvase del Ebro, porque reducir¨ªa la presi¨®n sobre el Tajo.

Con la llegada del PSOE al poder, en 2004, se endurecieron las posturas. El Gobierno de Zapatero derog¨® el trasvase del Ebro y dise?¨® un plan de desaladoras que deb¨ªa ir poco a poco sustituyendo al trasvase del Tajo, como ped¨ªan Bono y Barreda. En 2005, la ministra Cristina Narbona tuvo que salir escoltada de un acto en Murcia. Ese a?o, la sequ¨ªa baj¨® los niveles del agua en cabecera hasta el punto fijado para que la decisi¨®n pasara a Consejo de Ministros. Desde entonces, pr¨¢cticamente cada trasvase trimestral fue utilizado por Valc¨¢rcel y Camps contra los socialistas, a los que acusaban de favorecer a Castilla-La Mancha.

En la segunda legislatura de Zapatero la tensi¨®n se relaj¨®. Hab¨ªa llovido y, adem¨¢s, el Ejecutivo lleg¨® a plantearse un nuevo trasvase desde el Tajo pero en Extremadura, lo que permitir¨ªa discurrir m¨¢s agua y de mejor calidad por el Tajo.

El acuerdo consigue por fin poner de acuerdo al PP. Pero no al PSOE. Los socialistas de Castilla-La Mancha denunciaron que el pacto abre el grifo del trasvase en contra de los intereses de su comunidad. Mientras, el secretario general de los socialistas valencianos, Ximo Puig, denunci¨® que el acuerdo sobre el trasvase ¡°certifica su defunci¨®n¡±, ya que con los 400 hect¨®metros como umbral no trasvasable ¡°en los ¨²ltimos diez a?os no habr¨ªa habido trasvase¡±.