Un videojuego 'online' recrea la matanza de Newtown
El creador dice que el objetivo es mostrar la importancia ¡°de contar con medidas de control de armas¡±. Las v¨ªctimas est¨¢n indignadas
Un nuevo videojuego online a favor del control de las armas permite a los usuarios recrear la masacre de Newtown, en la que Adam Lanza, de 20 a?os, asesin¨® a seis adultos y 20 ni?os en el colegio Sandy Hook de Connecticut. El lanzamiento se ha producido un mes antes del aniversario de la tragedia, y a pesar de las "buenas intenciones" de su creador, ha provocado mucho dolor entre las v¨ªctimas y varios legisladores.
El responsable de The Slaying of Sandy Hook es Ryan Jake Lambourn quien explic¨® en su cuenta de Twitter que el objetivo del juego es demostrar "la importancia del control de armas" y est¨¢ disponible en varias p¨¢ginas de Internet, aunque ya ha sido eliminado de muchas de ellas. La noticia fue revelada esta semana por el periodista Mike Lupica del Daily News.
Donna Soto, la madre de Victoria, profesora que protegi¨® a varios ni?os durante la matanza, ha condenado el videojuego. "Es totalmente horrible que alguien piense que esto es divertido", confes¨® a un peri¨®dico local de Connecticut. "Todos seguimos sufriendo. No queda nada para que llegue diciembre -mes en el que ocurri¨® la masacre- y acaba de ser el cumplea?os de mi hija fallecida. Esta acci¨®n a?ade insulto al sufrimiento por el que estamos pasando. Me parece incre¨ªble que alguien piense que esto es necesario", a?adi¨® Soto.
El argumento recrea todas las acciones que Lanza dio aquel fat¨ªdico d¨ªa. El jugador puede usar una pistola Glock, dirigirse a la habitaci¨®n de su madre, Nancy, y asestarle cuatro disparos mientras duerme. Luego coge m¨¢s munici¨®n y las llaves del coche materno y se dirige al colegio de primaria, donde el usuario tiene 11 minutos para ejecutar los mismos pasos de Lanza con un rifle de asalto AR-15: entrar a las clases; romper las puertas de los ba?os; hacer que alumnos y profesores se tiren suelo y acribillar a balazos a decenas de estudiantes.
El juego no tiene ni voz ni m¨²sica; el ¨²nico efecto de sonido es el impacto de las balas sobre los cuerpos. El usuario debe suicidarse al final, al igual que hizo Lanza en la vida real, tras cumplir con el objetivo de matar a 26 personas y herir a dos. El videojuego cuenta con 58 v¨ªctimas potenciales.
Una alternativa, que ofrece el juego a la atrocidad que acometi¨® Lanza aquel 14 de diciembre, es usar el "modo control de armas" que permite a los jugadores perpetrar la matanza con una katana. Una vez finalizada la partida aparece un aviso sobre la necesidad de "alertar y urgir a las autoridades a aprobar medidas m¨¢s restrictivas". Adem¨¢s, se a?ade un enlace a la Asociaci¨®n Nacional del Rifle para que el usuario sepa cu¨¢l? es "la legislaci¨®n actual en EE UU".
Varios legisladores en Washington tambi¨¦n han declarado su disgusto al respecto. "Las escenas son obscenamente violentas", aleg¨® el senador Jay Rockefeller, dem¨®crata por Virginia Occidental, tras enterarse de la noticia. "Existen demasiados videojuegos que celebran la matanza de personas inocentes. Por ejemplo, el perpetrador de la masacre ocurrida en Noruega en 2011, en el que 77 personas murieron a manos de Anders Breivik, asegur¨® que este tipo de juegos le sirvieron como entrenamiento", agreg¨® Chuck Grassley, senador republicano por Iowa.
Con el fin de prevenir este tipo las matanzas, el presidente de EE UU, Barack Obama, anunci¨®, hace unos meses, su intenci¨®n de invertir 10 millones de d¨®lares para investigar "la relaci¨®n entre los videojuegos, las im¨¢genes de la televisi¨®n y la violencia", aunque el proyecto no cuenta todav¨ªa con la aprobaci¨®n de la C¨¢mara de Representantes.
Han pasado 200 a?os desde que James Madison introdujera la Ley sobre Derechos en la Constituci¨®n, pero nadie puede dudar que la naci¨®n ha cambiado y tambi¨¦n lo han hecho sus armas, aunque parece que ha sido a peor. A pesar de la voluntad demostrada por Obama, de obtener una mayor restricci¨®n sobre las armas de fuego, su propuesta fue derrotada en el Senado el pasado mes de abril.
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