¡°Participar en pol¨ªtica se percibe como un privilegio¡±

A ?ngeles Gonz¨¢lez-Sinde (Madrid, 1965), mucho antes directora y guionista de cine que ministra de Cultura, le preocupa y ocupa el sentimiento de desapego de la sociedad espa?ola hacia ¡°lo p¨²blico¡±, as¨ª como la ausencia de normalidad con la que se percibe el paso por la pol¨ªtica, como en su caso, para volver a la creaci¨®n.

Pregunta. ?Por qu¨¦ cree que hay esa desconfianza hacia quienes han pasado por la pol¨ªtica?

Respuesta. Creo que es un tema muy complejo e important¨ªsimo. La desconfianza no se debe exclusivamente a la estricta actualidad de los casos de corrupci¨®n que tant¨ªsima cobertura est¨¢n recibiendo en los medios y tanta alarma generan.

P. ?Pero usted cree que es un fen¨®meno nuevo o dormido? No fue as¨ª durante la Transici¨®n democr¨¢tica y a?os posteriores.

R. Para entender la pol¨ªtica espa?ola de hoy es bueno leer la biograf¨ªa de Isabel II, de Isabel Burdiel en la que se explica perfectamente c¨®mo el mal uso que de la incipiente democracia se hace en el XIX, tanto por culpa de los pol¨ªticos conservadores como de la monarqu¨ªa, generan desconfianza y desapego en los ciudadanos. Hay poca tradici¨®n de participar en pol¨ªtica de manera normalizada, se percibe como un privilegio, no como algo a lo que cualquier ciudadano puede acceder de manera natural. Esto es un equ¨ªvoco, pero hace que los partidos se perciban como clubes cerrados.

P. Alguna responsabilidad tendr¨¢n los pol¨ªticos...

R. S¨ª. Tambi¨¦n meter¨ªa en este saco el sentido patrimonial del Estado que ha caracterizado a algunos de nuestros gobernantes y a los altos funcionarios en muchos momentos. Falta sentido de servicio p¨²blico; de eso que en ingl¨¦s se llama civil servant. Servidor, servicio, bien com¨²n son t¨¦rminos que deb¨ªamos de tener m¨¢s incorporados en nuestra ¨¦tica cotidiana. Una palabra que a m¨ª me gustaba repetir durante mi etapa en el ministerio es ¡°contribuyente¡±. El presupuesto de un ministerio es de los contribuyentes, no del ministro, ni del subsecretario, ni de ning¨²n funcionario. Los espa?oles no sienten eso. No creen de verdad en lo p¨²blico, no creen que un cachito de Las meninas les pertenece. Hace muy poco tiempo que somos iguales en derechos y deberes. Hace apenas unas d¨¦cadas y no nos lo creemos. Preferimos seguir desconfiando de la autoridad, cuando la autoridad somos nosotros mismos.

P. ?Qu¨¦ le sugiere el prejuicio de que siendo ministra de Cultura usted podr¨ªa haber establecido relaci¨®n con el mundo editorial y asegurarse la publicaci¨®n de una obra e incluso un premio?

R. Es un prejuicio manipulado y que solo disparan algunas personas desde algunas tribunas concretas. No tiene ni pies ni cabeza. Yo ten¨ªa una profesi¨®n que es la escritura y he vuelto a ella de manera natural, cumpliendo absolutamente con el art¨ªculo 10 de la Ley 5/2006, sobre incompatibilidades.

P. ?Tiene usted la impresi¨®n de que 30 meses en la pol¨ªtica anulan 20 a?os dedicada a la creaci¨®n y a la escritura?

R. Para algunos periodistas y tertulianos, s¨ª. Para la mayor¨ªa de los lectores, del p¨²blico, de los ciudadanos, no. Yo solo recibo cari?o, y apoyo de la gente con la que me cruzo, conocidos o desconocidos. Los espa?oles somos mucho mejores de como salimos retratados en la prensa.

P. De saberlo, ?habr¨ªa renunciado a entrar en un Gobierno?

R. Formar parte de un Gobierno es una de las cosas mejores que me han pasado en la vida. Es un privilegio y un honor en el sentido m¨¢s solemne del t¨¦rmino. Siempre estar¨¦ agradecida al presidente Zapatero por haber depositado en m¨ª esa confianza. Es una experiencia que me transform¨® como persona. Hay gente magn¨ªfica en la pol¨ªtica y en la Administraci¨®n y solo unos pocos aprovechados.