James Franco, primer icono de 'ICON'

James Edward Franco se presenta a s¨ª mismo ante el mundo entero en su cuenta de Instagram de la siguiente manera: ¡°No soy de este planeta, troncos!!!!¡±. Efectivamente, muchos en Hollywood se preguntan de d¨®nde ser¨¢ este hombret¨®n de 35 a?os, escritor, poeta, acad¨¦mico, y con una cara reconocible en todo el mundo. Se da la circunstancia de que tambi¨¦n es actor ¨C¡°de grandes pel¨ªculas, algunas de las pel¨ªculas m¨¢s grandes la historia¡±, matiza ¨¦l¨C. Y que lo de actuar en superproducciones como la saga de Spider-Man o las comedias m¨¢s exitosas del exitoso Judd Apatow le ha convertido, a su vez, en una estrella. Pero todo son, eso, circunstancias. El inhumanamente prol¨ªfico Franco ha acumulado en los ¨²ltimos a?os un curr¨ªculo que llenar¨ªa las vidas enteras de tres actores humanos. Este a?o ha publicado su primera novela, aceptado su primer papel protagonsita en Broadway, rodado su propia serie documental en televisi¨®n, ha avanzado el doctorado que est¨¢ sac¨¢ndose por la Universidad de Yale ¨Cy que se sumar¨¢ a los ocho m¨¢sters que ha completado en los ¨²ltimos tres a?os¨C y ha participado en m¨¢s de diez pel¨ªculas, sumando las cuatro que ha dirigido a las que ha producido, protagonizado y escrito. James Franco ser¨¢ actor, y ser¨¢ una estrella gracias a sus actuaciones, pero lleva los ¨²ltimos a?os intentando ser cualquier otra cosa.

Hace exactamente un mes, Franco estuvo explicando esta desmesurada productividad para Icon, la nueva revista masculina de EL PA?S. Sentado en el porche de una mansi¨®n de Los ?ngeles ?¨Ca la que lleg¨®, c¨®mo no, directo del aeropuerto; el d¨ªa anterior hab¨ªa estando culminando el rodaje de su nueva pel¨ªcula como director, protagonista y guionista? en Mississippi¨C, con esos ojitos caracter¨ªsticamente entrecerrados bien fijos en el horizonte, record¨® el momento en el que decidi¨® ser mucho m¨¢s que un int¨¦rprete. La ¨²ltima entrega de la saga Spider-Man acababa de estrenarse y ¨¦l ya hab¨ªa tocado el cielo de la popularidad. Pero no estaba contento. ¡°El cine es un medio de directores, as¨ª que, como actor, no puedo aportar mucho a mis pel¨ªculas. Actuar es como ir en el coche de otro. Y yo lo que quer¨ªa era conducir¡±, razona en una entrevista que podr¨¢ leerse de forma ¨ªntegra en la revista que ma?ana se distribuir¨¢ ma?ana gratis con EL PA?S.

Actuar es como ir en el coche de otro. Y yo lo que quer¨ªa era conducir

Horas despu¨¦s de dar esa respuesta, Franco se estaba paseando en un impecable traje alrededor de la piscina de aquella mansi¨®n ante una c¨¢mara. La casa era de un productor con t¨ªtulos como R¨¦quiem por un sue?o en su haber. La lente, de Kurt Iswarienko, el afamado fot¨®grafo que ha retratado a todo el que es alguien en Hollywood, de Steven Spielberg a Benicio del Toro pasando por Leonardo DiCaprio, Tobey MacGuire, Ben Stiller o Javier Bardem. Y Franco, un modelo natural. Posa rutinariamente para Gucci, marca de la que es imagen (este a?o se le puede ver en buena parte del mundo civilizado en las pancartas del nuevo perfume de la firma italiana, Made to Measure). Eso, cuando no est¨¢ impartiendo o recibiendo conocimiento en un aula universitaria. O escribiendo otra compilaci¨®n de poes¨ªa u otra novela. O coordinando el rodaje de la siguiente pel¨ªcula con la que se coronar¨¢ como intelecto m¨¢s inquieto de Hollywood. Lo m¨¢s razonable ser¨ªa pensar que James Franco no es, efectivamente, de este planeta. Pero la explicaci¨®n es mucho m¨¢s fascinante: solo es una persona. Una persona incre¨ªblemente ¨²nica, que ma?ana ser¨¢ portada de Icon, pero una persona al fin y al cabo.