Algo turbio en el lago de Sanabria

El efecto espejo que encandil¨® a Miguel de Unamuno en el lago de Sanabria, ubicado en un parque natural de la provincia de Zamora que recibe unos 700.000 visitantes al a?o, no ofrece la misma imagen en funci¨®n de quien analiza sus aguas. La denuncia p¨²blica de una serie de vertidos fecales, que en los ¨²ltimos d¨ªas se est¨¢n arreglando, ha dado la alerta sobre el estado de salud de la mayor superficie de agua glacial de la pen¨ªnsula Ib¨¦rica. La Estaci¨®n Biol¨®gica Internacional (EBI), empresa que gestiona un catamar¨¢n de turismo ecol¨®gico y realiza estudios en la zona, ha advertido de que las condiciones del lago est¨¢n cambiando a peor y que a medio plazo la situaci¨®n ser¨¢ irreversible. Sus conclusiones est¨¢n avaladas por una treintena de cient¨ªficos, muchos de ellos de reconocido prestigio. La Junta de Castilla y Le¨®n defiende que la calidad de sus aguas es buena, y que incluso ha mejorado. Las im¨¢genes que les ofrece este preciado lago son totalmente diferentes.

La Guardia Civil est¨¢ investigando los vertidos y la situaci¨®n de las depuradoras. La EBI ha denunciado en la comandancia de Zamora que se est¨¢ intentando camuflar los vertidos, algo que se suma a la querella que interpuso en septiembre contra las Administraciones y personas responsables de su control. El entorno, catalogado como Red Natura 2000, ha recibido entre 15 y 20 millones de Fondos Europeos de Desarrollo Regional (Feder), seg¨²n c¨¢lculos de los denunciantes. De esos fondos, unos seis millones se destinaron a la construcci¨®n de depuradoras cuyo correcto funcionamiento ahora se cuestiona. Los vertidos est¨¢n prohibidos por la Uni¨®n Europea en cualquier ecosistema de la Red Natura.

EL PA?S ha comprobado al menos tres de esos puntos de vertido. A las 18.00 horas, junto al embarcadero de la playa Custa Llago, la principal del lago de Sanabria, se ve con dificultad el fondo, a dos metros de profundidad.

Los vecinos de Ribadelago Nuevo, n¨²cleo con 107 habitantes, toman los vertidos fecales como algo habitual. Viven al lado del lago y aseguran que el cambio de sus aguas es notable. El mi¨¦rcoles pasado se celebr¨® una junta vecinal a las 18.30. Cuando faltaba media hora para la reuni¨®n, comenzaron a aparecer los clientes en el ¨²nico bar que hab¨ªa abierto. Pedro, con mono de trabajo azul, chaquet¨®n negro desgastado y un gorro de lana azul marino calado, pide una cerveza templada. ¡°Estoy mal de la garganta¡±, se excusa. Habla de parcheado y mal dise?o de la depuraci¨®n de agua en la zona, de que hay puntos que vierten directamente al r¨ªo Tera, apenas a 200 metros del lago. Describe con todo detalle los excrementos. ¡°He destapado con una hoz las zonas por las que se vierte¡±, reconoce, ¡°en verano el olor es insoportable¡±. C¨¦sar, con chaleco repleto de bolsillos, pide un rioja. ¡°La pesca ha podido bajar un 70% en los ¨²ltimos 10 a?os, ahora apenas hay truchas o bogas¡±, estima. En la barra del bar, antes desierta, se crea cierto ambiente. Una decena de vecinos comentan animados las idas y venidas de los t¨¦cnicos de las depuradoras y los trabajos que se est¨¢n haciendo en los ¨²ltimos d¨ªas. ¡°Antes estaban llenas de telara?as¡±, dice una de ellas, que pide que no se la identifique porque ¡°al final todo es pol¨ªtica¡±. ¡°Los trabajadores las limpiaban, pero si estaban rotas eso ya no era cuesti¨®n suya¡±, a?ade. Esta mujer reconoce que nunca hab¨ªa visto tanta presencia de algas en el lago donde se ba?a. ¡°Aqu¨ª se ha sabido siempre lo de los vertidos, pero nadie dec¨ªa nada¡±, comenta resignada.

Los estudios de la EBI, dirigidos por el catedr¨¢tico Antonio Guill¨¦n, han detectado una abundancia de diatomeas, un tipo de alga que alerta de un empobrecimiento de la biodiversidad. Esta explosi¨®n hace que el lago pierda su car¨¢cter oligotr¨®fico, cuyas caracter¨ªsticas son la alta transparencia y escasos nutrientes, algo con lo que los t¨¦cnicos de la Junta de Castilla y Le¨®n, encargados de vigilar su salud ambiental, discrepan radicalmente. ¡°Las aguas se mantienen estables con tendencia a mejorar¡±, defiende Jos¨¦ Luis Guti¨¦rrez, t¨¦cnico de Espacios Naturales del Gobierno aut¨®nomo. Seg¨²n sus datos, incluso han ido mejorando porque hay menos vertidos. ¡°Nuestra labor est¨¢ validada y no se trata de un an¨¢lisis puntual¡±, incide.

El laboratorio limno-l¨®gico de esta comunidad, gobernada por el PP, toma muestras todos los meses desde 1986. Hablan de ¡°transparencia espectacular¡± con una profundidad de nueve metros.

Jos¨¦ Val¨ªn Alonso, presidente de la Confederaci¨®n Hidrogr¨¢fica del Duero (CHD), organismo dependiente del Ministerio de Agricultura, Alimentaci¨®n y Medio Ambiente, reconoce una situaci¨®n de oligomesotrofia. ¡°En una escala de siete, en el que la ¨®ptima ser¨ªa la oligotrofia, estamos en un nivel dos¡±, asegura. David de Salvador, portavoz de la Estaci¨®n Biol¨®gica Internacional, se remite a un informe de 2004 de la propia CHD que cataloga las aguas como oligotr¨®ficas para preguntar en qu¨¦ momento el lago ha perdido esta cualidad. ¡°?Por qu¨¦ no han dado la alerta medioambiental antes?¡±, cuestiona.

Los motores de la depuradora de Ribadelago Viejo y de Ridadelago Nuevo, en el t¨¦rmino municipal de Galende, rug¨ªan el mi¨¦rcoles. La Guardia Civil patrullaba preguntando por los puntos de vertido. La EBI ha reunido 25 en los ¨²ltimos 10 a?os.

El alcalde de Galende, Jes¨²s Villasante (PP), no ha respondido a EL PA?S. Durante la celebraci¨®n del d¨ªa de la provincia, el pasado viernes, consider¨® que el problema ¡°no es grave¡±. Por si acaso, reconoci¨® que la contaminaci¨®n se produce desde hace tiempo y dej¨® constancia de que ¨¦l lo ha denunciado, pero no se han hecho mejoras.