¡°Hay internas en Espa?a que libran un d¨ªa al mes¡±
Esta soci¨®loga gallega prepara un programa de radio para las asistentas
![Elisa Sili¨®](https://imagenes.elpais.com/resizer/v2/https%3A%2F%2Fs3.amazonaws.com%2Farc-authors%2Fprisa%2Fedb22054-d097-4563-bc91-1474ed48343d.jpg?auth=1e93401b84a57ddf3a74ce7ad95d8d6a18786fb8bb55a9dbc4d77e8fec627cc0&width=100&height=100&smart=true)
![La socióloga gallega Alejandra Calvo.](https://imagenes.elpais.com/resizer/v2/IQV3LOVZXI5K3FO36H3AO5JQHQ.jpg?auth=d7896725ad149dd1bb9c907f1882d66491d1d64e118344ab34c8f8a4eb2ab78b&width=414)
A¨²n hay muchas inmigrantes en Espa?a que ocupan casi todo su tiempo trabajando como internas en el servicio dom¨¦stico y el poco ocio que les deja el d¨ªa lo dedican a ver la tele en un cuarto junto a la cocina o a intentar comunicarse con su familia, en un pa¨ªs lejano. Est¨¢n muy solas, y para terminar con este aislamiento la soci¨®loga Alejandra Calvo ¡ªy sus compa?eros del equipo Qiteria¡ª se ha propuesto crear una radio que las acompa?e en sus tareas. Estas mujeres ser¨¢n las protagonistas desde el estudio, locutando, o entrando en antena para hablar de los temas que les interesen. Y el proyecto ir¨¢ cambiando de forma seg¨²n quieran ellas, pues la pretensi¨®n es que el papel de t¨¦cnicos como Alejandra quede diluida.
Para empezar por el principio, Alejandra ¡ªconocida como Jana¡ª, viguesa de 29 a?os, ha puesto en marcha un proyecto menos complejo pero muy efectivo. Un programa de alfabetizaci¨®n digital del que se benefician ahora 100 empleadas del hogar. La mayor¨ªa, latinoamericanas a las que conoc¨ªa por colectivos de extranjeros en el mestizo barrio de Lavapi¨¦s (Madrid). ¡°Decidimos con qui¨¦n quer¨ªamos trabajar y luego dise?amos el proyecto para ellas¡±, sostiene Jana.
La cita es en la Universidad Europea, en Madrid, que ha otorgado uno de sus premios a j¨®venes emprendedores sociales a Jana por este innovador proyecto, que podr¨ªa reproducirse por todo el mundo. ¡°Es de c¨®digo abierto, facilitamos los materiales a quien se interese¡±, asegura la joven, que ha recibido no solo dinero para el programa sino formaci¨®n. Su vocaci¨®n de ayudar le viene de lejos. Ha mamado en su casa el compromiso pol¨ªtico de una familia antifranquista ¡°con vocaci¨®n transformadora¡± e inter¨¦s por los desfavorecidos.
Qiteria ¡ªcompuesto por tres chicas y un chico¡ª realiz¨® un estudio profundo de la brecha digital en toda Espa?a y luego detect¨® las necesidades que ten¨ªan estas empleadas que sufren una mayor xenofobia con la crisis, porque ¡°se potencia la guerra entre pobres¡±. No se trata solo de que aprendan a usar los ordenadores, sino de fomentar su asociacionismo y su emancipaci¨®n pol¨ªtica. ¡°Por ejemplo, en esta segunda fase del proyecto tratamos la lucha por la ratificaci¨®n del convenio 189 de la Organizaci¨®n Internacional del Trabajo (OIT), que reconoce los derechos laborales de las trabajadoras del hogar. Ense?amos a estas mujeres, que se relacionaban sobre todo por tel¨¦fono, c¨®mo rastrear esa legislaci¨®n o a participar en grupos de Facebook dedicados a las movilizaciones¡±.
Universidad Europea. Madrid
Dos t¨¦s.
Boller¨ªa.
Cortes¨ªa de la universidad.
Jana recuerda que muchas ¡°externas¡± est¨¢n sometidas a una triple jornada laboral ¡ª¡°en una casa ajena, en la suya propia con sus hijos y como soporte afectivo de su familia a distancia¡±¡ª, lo que les pasa factura psicol¨®gica.
Estas alumnas digitales han aprendido tambi¨¦n las herramientas b¨¢sicas para hacer un curr¨ªculo y hablar por videoconferencia, por lo que no visitan ya tanto los locutorios.
Jana, ¡°enamorada¡± de su proyecto, solo ve el ¡°peligro¡± de sustituir con su labor al Estado de bienestar. ¡°Es muy importante alternar la intervenci¨®n solidaria con el conocimiento de los derechos que ellas deben tener. Si haces caridad, sustituyes las responsabilidades del Estado. Si eso ocurre nos encontraremos en 10 a?os en vez de sanidad p¨²blica y universal, un puesto de la Cruz Roja. Una sanidad para pobres y otra para quien se la pueda pagar¡±.
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